El Gobierno Vasco autoriza la planta de recuperación de cal de Bergara y el Ayuntamiento lo recurre

El equipo que dirige Gorka Artola (EH Bildu) alega que «el uso de infraestructuras para la gestión de residuos no está contemplado en el vigente Plan General, por lo que no está admitido en la parcela H del polígono Larramendi», donde está previsto ubicar la planta. A ello añade que «el uso de la gestión de residuos tampoco es compatible, ya que está reconocido como uso complementario, pero no como principal», y que existe un informe de «incompatibilidad urbanística». El consistorio recuerda que estas alegaciones fueron presentadas ante el Gobierno Vasco el 22 de noviembre, sin que haya recibido respuesta. Por estos motivos, anunció su determinación de interponer un recurso de alzada ante la resolución de Medio Ambiente.

El proyecto, liderado por la empresa Valogreen Paper, consiste en la instalación de una planta dedicada al tratamiento de residuos de empresas de reciclaje de papel para, a través de estos, obtener productos cálcicos útiles para sectores como construcción, acerías o la industria química. En concreto, trataría entre 120.000 y 130.000 toneladas de desechos papeleros, procedentes principalmente de Papresa (Errenteria) y Lucart (Zalla), con los que obtendría entre 30.000 y 40.000 toneladas anuales de material calcáreo».

El Gobierno Vasco defiende que es, por tanto, una fábrica industrial que, a través de la recuperación de materiales «impulsará la economía circular y ayudará en la lucha climática al producir un material que si no, sería extraído de canteras».

De hecho, se trata de una las diez plantas de recuperación y valorización de materiales que el Gobierno Vasco proyecta levantar en los próximos años en Euskadi para lograr reducir hasta en un 85% los residuos depositados en vertederos.

Pero la iniciativa se ha encontrado desde el inicio con el rechazo de plataformas vecinales y del propio ayuntamiento. Las primeras defienden que se trata de una «incineradora encubierta», en tanto que el consistorio bergarés se ampara en un informe propio que concluye que la planta «no presenta las garantías ambientales y sanitarias necesarias».

Este nuevo desencuentro se produce apenas dos meses después de que EH Bildu apoyase en el Parlamento Vasco el plan de gestión de residuos diseñado por el Gobierno Vasco tras acordar con PNV y PSE 15 enmiendas a esa hoja de ruta en la que las nuevas infraestructuras para el tratamiento de residuos juegan un papel principal.