Roglic: «El despiste es por dar demasiadas vueltas de reconocimiento»

Este triunfo le sitúa a la altura de Miguel Mari Lasa, Alejandro Valverde y Joaquim Rodríguez en el ranking de los vencedores de etapa en la historia de la Vuelta al País Vasco, encabezado por el tándem Txomin Perurena-Sean Kelly con once. Les siguen Laurent Jalabert con nueve y Tony Rominger con ocho.

«Es algo grande participar en esta carrera, por la afición y por la gente que acude a ver la carrera», confiesa Roglic. «Es fantástico competir aquí de nuevo y las piernas, obviamente, estaban bien. Me sentí fuerte. He cometido un pequeño error al final, pero he podido corregirlo a tiempo y por suerte los segundos que he perdido no me han impedido lograr el triunfo».

El esloveno, que estrena esta temporada los colores del Bora después de ocho exitosos años en las filas del Jumbo, se toma con filosofía el despiste cometido a pocos metros de la línea de meta. Siguió por la zona reservada para el desvío de los vehículos en lugar de girar hacia la izquierda en la plaza San Juan.

Asume el error. «Es por dar demasiadas vueltas de reconocimiento. En todas ellas había ido recto por la derecha. Sin embargo, la pancarta de meta estaba en el lado izquierdo y no la he visto. Me he dado cuenta de que ya debería haber cruzado la línea de meta, por lo que he dado marcha atrás. Iba muy centrado en la carrera y se han juntado el tráfico, el corredor del Arkéa al que he adelantado, el coche de equipo...».

Transcurrieron casi tres horas entre su llegada a meta y la confirmación del triunfo. «Posiblemente sea la vez que más tiempo he esperado, aunque también se me hizo larga la espera cuando gané la crono en Bilbao».

Califica Roglic el recorrido de la crono como «técnico. Estoy contento con el rendimiento y con el resultado. Aunque la ventaja es corta y falta mucha carrera, siempre es mejor estar por delante que por detrás en la clasificación general. He disfrutado sobre la bicicleta y me quedo con eso».

El líder de la carrera apunta que «el primero era el día más fácil de todos. Veremos lo que pasa a partir de ahora. Pondré todo de mi parte para conservar el maillot amarillo hasta el último día. Una victoria es una victoria, pero queda mucho terreno y mucha montaña por delante».

No descarta luchar por las bonificaciones en meta. «Va a contar cualquier segundo. ¿Por qué no intentar arañar segundos de bonificación si se presenta la oportunidad?».

Venía Roglic de una París-Niza en la que su rendimiento estuvo muy por debajo de lo habitual. «No salió como quería, pero esta es otra carrera». La Vuelta al País Vasco es uno de sus grandes objetivos de abril, mes en el que disputará también las clásicas Flecha Valona y Lieja-Bastogne-Lieja.

A continuación parará con el fin de afrontar la preparación del segundo bloque de la temporada con el el Tour de Francia como reto principal. El Dauphiné a primeros junio será su única prueba dentro de la puesta a punto para la ronda gala, en la que no deberá compartir galones con nadie en su formación.

Reconoce Roglic que se encuentra todavía en fase de acoplamiento a una nueva estructura: «Solo es mi segunda carrera con el equipo y todavía debemos aprender a conocernos. Es un proceso largo». La presencia de Hindley, ganador del Giro de 2022, Jungels y Sobrero le garantiza una buena compañía. «Vamos a tratar de hacerlo lo mejor posible en la Itzulia», añade el jefe de filas, rival por primera vez de Jonas Vingegaard tras varias campañas juntos en el Jumbo.