El flemón que internet convierte en tumor
«Hay pacientes que se autodiagnostican y te plantean el teórico tratamiento que les tienes que hacer»
A. U.
Lunes, 11 de enero 2016, 07:57
A los médicos les ha salido un colega virtual que les viene fenomenal para actualizar sus conocimientos, «porque todo está ahí, a mano», pero en ocasiones es un sabelotodo que llega a confundir a los ciudadanos. Internet y. en concreto el 'doctor' Google, están muy presentes en las consultas médicas. «Hay pacientes que te vienen muy angustiados diciéndote 'doctor, sé que tengo un cáncer porque tengo un bulto aquí'», dice José Antonio Arruti señalando la mandíbula. «La gente lo pasa muy mal porque si tiene un flemoncito pone en internet bulto y eso te lleva a nódulo y acaba siendo un tumor, con lo que se preocupa muchísimo», relata, para subrayar la importancia de tener conocimientos médicos para interpretar correctamente toda la información que se puede encontrar por la red. Porque la situación puede darse también a la inversa, «y puede que tenga una lesión tumoral y según cómo se haga la búsqueda internet le oriente a un proceso benigno y el paciente deje de ir al médico, que es lo fundamental».
Ir al médico de cabecera
Cada vez más pacientes de Javier Azparren también consultan a 'doctor' Google. En este sentido, cree que los ciudadanos «igual tienen que volver a recurrir al médico de cabecera para que les dirija. La gente se salta al médico de familia y consulta directamente en internet en vez de con el facultativo de cabecera, que suelen saber latín. Ellos discriminan perfectamente lo que es grave y no, ante qué dolencia nos hallamos y si es preciso recurrir al especialista», dice el urólogo, quien observa a ciudadanos que se autodiagnostican y van directamente al especialista.
«Es cierto que hay algunos enfermos que se hacen su diagnóstico y te plantean el teórico tratamiento que les tienes que hacer», corrobora Jaime Usabiaga, quien en ocasiones se sienta ante enfermos «que saben más tú. Estoy hablando de pacientes sin formación académica que cuando llegan a consulta saben de pares de fricción más que muchos traumatólogos. No me parece mal que se informen por su cuenta, pero en ocasiones se llega a un nivel de conocimiento que requiere tener mucho cuidado», advierte.
Otra de las tendencias es el momento 'tercer grado'. «Son pacientes que llegan con uno o varios folios con preguntas», cuenta Azparren. «Es una especie de examen. En ocasiones parece que te van a pillar», prosigue Arruti. «Hay gente que te pregunta cuestiones complejas de la técnica que vas a emplear, la trayectoria la incisión... porque han leído sobre eso».
Internet es también, junto a otras vías de comunicación, campo abonado para intereses comerciales. «Hubo una propaganda muy importante de unas prótesis de cadera que la gente pensaba que eran una maravilla. Pero resultaban más agresivas a la hora de ponerlas y sus beneficios teóricos los pondría en duda», cuenta Usabiaga. A pesar de todo, algunos pacientes las pedían. «'Si quiere se la pongo, pero yo no me la pondría'», les aconsejaba.