Guillaume Martin, tirando del pelotón de la Itzulia. KARLIS
Guillaume Martin (Cofidis)

«Nietzsche estaba más en lo cierto que Coubertin; lo importante es ganar»

Ciclista de Cofidis ·

Es el filósofo del pelotón, acaba de publicar en castellano 'Sócrates en bicileta', pero lo que más persigue es acercarse al podio del Tour de Francia

Gaizka Lasa

San Sebastián

Sábado, 10 de abril 2021, 07:43

Le rulan las piernas y la cabeza. Y lo que aún le distingue más: sabe sacar partido a cada cual. Con su motor ha tocado ... a las puertas del Top10 del Tour de Francia los dos últimos años (12º y 11º), además de ganar el Premio de la Montaña en la pasada Vuelta. El intelecto le ha dado para escribir obras de teatro y libros de Filosofía. 'Sócrates en bicicleta' acaba de ser editado en castellano por la editorial 'Libros de Ruta' después de las exitosas dos ediciones en francés. ¿Imaginan a Aristóteles, Nietzsche o Pascal en una carrera? Lean a Guillaume Martin (París, 1993). Ahí va el filósofo del pelotón. Está en la Itzulia.

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- ¿Qué espera que le reporte mayor éxito este año: su temporada ciclista o su libro?

- Espero no tener que elegir. Creo que puedo actuar como un gran ciclista y a la vez ejercer de buen pensador. Ojalá tenga resultados exitosos en ambos frentes, pero ahora estoy más centrado en la bici. A partir del otoño tendré tiempo para dedicarme al libro.

- Véndanos su libro.

- Mi objetivo ha sido unir dos universos como el del ciclismo y la Filosofía. Sobre el papel están muy alejados, pero estoy convencido de que se pueden crear vínculos. Es un libro para que el entorno del ciclismo se acerque a la Filosofía y a los intelectuales, para que pueda hablar sobre ellos como no lo hace habitualmente. Y viceversa, para que ese mundo de los pensadores también pueda entrar en contacto con un deporte como el nuestro.

- ¿Y como ciclista? Véndase también.

- Bueno, creo que soy básicamente escalador. Es mi mejor cualidad. También tengo un espíritu agresivo. Me gusta jugar al ataque.

- ¿Qué le hace más feliz: la Filosofía o el ciclismo?

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- Creo que no tengo que elegir. Me apasionan ambos mundos. Encuentro la felicidad en los dos. Creo que es importante poder tener diferentes inquietudes en la vida. Cuando en la bici me van mal los resultados, me refugio más en la filosofía.

- ¿De dónde le viene la afición por el ciclismo?

- Tengo ese instinto competitivo desde los cuatro o cinco años. Mi padre fue ciclista y le apasionaba el ciclismo. Iba con él a ver carreras y en casa veíamos ciclismo a todas horas. A mí, en general, me apasionaba el deporte. Poco a poco me decanté por el ciclismo.

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- ¿Y cómo se decantó por la Filosofía?

- Decidí matricularme en Filosofía el último año del colegio, como todo el mundo al elegir una carrera. Me atraía, aunque tampoco estaba muy seguro. La clave fue encontrarme con un profesor muy bueno en mi primer año de universidad. Este profesor me hizo descubrir realmente el mundo de la Filosofía y logró que me adentrara más en él. En esta carrera, un profesor puede hacer que odies la Filosofía o que la ames. Tuve suerte.

- ¿Cómo describiría la capacidad intelectual del pelotón World Tour? ¿Se siente un filósofo como usted la oveja negra?

- Es una pregunta que me hacen muchas veces. Nunca me he sentido una oveja negra. En el ciclismo hay personas de muy diferentes contextos sociales y culturales. No necesitas tener un determinado entorno o educación. Lo que valen son tus cualidades físicas. Por eso es el pelotón un universo tan democrático. Puedes ver corredores con estudios universitarios, otros con carreras técnicas... hay de todo. Y un respeto entre todos.

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- ¿Qué te cansa más: indagar en el pensamiento o pedalear?

- Son diferentes tipos de fatiga. El ciclismo es más sufrido, no sería honesto si lo negara. Pero lo importante es poder combinar las dos actividades en una balanza, de manera que cuando me canso de filosofear, pueda ponerme a dar pedales, y que cuando necesito descansar de la bici pueda dedicarme al pensamiento.

- ¿A qué dedica más horas: a pensar o a pedalear?

- El ciclismo, obviamente, es mi trabajo y la Filosofía, al menos de mo mento, es un hobby. Me dedico sobre todo a prepararme para el ciclismo y leo o escribo solo cuando mi oficio me lo permite, al final del día, si tengo tiempo, o en ratos de descanso. El ciclismo me lleva más horas, sí.

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- ¿Piensa en asuntos filosóficos mientras se entrena? ¿Le ayuda en algo en caso de ser así?

- No, la Filosofía no ayuda a ser mejor ciclista. Te puede ayudar a afrontar mejor determinados momentos muy concretos. Pienso en la Fisolofía en un modo más existencial. Sí que puede haber momentos de entrenamiento en los que pienso en lo que voy a escribir después, pero esos pensamientos no infuyen en hacer mejor o peor mi trabajo ciclista.

«En el Tour estuve cerca de ver la luz tal y como lo dice Platón en su mito de la caverna; estuve a nueve segundos del liderato»

- ¿Por qué hizo usted el máster sobre Nietzsche y el deporte?

- En el máster quería reflexionar sobre Nietzsche y su filosofía aplicándola al mundo del deporte. Lo que leí de este autor realmente se acercaba más a lo que yo sentía como deportista que a la ideología de Coubertin o los Juegos Olímpicos que tantas veces hemos escuchado. Yo veía que para mí lo importante no era participar, si no que lo decisivo era ganar, y eso me acercaba a la filosofía de Nietzsche. Sobre todo esto me parecía interesante reflexionar en mi máster de carrera.

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- ¿De dónde le salió el título de 'Sócrates en Bicicleta'?

- Fue un título decidido junto con el editor. No fue una elección mía. Sonaba bastante bien. También era sugerente y divertido imaginar a Sócrates en bicicleta. Y era una manera directa de realacionar el mundo de la Fisolofía con el ciclismo. Se identificaba en un primer momento que se iban a unir los dos universos en el libro, y era lo que queríamos.

- También ha escrito una obra de teatro titulada 'Platón vs Platoche'.

- Fue una obra que escribí antes del libro de Sócrates y realmente fue un juego para mí. No lo escribí pensando en que luego llegaría a ser lo que es. Hoy en día hay compañías en Francia que lo interpretan, pero lo hice con el único fin de pasármelo bien. Imaginé una historia graciosa con autores que me agradaban en mis años de estudios con la intención de tratar con simpatía la Filosofía y que no asustara a nadie.

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«El objetivo del libro ha sido que dos mundos aparentemente lejanos como la Filosofía y el ciclismo se puedan unir»

- Tanto que le gusta el mito de la caverna de Platón, ¿vió la luz en el pasado Tour de Francia?

- Sí, bueno, depende de lo que consideremos la luz. Si tomamos como tal el maillot amarillo, la verdad es que estuve cerca. Estuve tercero en la general en la primera semana e hice tercero en una etapa por detrás de Roglic y Pogacar. Tras la etapa de Loudenvielle, estuve a nueve segundos del líder. Es lo más cerca que he estado de la luz.

- ¿Le supone una gran presión ser una de las promesas francesas para el Tour después de sus últimas actuaciones?

- No. En realidad, siempre tienes presión. Soy uno de los líderes del Cofidis pero es un rol al que ya estoy acostumbrado de los últimos años y que me gusta. No supone un problema.

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- ¿Qué objetivos se marca para esta temporada?

- Después de la Itzulia correré las clásicas de las Ardenas, que siempre suponen un punto importante de la temporada, y luego ya me centraré en la preparación para el Tour. Este año también es especial porque están los Juegos Olímpicos y me encantaría estar en la selección francesa. Y también tengo previsto estar en la Vuelta, como el año pasado, donde terminé con buen sabor de boca.

- ¿Qué hacía un escalador francés como usted emigrando a un equipo belga al inicio de su carrera?

- Para ser honestos, el Wanty fue el único equipo que por aquel entonces, en 2016, me ofreció un contrato profesional. Realmente no sabía a dónde iba, pero fue una buena oportunidad para crecer y en poco tiempo me tocó coger responsabilidades. El segundo año ya corrí el Tour de Francia. Fue un paso importante en mi carrera para después volver a mi país y a un equipo World Tour.

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«Un profesor en primero de carrera fue clave para volcarme a la Filosofía, al igual que el Wanty belga me lanzó como ciclista»

- Creo que nos quedan cosas pendientes. ¿Me invitará a un café cuando se baje del podio de París?

- Me encantaría, pero igual tengo que volar directamente a los Juegos. Lo posponemos para antes de la Vuelta.

- ¿Dónde quedamos?

- El inicio de la Vuelta queda cerca de Euskadi. Burgos no es mal sitio. Si no, te vienes a mi casa, en Normandía. Hay bonitos parajes y bonitas cafeterías, si es que las abren para entonces, porque tal y como vamos...

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Ilustres filósofos escalando puertos junto a campeones

En el libro recién traducido de Guillaume Martin se puede apreciar a a Sócrates, Aristóteles, Nietzsche, Pascal u otros filósofos prparando el Tour. Se puede pedalear con estos ciclósofos, como les llama el autor. Dice que están dotados de una poción mágica: su inteligencia. Martin mezcla ensayo y ficción, la fábula con las meditaciones más profundas. Nietzsche entrenando con valentía, ilustres filósofos escalando puertos junto a los grandes campeones, Heidegger cayendo en una zanja, Sócrates tomando la delantera del pelotón o incluso Sartre dirigiendo la selección francesa... Una fantasía filosófica cuyo objetivo es borrar muchos tópicos, demostrando que el esfuerzo físico de alto nivel no es enemigo de la actividad intelectual.

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