«No le veo lógica, somos dos pueblos que convivimos»
En Zumarraga y Urretxu, que comparten la plaza Kalebarren-Areizaga, han cambiado la rutina diaria que se reparte entre ambos municipios
marisol fernández
Lunes, 25 de enero 2021, 22:09
«No le veo la lógica, porque somos dos pueblos que convivimos totalmente», decía ayer por la mañana la zumarragarra María de la Calle. La ... prohibición legal de pasar de Zumarraga a Urretxu y viceversa lleva días siendo el tema de conversación de los vecinos de estos municipios anexos, que conforman un único núcleo urbano a ambos lados del río Urola.
Publicidad
Los zumarragarras vieron cómo el viernes su pueblo se cerraba perimetralmente tras haber entrado la víspera en zona roja. Los urretxuarras, por su parte, no pueden salir del municipio desde ayer. Eso sí, ellos mantienen la hostelería abierta, porque su cierre obedece a las nuevas restricciones generales que entraron ayer en vigor, no a su situación pandémica particular, como sucede en el pueblo vecino. «Nosotras normalmente solemos ir a Urretxu a tomar algo, y este fin de semana yo no he ido, he cumplido las normas», indica María. «Además, solemos salir cuatro o cinco amigas y tres son de Urretxu, así que no nos podemos juntar».
Tras el cierre perimetral está claro que no se puede ir de un pueblo a otro salvo por causas justificadas por motivos laborales, estudios, para cuidados... Otro tema es el de las compras. «Yo hago la compra en el BM de Urretxu y ahora no puedo ir. Tendré que ir al Eroski de Zumarraga, en el que, por cierto, había cola el sábado», dice María. Ese mismo día dio una vuelta junto a su hija por el mercado y «todos los vendedores se quejaban de la poca clientela que había. Al no poder venir los de los pueblos cercanos y sobre todo de Urretxu... se notaba muchísimo».
La cita con María es en la plaza Kalebarren-Areizaga, un lugar conjunto que comparten ambos municipios. En el lado zumarragarra se ubica el quiosco de la ONCE que regenta Ana Martín. «Esta mañana se han puesto los municipales en Urretxu y han impedido a la gente pasar a Zumarraga», explica recordando que «este es el único puesto de la Once que hay en los dos pueblos, los boletos caducan al mes y los clientes tienen que venir a canjearlos».
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión