Ciclistas y técnicos del Eibar han acudido esta semana para ensayar sus ánimos a los cilcistas de la Itzulia en el punto más decisivo de la carrera, las rampas de Arrate. Arizmendi

Itzulia 2023

Un menú largo para disfrutar del mejor ciclismo del mundo

Ambiente ·

Las seis etapas de la Itzulia ofrecenun amplio abanico de posibilidades paralos aficionados de encontrar los puntos estratégicos para ver a los corredores de cerca

Lunes, 3 de abril 2023, 07:24

El único final 'en alto' de la Itzulia 2023 llegará en la tercera etapa del miércoles 5 de abril, íntegramente en Gipuzkoa con la ... salida de Errenteria y la llegada a Hika Txakolindegia, en Amasa-Villabona. Las bodegas y el restaurante que albergarán el final de la etapa están ubicadas al final de un muro de 230 metros con una media superior al 20% y rampas de hasta el 26%.

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Primera etapa. El único puerto de la primera jornada es el puerto de Opakua, pero está al principio de la etapa, a 132 kilómetros de meta. Un clásico del ciclismo vasco, pero que esta vez poco o nada decidirá. Para los aficionados, lo más interesante estará en el circuito final entre Labastida y Laguardia, en un terreno típico de la Rioja Alavesa. El director técnico de la Itzulia, Roberto Laiseka alerta de la presencia de «carreteras estrechas y muy sinuosas hasta el paso por el sprint de Labastida. Salvo que sople el viento, la etapa está muy enfocada a que se decida al sprint». Dentro del último kilómetro hay una rampa del 8% y otra del 6%. Poco antes, a dos y medio de la llegada, el pelotón deberá superar otro repecho al 8%. Más que para velocistas puros, es un final para rematadores.

Segunda etapa. La etapa más larga de esta Itzulia es la misma que el año pasado, pero al revés. Los puntos de mayor interés llegarán una vez que la etapa alcance el kilómetro 115 en Lekunberri. Antes de eso, según Laiseka, se atravesará «una zona propicia para que se haga una fuga, pero la segunda parte de la etapa es un circuito donde los líderes deberán situarse delante ya que las carreteras son sinuosas y la climatología puede ser decisiva al haber bajadas muy largas». Los dos pasos por Arkiskil (Basakabi, el segundo subiendo de Doneztebe por Ezkurra) son la opción más atractiva para los aficionados, sin olvidar el muro de Saldias, entre los dos pasos por Basakabi antes de bajar a Doneztebe. Saldias son solo 2,9 kilómetros pero al 9,2% de media. Su rampa más empinada, al 17%, es un punto donde los ciclistas pasarán muy despacio, ideal para verles muy de cerca y en detalle.

Tercera etapa. La opción obvia en la jornada que une Errenteria con Amasa-Villabona es el muro de Hika, pero hay mucho más. La meta está en un repecho de 400-500 metros que empieza al 16-17% y llega hasta el 22%. Los favoritos tendrán que estar muy delante porque se puede perder tiempo. Pero antes de eso ya hay mucha tela que cortar, y más con lo últimos cambios de recorrido que incluyen la subida a Alkiza. A partir del primer paso por meta, se entra en un circuito muy rompepiernas con carreteras estrechas y con sube y bajas donde habrá mucha tensión en el pelotón para que los líderes se puedan situar en cabeza. La subida a Ateaga, inédita pero ya conocida por los seguidores del ciclismo amateur porque se subió en la Aiztondo Klasika, va a sorprender a más de uno. «Los favoritos van a necesitar mucha ayuda de sus equipos», asegura Laiseka. La meta en Hika estará a reventar de público y en esos pocos metros se jugará la etapa, pero quienes quieran ver la etapa sin tantas apreturas, muy buenas opciones son Altzo, con dos pasadas, o Aduna, que no puntúa pero tiene rampas para que el grupo de cabeza pase estirado y poder distinguir bien a los ciclistas.

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Cuarta etapa. «Etapa típica del territorio de las Encartaciones, con muchas subidas y bajadas, muy propicia para fugas, entrando en la parte final con el puerto de la Asturiana y posterior bajada desde la Arboleda que puede ser decisiva para el desenlace como en años anteriores. Es muy similar a la que ganó Alex Aranburu en Sestao, que está muy cerca de Santurtzi. La etapa acaba en un repecho de 300 metros al 4%». El diagnóstico de Laiseka explica bien el diseño de esta etapa, cuyo punto ideal para ver pasar la carrera es la subida a la Asturiana, que es la ascensión a la Arboleda desde Muskiz. Bonitos paisajes para pasar el día en la zona minera de la Margen Izquierda del Nervión. La llegada será rapidísima, en una corta subida de apenas cien metros en pleno centro de Santurtzi.

Quinta etapa. Paresi está lejos de meta pero es el puerto más duro de una etapa «complicada y propicia para que los directores puedan mover sus peones, en la que independientemente de que no existan puertos importantes hasta Paresi se moverán por un terreno propicio para probar estrategias para el final, en el que entramos en un circuito donde estar delante es muy importante para quien quiera mantener sus opciones en la general. Los últimos 50 kilómetros son por carreteras estrechas y se bajará a meta desde Autzagane», explica Laiseka.

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Sexta etapa. La traca final queda para el último día, con la etapa Eibar-Eibar. Corta, de apenas 137 kilómetros, y una ensalada de puertos: Elkorrieta (3ª, 2,6 kms.-6,7%), Azurki (1ª, 5,1 kms.-7,4%), Gorla (2ª, 9,6 kms.-5,7%), Krabelin (1ª, 5 kms.-9,6%), Trabakua (3ª, 3,3 kms.-7,1%), Ixua (1ª, 4,1 kms.- 9,2%) y San Miguel (5 kms.-4,8%). Sobran atractivos. Siempre merece la pena acudir a Azurki, pero el doble paso por Arrate (Krabelin e Ixua) es el punto donde más aficionados se reunirán. «Hará falta equipo para poder controlar la carrera. Tiene casi 4.000 metros de desnivel y siete puertos, con los únicos tres de primera de toda la Itzulia. Ya hemos visto lo que puede dar de sí Krabelin, y luego el final será el clásico de Ixua y San Miguel», confirma Laiseka. Salvo mañana en Labastida, donde la zona de meta es casi el único punto caliente, en el resto de los días los aficionados tienen un menú largo para disfrutar.

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