Las empresas de la bahía de Pasaia se comprometen con el puerto exterior
Siete compañías de la asociación Giport firman un acuerdo con la Autoridad Portuaria. Expresan su voluntad de trasladar sus instalaciones a la nueva dársena y de cofinanciarla
JAVIER MEAURIO
Jueves, 7 de abril 2011, 09:46
Al final las posturas se van acercando. Tras el pacto institucional alcanzado el martes en Madrid por el Gobierno Vasco, el Ministerio de Fomento, la Diputación de Gipuzkoa y la Autoridad Portuaria de Pasaia, para la regeneración integral de la zona y la construcción del puerto exterior, ayer le tocó el turno a las actuales empresas usuarias de la bahía.
Siete de ellas, miembros de la asociación Giport, firmaron con la Autoridad Portuaria en el Aquarium los protocolos de colaboración que comprometen a estas empresas usuarias a abandonar sus actuales instalaciones, una vez construida la nueva infraestructura. También las industrias muestran su disposición a colaborar en la financiación de la misma.
«Las demás empresas de Giport, que agrupa a 37 compañías, se adherirán más adelante, ya que hay algunas que están todavía hablando del protocolo y existen puntualizaciones pendientes por resolver. Así, Iberdrola llegará a un acuerdo hoy mismo con los responsables portuarios, que quieren que gestione la nueva planta de producción eléctrica a construir en en el puerto exterior», señaló Gregorio Esparza, director de la compañía estibadora Algeposa y presidente desde ayer de la asociación Giport, que nació en 2009.
Aportaciones sin fijar
Respecto a la cantidad que Giport estaría dispuesta a aportar para financiar las obras, consideró que «todavía es muy pronto» para fijar unas cifras. «Es una obra que no está prevista que se termine hasta dentro de 12 años. Nosotros lo que hemos firmado es nuestra voluntad de financiar en la parte en la que ellos dispongan. Todo dependerá de los metros cuadrados a construir y de las necesidades de cada empresa», aclaró Esparza.
El puerto exterior costará unos 765 millones de euros y el dinero para su financiación se conseguirá gracias a los aprovechamientos urbanísticos de los terrenos que se liberen, al endeudamiento de la Autoridad Portuaria y a la inversión público-privada en las instalaciones de la nueva dársena.
El presidente de Giport aseguró que el Pasaia actual es un puerto con muchas limitaciones, por lo que si les ofrecen un servicio mejor en el exterior, todos acabarán por comprometerse a ubicarse allí. «Es como si tienes una casa pequeña, con dos o tres habitaciones y en la que vives con tu mujer y tus dos hijos. Si te ofrecen una con diez cuartos no dudas en mudarte», explicó gráficamente. Desde Giport afirmaron que muchos tráficos en el puerto están colapsados, «porque los barcos de 2.000 toneladas ya se consideran pequeños y los de 4.000 a 6.000 no pueden entrar en la dársena interior, por lo que no podemos ofrecerles nuestros servicios».
Consideraron también que la construcción del puerto exterior es imparable. «Yo también, que soy de Pasai Antxo, quiero disfrutar de una bahía regenerada, pero mi padre me dejó un trabajo en el puerto, en el que llevo ya 35 años, y las dos posibilidades: disfrute y trabajo, son compatibles», señaló Esparza.
Las empresas usuarias de la actual bahía de Pasaia opinaron que la dársena exterior va a ser una herramienta que va a beneficiar a todo Gipuzkoa, Álava, Burgos y al sur de Francia. «Va a permitir que el interior de Pasaia y parte de Oarsoaldea se urbanicen y el uso social de un territorio. Además el puerto exterior generará la riqueza necesaria. Pero no se puede decir que tiene que ser una cosa o la otra».
El presidente de Giport subrayó que «si se pierde el puerto perdemos todos nuestros recursos. Y no se trata de una continuación de una etapa anterior, sino de un eslabón para que podamos crecer y seguir existiendo. Por eso digo que no hay marcha atrás».
Visión de futuro
Frente a las críticas de los grupos y partidos que aseguran que se trata de una obra innecesaria, Esparza destaca que «siempre nos vamos a encontrar con gente que esté en contra, pero con los argumentos que los partidarios al proyecto podamos sugerirles nos darán la razón. Sinceramente creo que dentro de dos o tres generaciones, una vez hecha la obra y ya en funcionamiento, muchos de los descendientes de aquellos negativistas estarán trabajando en la nueva infraestructura».
Con la misma convicción habló a los presentes en el acto de las firmas de protocolos de compromisos el presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Buen. «A los del 'no' los vamos a tener siempre en frente, pero tras el acuerdo de Madrid del martes, hoy llega este compromiso de los primeros usuarios, a los que se les unirán muchos más. Sabemos que el proyecto va a generar riqueza y aunque las obras para la nueva dársena no estarán concluidas hasta 2022, ya trabajamos en la regeneración de la bahía».