Arranca el baile de cubos
Usurbil estrenó el sistema de recogida de basuras de portal a portal con opiniones confrontadas de los vecinos
LIDE AGUIRRE
Martes, 17 de marzo 2009, 09:03
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DV. Usurbil estrenó ayer un sistema de recogida de basura portal a portal, novedoso en Euskadi y que ha generado división de opiniones entre sus vecinos. No habían dado las ocho y media de la mañana y varios usurbildarras depositaban los residuos en cubos en el exterior de los portales de cada vivienda, enganchados a una estructura metálica diseñada ex profeso. Cada día de la semana, entre las 6:30 y las 8:30 horas de la mañana, deberán desechar un tipo de basura, y ayer, primer día, le tocaba el turno a los desechos orgánicos (provenientes de alimentos).
El sistema, que requiere un cambio en los hábitos domésticos, dado que hay que separar toda la basura del hogar, ha desatado cierta controversia entre los habitantes de Usurbil. Algunos se quejan de los posibles olores que generará la basura en verano y adelantan que «hecha la ley, hecha la trampa». «No te pueden obligar a reciclar de esa manera, y quien tenga mucha basura, con críos en casa, o en los propios bares, va a meter las bolsas de basura en el maletero del coche y se va a ir a Lasarte a echarla en sus contenedores, o a las afueras», comenta Xabi, de 42 años.
Ir acostumbrándose
Otros, sin embargo, opinan que es cuestión de tiempo adquirir «la costumbre de reciclar». «Quien algo quiere, algo le cuesta», apunta Arantza, de 35 años, en la plaza central de Usurbil. «Es complicado al principio, pero habrá que ir acostumbrándose, es una obligación ciudadana si queremos acabar con las incineradoras. No se puede estar a favor del medio ambiente pero no hacer nada por él».
«Este sistema es una imposición del Ayuntamiento», tercia en cambio el gerente de un pub del municipio. Critica que el sistema le parece «muy mal» y que no se ha consultado con los ciudadanos «a pesar de que son los que pagan» la recogida de basuras. «Aquí, en el bar, los clientes hablan, y una de las cosas que dicen es que la solución que queda a esta imposición va a ser meter la basura en el maletero, y llevarla a Lasarte. Ya verás qué poco tarda en subir el nivel de basura en los lugares de alrededor y, peor, en que aparezcan residuos por las calles».
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Este usurbildarra cree que el sistema traerá problemas a los bares y restaurantes, que generan muchísima basura. «Tengo que dejar los residuos en el almacén a la espera de que llegue el día en que pueda deshacerme de ellos. La puerta es metálica, en verano hace muchísimo calor», relata, «y en esa zona están los alimentos. En el Ayuntamiento me dijeron que coloque papeles y cartones bajo el cubo de basura y que abra la tapa, para que los cartones absorban la putrefacción, pero aún y todo huele. En Cataluña, este mismo sistema no funcionó», critica.
Antxon tampoco está de acuerdo. Sostiene en la mano una bolsa de plástico con cáscaras de pipas y comenta que no sabe si se trata de comida orgánica, ni dónde tirarlo. Además, ya ha pasado la hora de tirar la basura orgánica y hasta el jueves no toca de nuevo, así que explica que se lo tendrá que llevar a casa -pues en la calle no hay contenedores-. «Va a ir al suelo. Al principio la gente reciclará, pero después se cansará, y la basura acabará en el suelo o en Lasarte».
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Quienes sí están de acuerdo con esta fórmula son otras dos vecinas. «Hace años, cuando salieron los contenedores de colores, para el vidrio y el cartón, por ejemplo, la gente también criticó que era un lío separar la basura. Sin embargo, con el tiempo, se convirtió en lo más normal del mundo. Pues con esto lo mismo, es cuestión de tiempo que la gente se adapte, es adelantarse a los tiempos».
Por ahora, lo que más cuesta es saber qué se puede y qué no se puede echar. Por ejemplo, el papel con el que se envuelve la carne en las carnicerías tiene un lado de papel y otro de plástico. «¿Qué hacemos con eso?», cuestionan.
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95% de pureza
En la casa de cultura del municipio, Sutegi, hay habilitadas unas oficinas de información que ayer comunicaron que los residuos recogidos fueron de mucha pureza - del 95%- lo que demuestra que la gente «lo está haciendo muy bien».
También se mostró satisfecho el alcalde del Ayuntamiento, Xabier Mikel Errekondo. «La recogida ha sido espléndida», anunció, «y la participación ciudadana ha rebasado sus mejores previsiones». «Hoy es el comienzo de una nueva era en la que se demostrará que el problema de la basura tiene una solución que preserve el medio ambiente y respete la salud de las personas», declaró.
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El primer edil explicó que con este sistema de recogida se pretende pasar de reciclar de un 20% a un 80% en Usurbil. Sobre la posibilidad de que la basura pueda acabar en contenedores vecinos, admitió que «puede darse el caso, porque por mucho que se trabaje es imposible llegar al 100% de la población. Pero es una respuesta residual», apunta. «Este es un proceso de aprendizaje y hay personas que tienen sus dudas, pero los usurbildarras trabajamos en la misma línea, por el medio ambiente y la salud, y podremos absorber esa respuesta negativa residual».
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