«Voy a colaborar con la Justicia, pero quiero ante todo que se me escuche»

«Su señoría, dígame en qué instancia de Estados Unidos usted desea que comparezca, en el Consulado de España es posible, yo me presentaré y haré mis declaraciones. No creo que es necesario que me extradite como un vulgar delincuente ni se me acuse de ir en contra de la justicia cuando llevo más de tres meses tratando de declarar, y que existe la posibilidad de declarar desde aquí», escribía desde Miami Julián Argilagos a la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Azpeitia en septiembre del pasado año. También se mostraba dispuesto «incluso a ir si me garantizaban el pasaje, la estancia y seguridad personal» porque «estoy totalmente arruinado».

«Voy a colaborar con la Justicia, pero quiero ante todo que se me escuche», aseguraba en el escrito, dedicando gran parte del mismo a recordar su trayectoria profesional, a defender su actuación en el proyecto y a denunciar tanto lo que considera «violaciones de contrato» como modificaciones ilegales y no consentidas de su propuesta. También subraya el descrédito que le han supuesto las acusaciones y los perjuicios profesionales y económicos que le han causado.

En relación con la acusación de haber cometido intrusismo profesional, reconoce que «es cierto que no me homologaron el título de arquitecto» aunque «de hecho según la ley se podía haber homologado», aunque afirma que las habilitaciones que tiene en Estados Unidos le dan derecho a «ejercer la arquitectura en cualquier parte de este planeta, siempre que actúe bajo la dirección de arquitectos del país que se trate. Así ha sido en el País Vasco y en Francia». «Si de algo más se me acusa -escribía-yo estoy dispuesto a colaborar. Me considero inocente ante semejantes calumnias».