José Luis Mendia ha completado en nueve meses el puzzle más grande del mundo

Mendia se aficionó a los puzzles durante la pandemia. Empezó con los de 1.000 piezas y se fue animando con otros más grandes hasta completar, el año pasado, uno de 13.224. «Ese es el décimo más grande del mundo y dije, el siguiente tiene que ser el más grande del mundo». Dicho y hecho. «He empleado casi el mismo tiempo que con el anterior, solo ha sido una semana más. ¡Ya soy un profesional!», bromea.

El puzzle en cuestión se llama 'Travel around Art!' (viaja por el arte) y representa una pared de un museo de la que cuelgan medio centenar de los cuadros más famosos, entre los que se encuentran 'La Gioconda', de Leonardo da Vinci; 'Las Meninas' de Velazquez o 'La libertad guiando al pueblo' de Delacroix. «Para mí el más complicado de hacer ha sido 'La Biblioteca', de Mattheu Martin, que son cuatro paneles. Sobre todo los dos primeros me resultaron dificilísimos», reconoce Mendia.

Lo que no entraña dificultad con el puzzle de 54.000 piezas es elegir el dibujo. «No se puede elegir, solo hay este modelo». El zumarragarra lo adquirió «a través de internet, en la Casa del puzzle de Sevilla» y pagó por él «500 euros».

Con la experiencia adquirida de los puzzles anteriores, «esta vez me tomé mi tiempo para organizar el trabajo. En dos cuadernos grandes hice unas tablas para saber qué día colocaba cada pieza, además también apuntaba las horas que metía y otros datos de control». Así, sabe que ha tardado 1.671 horas en completar el puzzle, con una media de 111 segundos para colocar cada pieza. «Empecé el 11 de enero de este año y terminé el 19 de octubre, nueve meses y una semana, dedicándole siete u ocho horas al día. alguno incluso nueve. ¡Más que una jornada laboral!».

Las piezas del puzzle vienen repartidas en 27 paquetes de 2.000. «No he trabajado tanto, es la verdad. El anterior que hice, el de 13.224 piezas, venía en seis paquetes de 2.224. Esa diferencia de 224 piezas se nota mucho, éste ha sido más fácil».

Mendia explica su «truco» para hacer el puzzle. «Lo primero que hago es dividir las piezas según su forma. Hay cinco modelos para las piezas que forman el marco, las que tienen una parte recta, y otros siete modelos para las piezas del interior. Luego ya voy a los colores o a zonas».

Con el manejo de tantas piezas era habitual que más de una se cayese e incluso se perdiese. «Estaba tan concentrado que ni me daba cuenta, mi mujer era la que me las recogía. No obstante, me han faltado seis piezas. Una ya sé dónde está. Estaba haciendo una parte del puzzle en la autocaravana y se me cayó la pieza al suelo, le dí con el pie y terminó en el conducto del aire de la calefacción. Ahí seguirá. De las otras no sé nada». Para hacerse con ellas las pidió a fábrica y «te mandan la bolsa completa. Por una pieza te mandan 2.000».

Terminar el puzzle ha sido «una gran satisfacción». Ahora lo que le gustaría es poder verlo montado en algún sitio, «eso sí, hace falta una buena pared. También he visto alguno de este tipo puesto en el suelo con un cristal encima. El anterior lo regalé y ya lo he visto colocado en la pared. ¡Cuando me lo enseñaron me emocioné y todo!».

Mendia ya está pensando en sus próximos retos, «un puzzle de 1.000 piezas que es de los más difíciles del mundo, porque todas las piezas tienen la forma muy parecida y casi las mismas tonalidades. Y el reto más grande, que veo casi imposible, es un puzzle de 18.000 piezas de la Capilla Sixtina que viene en tres paneles de 6.000. El tema sería mezclarlas y empezar de cero. Este puzzle está descatalogado, pero igual se podría conseguir».