Arrasate: Desnudan a Gomestio hasta el siglo XV

El derribo selectivo del caserío Gomestio ha sacado a la luz el esqueleto medieval de uno de los caseríos más antiguos del municipio, nada menos que coetáneo de la iglesia parroquial de San Juan Bautista. Ambas edificaciones datan del siglo XV.

El origen del templo gótico mondragonés está sobradamente documentado pero el 'secreto' que el caserío Gomestio ocultaba en sus entrañas ha sido una sorpresa «maravillosa y muy emocionante». Y además por partida doble.

El arquitecto y profesor de la EHU-UPV Ibon Tellería dirige el derribo controlado de este antiguo caserío-lagar. Un proyecto de «arqueología arquitectónica» promovido por la propiedad, subvencionado por la Diputación Foral y en el que colabora el Departamento de Arquitectura de EHU-UPV. El equipo de expertos que trabaja en Gomestio está formado por la arqueóloga Zohartze Galán (Arkeolan Fundazioa), el dendrocronólogo Josué Susperregi, (Arkeolan Fundazioa) y la arquitecta Maite Leturia.

Cayo Acha adquirió el caserío Gomestio hacia 1950 a Felisa Muñoa y a su marido bergarés Vicente Garitano. Acha reformó y amplió el inmueble para acondicionar una quincena de viviendas que destinó al mercado de alquiler durante largos años.

En desuso desde hace una década, Gomestio era ocasionalmente ocupado irregularmente por personas que «incluso encendían fuego en su interior» hasta que sus propietarios lo tapiaron. Por motivos de seguridad la familia Acha y el ayuntamiento acordaron su derribo. Pero al tratarse de un zona de presunción arqueológica comunicaron la medida al área de cultura de la Diputación Foral.

Técnicos forales inspeccionaron el inmueble y observaron elementos que indicaban la existencia de una estructura de madera con valor patrimonial. Ordenaron un derribo selectivo que arrancaba a primeros de junio con el desmantelamiento de todos los tabiques y cierres que envolvían dicha estructura de madera.

«Desconocíamos hasta qué punto el caserío conservaría los elementos de la estructura original» admitía el arquitecto Ibon Tellería. Pero la primera sorpresa no tardaría en desvelarse: «prácticamente toda la estructura conserva sus elementos originales salvo un par de piezas». Un descubrimiento que está reportando «datos muy interesantes».

El primero y más revelador, y que constituye la segunda sorpresa, se refiere a la antigüedad la madera de Gomestio. Su estructura está construida prácticamente en su totalidad con roble y algo de castaño. Un primer análisis dendrocronológico realizado por Susperregi «nos lleva a la primera mitad del siglo XV».

El estudio de los anillos de la madera revela que la construcción original de Gomestio se remonta hacia el año 1450.

Es el típico caserío-lagar de la época, con su prensa para machacar las manzanas. «En su planta baja se almacenaba el zumo para su fermentación». Tellería sostiene que «también en la planta baja, en la mejor orientación aunque en un proporción reducida, se hallaría la vivienda en que habitaban sus moradores». Gomestio se ajusta así al patrón muy característico del modelo constructivo de los caseríos de su época, como por ejemplo el de Igartubeiti de Ezkio.

Todas estas edificaciones «están en origen enteramente construidas en madera, tanto su estructura como fachadas, solados y cerramientos interiores y exteriores. Pensamos que cubierta estaría tejada, es decir de teja, aunque queremos seguir investigando para ver si se empleaba cualquier otro tipo de material».

El proceso de desmantelamiento de la estructura de madera se prolongará durante todo el mes de julio. La operación será fotografiada en todas sus fases con ayuda de un dron. Además, se escaneará toda la estructura. Y una vez desmantelados sus elementos, estudiará la madera para obtener todo tipo de datos.

Obviamente, todas la piezas que conforman la estructura original medieval de Gomestio «se preservarán». El arquitecto Ibon Tellería aún no sabe si «va a ser un repositorio de la Diputación, o en un momento dado la propiedad o el Ayuntamiento de Arrasate quien se encargará de conservarlo». Pero asegura que es importante «guardar la estructura para poder seguir investigando sobre ella y entender cómo eran» con la máxima precisión.

Desmontada la estructura y despejado el solar, los arqueólogos proyectan realizar una serie de catas. Se excavará en unos puntos que «pueden ser susceptibles de arrojar datos». Decía el arquitecto Tellería que buscarán «dónde se hallaba la cocina primitiva, el tornillo que activaba la palanca del lagar...»

Una valiosa información que podría conservarse debajo de la estructura medieval. Conjeturan que «podría ocultar la presencia de alguna cabaña primitiva, como ha ocurrido recientemente en una prospección de un caserío de Berriz, donde se han desenterrado los restos de una cabaña primitiva de los siglos XI-XII. O en Igartubeiti donde apareció también un fondo de cabaña

La interrogante es si aparecerá algo así también bajo el caserío Gomestio.