Primoz Roglic, en pleno esfuerzo durante la primera etapa de la Itzulia 2021 MICHELENA
Vuelta al País Vasco - Itzulia

Primoz Roglic madruga y cierra la puerta al salir

El ganador de la Itzulia de 2018 se coloca en la mejor disposición para volver a ganar en Euskadi, tras dominar la crono de Bilbao con autoridad

Lunes, 5 de abril 2021, 20:24

El despertador ha sonado pronto para Primoz Roglic (Jumbo) y el esloveno, minucioso profesional y educadísimo deportista, se ha levantado y salido a toda ... velocidad, no sin antes despedirse de todo el mundo y cerrar la puerta tras él. El ganador de la Itzulia de 2018 ha eligido ser de los primeros en arrancar, al revés de la costumbre que dicta que los líderes son los últimos en ponerse en marcha. Ha sido el décimo hombre en partir, tres horas antes que su mayor rival y paisano, Tadej Pogacar (UAE). Ha marcado el mejor tiempo a primera hora de la tarde y pasadas las cinco se ha convirtido en el primer líder de la Vuelta al País Vasco, cuando Pogacar, el último en salir, no ha podido superar su registro. Ni de lejos: se ha quedado a 28 segundos, los mismos que ha cedido Adam Yates (Ineos). Peor aún le han ido las cosas al campeón en ejercicio. Ion Izagirre (Astana) se fue, de forma imprevista, por encima del minuto de pérdida. El lugar que parecía reservado para él en la clasificación lo ha ocupado un fenomenal Alex Aranburu, noveno a medio minuto del ganador.

Publicidad

Metódico hasta la desesperación, Roglic lo tenía todo previsto. Sabía que iba a marcar el mejor tiempo y que le tocaría esperar tres horas en la meta antes de saber si era el ganador o no. Su idea era tener más tiempo de descanso que sus rivales. En meta tenía preparados el rodillo, la comida, los cuidados de los auxiliares y el teléfono móvil con auriculares. Casi le habría dado tiempo a ver 'Ben Hur' al completo.

Ha ido viendo pasar por delante a todos sus rivales como en una procesión, a la espera del último cura, que no era otro que Pogacar. Pero el ganador del Tour esta vez no ha sacado a pasear la varita mágica que le sirvió para poner patas arriba la carrera francesa en la cronoescalada a La Planche des Belles Filles y arrebatársela a su paisano, que se llevó el mayor golpe de su vida. Mayor aún que aquella caída que tuvo en su etapa de saltador de esquí.

Pero, como entonces, Roglic se levantó, apoyado en un sentido de la deportividad exquisito. Segundos después de perder el Tour se acercó a su verdugo y le felicitó con sinceridad. Una semana después fue a la Lieja-Bastogne-Lieja y la ganó. Poco más tarde, a la Vuelta a España, y también la ganó. Ese es Roglic.

Publicidad

Mucha diferencia

Ha aventajado en 28 segundos a Pogacar y a Adam Yates, sus dos grandes rivales después de que Ion Izagirre perdiera pie, y en dos más a Schachmann (Bora), un tipo peligroso. No parecen muchos, pero a este nivel es mucha diferencia.

Porque el problema es dónde restar esa diferencia a un corredor que no solo se maneja en todos los terrenos, sino que suele ser dominador. La de la primera etapa de la Itzulia es la cuarta victoria de la temporada de Primoz Roglic. Las tres anteriores las logró, con una superioridad abrumadora en montaña en la París-Niza, su primera cita del año. No se adjudicó la carrera del sol por dos caídas en la última etapa, de las que parece que se ha recuperado al cien por cien.

Publicidad

También es la cuarta victoria del esloveno en la Itzulia. Dos etapas en 2017 (una en Bilbao, como ayer) y una etapa y la general en 2018. Fue en Euskadi donde su carrera dio el salto definitivo al primerísmo nivel y ayer recordó que le encanta correr en las carreteras vascas. Tiene memoria.

Las claves de la primera etapa de la Itzulia

  • Ventaja. Los 28 segundos a Pogacar y Adam Yates son una renta importante en el máximo nivel mundial

  • La cara. Alex Aranburu se codea con los mejores y hoy tiene un buen final para sus condiciones de rematador

  • La cruz. Ion Izagirre no encontró el pedaleo y se ve abocado a otra remontada épica, como la de hace dos años

Es tarea de los demás demostrar que saben restar, una operación que siempre parece más fácil de lo que es. Roglic puede elegir la música con la que tendrán que bailar sus rivales. Su equipo ha colocado a Vingegaard y Foss tercero y cuarto, con lo que el Jumbo está en una posición fuerte. Cuatro de las cinco etapas que restan tienen terreno para la batalla y las cuatro son propicias para un buen Roglic. Empezando por la de mañana martes, en Peñas Negras (La Asturiana) y el final en subida en las calles de Sestao, en el corazón industrial de la Margen Izquierda, junto alcampo de fútbol de Las Llanas. La lucha es el estado natural de estas latitudes y habrá zafarrancho. Además, hay bonificaciones, 10, 6 y 4 segundos en meta, donde Roglic también tendrá algo que decir con su punta de velocidad. En resumidas cuentas, que el resultado de la contrarreloj obliga a los rivales del esloveno a ponerse a pensar. No pueden dejar todo para Arrate.

Publicidad

Etapón de Alex Aranburu

La crono ha dejado la buena noticia para los aficionados vascos del etapón de Alex Aranburu. El ezkiotarra -que ha volado en la segunda parte del recorrido- se coloca noveno, a 30 segundos de Roglic, lo que quiere decir que a dos de Pogacar y Adam Yates. Por delante de sus líderes, Ion Izagirre y Jakob Fuglsang, y en la víspera de una etapa como la este martes que lleva su nombre, salvo que la carrera salte por los aires en Peñas Negras como si fuera la Tirreno-Adriático y todos los favoritos lleguen de uno en uno con diferencias en minutos en vez de en segundos.

Aranburu, a los 25 años, ha dado un salto de calidad y ya es uno de los referentes del Astana, uno de los equipos más agresivos y triunfantes del World Tour. Se ha ganado el respeto dentro de un equipazo, con unas características muy atractivas para el aficionado, muy cercanas al ciclismo más moderno de ataque, velocidad y espectáculo que a la vieja tradición del sufrimiento y el sacrificio, valores que sin embrago siguen siendo centrales y sin los cuales no se alcanzan el brillo y la gloria.

Publicidad

La cruz ha sido para Ion Izagirre. El ganador en ejercicio no ha encontrado el pedaleo, ya ha pasado retrasado por el punto intermedio tras la subida y en el tramo de descenso, a alta velocidad, no ha podido revertir la situación. El ormaiztegiarra se aboca a otra remontada épica como la que le dio el triunfo en 2019. Tiene un Astana de combate a su disposición para no dar tregua durante seis días.

Tres horas después, Roglic se fue a por el maillot amarillo y no tiene la más mínima intención de soltarlo hasta Arrate.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad