¿Cuánto cuesta comer sin gluten?

¿Tiene un celiaco en la familia? Pues prepare un sueldo más. Hasta 1.468,72 euros se encarece la cesta de la compra anual en un hogar con una persona intolerante al gluten, una enfermedad que no tiene tratamiento y que afecta al 1% de la población, aunque la mayoría no lo sabe. La Federación de Asociaciones de Celiacos de España elabora periódicamente un listado que señala las diferencias en el precio de la versión 'sin gluten' de los alimentos. Y son abismales, hasta del 553% en el caso del pan rallado, que cuesta 1,66 euros el kilo con gluten y se dispara hasta los 9,17 si se elabora eliminando esta proteína presente en la harina de trigo y cereales como el centeno o la cebada. También se pone en cifras prohibitivas las galletas del desayuno de siempre, que no llegan a los 2 euros (el kilo) con gluten y cuestan casi 8 libres de él, las croquetas (2,78 euros frente a 12,18), las magdalenas (3,38 euros el kilo y 13,72 las elaboradas para celiacos), los macarrones (1,18 euros y 4,84)...

Esos casi 1.500 euros de más que se gastan los celiacos en la compra del año son 30,6 euros a la semana, que quizá así es más fácil la cuenta, y 122 al mes. Es mucho porque realmente no hay tantos alimentos que contengan gluten ya que están libres de ello las legumbres, los huevos, las verduras, las frutas, la carne y el pescado fresco, el aceite, la leche, los frutos secos...

La buena noticia es que, aunque caro, cada vez hay más productos en versión 'sin'. Los primeros fueron los panes, las galletas y las magdalenas, casi indispensables en cualquier desayuno y especialmente aplaudida ha sido la llegada al mercado de la cerveza sin gluten. Ya hay cuatro marcas españolas que la fabrican y los que las han probado aseguran que están «bastante conseguidas». También hay filete de cerdo adobado sin gluten, empanadillas, gominolas y hasta helado de nata.

En los colegios, la ley obliga a preparar menús alternativos para los niños afectados de celiaquía, pero las empresas no están obligadas a ofrecer menús 'sin' a sus empleados. Y comer en el bar no siempre da garantías porque la «contaminación cruzada» es un enemigo casi invisible. «Basta con utilizar la misma escudilla en un saco de maicena que en uno de harina de trigo para que el primero quede contaminado. O algo tan cotidiano como echar unos picatostes de pan de trigo a un plato sin gluten», advierte Mireia Apraiz, directora de la Asociación de Celiacos de Euskadi. Han publicado un listado de 44 restaurantes de Euskadi donde se puede ir a comer sin problema. «Los visitamos cada año y gente con formación les orienta sobre cómo cocinar para evitar la contaminación cruzada», explica Apraiz, que agradece a estos locales su predisposición aunque recomienda a los clientes «avisar antes de ir».

En España hay 450.000 personas afectadas y, teniendo en cuenta esta proporción de uno de cada cien, habrá casi 22.000 en Euskadi. La mayoría no ha sido diagnosticado. «Hay gente que pasa años hasta que se da cuenta. Vas al médico y quizá no se le ocurre mirar por ahí. Antes ocurría bastante pero ahora ya hay médicos que incluyen este asunto en las propias analíticas», cuentan desde la federación española.

En su página web dan respuesta a todas las preguntas que se hace un celiaco y han contabilizado hasta cien (preguntas). Desde qué es esta enfermedad («una intolerancia al gluten que cursa con una lesión severa de la mucosa del intestino delgado superior») hasta las probabilidades que tienen los hijos de celiacos de desarrollar la enfermedad (una entre diez), los síntomas (molestias digestivas, estreñimiento, dolores óseos, diarrea crónica en el caso de los niños más pequeños, vómitos, falta de apetito...) y, fundamental, las cantidades de gluten que toleran los enfermos, porque «no es posible determinar el cero absoluto». Lo que nos garantiza la etiqueta 'sin gluten' es que ese alimento tiene menos de 20 ppm (mg/kg) de gluten y los que contengan hasta 100 ppm se etiquetarán como 'muy bajo en gluten'.

¡Ojo con lo que comemos!

- Alimentos que contienen gluten: pan, harina de trigo, cebada, centeno. Bollos, pasteles y tartas. Galletas, bizcochos y productos de repostería. Pasta (fideos, macarrones, tallarines), higos secos, cerveza, obleas de la comunión.

- Alimentos libres de gluten: leche, quesos de untar sin sabores, requesón, nata, yogures naturales, cuajada. Todo tipo de carnes y vísceras frescas, congeladas y en conserva al natural. Embutidos como cecina, jamón serrano y jamón cocido de calidad extra. Pescados frescos y congelados sin rebozar, mariscos frescos y pescados y mariscos en conserva al natural o en aceite. Huevos. Verduras, hortalizas y tubérculos. Frutas. Arroz, maíz, tapioca, legumbres. Azúcar y miel. Aceites y mantequillas. Café en grano o molido, infusiones y refrescos de naranja, limón y cola. Vinos y bebidas espumosas. Frutos secos crudos. Sal, vinagre de vino, especias en rama, en grano y todas las naturales.

- Alimentos que pueden contener gluten (por naturaleza no contienen gluten, pero pueden llegar a incorporarlo por el proceso tecnológico o por contaminación cruzada): choped, mortadela, chorizo, morcilla, salchichas, patés, quesos fundidos, de untar de sabores, especiales para pizzas. Conservas de carne, albóndigas, hamburguesas. Conservas de pescado en salsa, con tomate frito. Salsas, condimentos y colorantes alimentarios. Sucedáneos de café, chocolate y cacao y otras bebidas de máquina. Frutos secos tostados o fritos con harina y sal. Caramelos y golosinas. Algunos tipos de helados, sucedáneos de chocolate.