La oposición cuestiona los contratos del Consorcio y Alduntzin los avala

El diputado foral de Medio Ambiente de Gipuzkoa, Juan Carlos Alduntzin, defendió ayer la contratación de Antton Lete como nuevo director general del Consorcio de Residuos, pese a las dudas que este nombramiento ha generado en la oposición. PNV, PSE y PP recordaron que, cuando Lete fue designado para el cargo, era socio de una empresa a la que la Administración foral adjudicó varios contratos, uno de ellos el mismo día de su nombramiento al frente del consorcio. Alduntzin insistió en que la Diputación «no tiene nada que ocultar» y se mostró convencido de que Lete no ha cometido ni cometerá ninguna irregularidad porque «es guipuzcoano y es honesto».

Estos y parecidos argumentos se escucharon ayer en la comisión de Medio Ambiente de las Juntas Generales, ante la que compareció Alduntzin, a petición del PP y del PNV, para explicar las circunstancias del nombramiento de Antton Lete. El debate giró en torno a cuatro fechas, que son las que marcan la cronología de un proceso de contratación que «huele mal», según la oposición, y «es público y transparente» aunque «se quiera extender la sospecha de una gestión oscurantista», según Alduntzin.

Actuación lógica

Todos coincidieron en las fechas pero no en su interpretación. El pasado 30 de marzo, el Consorcio de Residuos aprobó la propuesta de nombramiento de Lete como director general. Ese mismo día, el consorcio adjudicó a la empresa de Lete, Altair, un contrato para trabajar en la futura planta de compostaje de Bergara. Más tarde, el 4 de abril, Lete vendió su parte de Altair para incorporarse oficialmente al consorcio, lo que hizo el 11 de abril. Sin embargo, el 3 de mayo aún figuraba en el Registro Mercantil como administrador solidario de Altair.

«Nada ha ido contra la ética», insistió Alduntzin, que esgrimió en reiteradas ocasiones como argumento el contrato de venta de la empresa, fechado el 4 de abril. Según el diputado foral, Lete actuó de forma lógica desde que supo que su nombre sonaba para el cargo. «Lógicamente solo dejó la empresa cuando su nombramiento fue confirmado. ¿Quién lo haría sin saber si va a ser aceptado o no? ¿Y si vende la empresa y finalmente no lo nombran?», se preguntó Alduntzin.

El diputado de Medio Ambiente subrayó que, antes de que el 11 de abril tomara posesión de su cargo, «Lete vendió su empresa como es lógico». A partir de esa fecha, aseguró, «no hay más contratos» con Altair. En cuanto a las adjudicaciones anteriores, el trabajo de Bergara, otro similar que un mes antes obtuvo Altair en Zubieta y otro relacionado con el plan de residuos que también le encargó el consorcio, Alduntzin explicó que los dos primeros «fueron asignados por concurso público» y el tercero por un procedimiento negociado al que fueron invitadas tres empresas. «Es que no hay más. Quien quiera buscar algo no va a encontrar nada», dijo.

Para el responsable foral, el hecho de que el 3 de mayo Lete todavía figurara en el Registro Mercantil es algo que hay que preguntar al propio Registro. «Yo no sé cuándo cambian ellos ese dato, no soy el responsable de las fechas, lo que yo sé es que antes del nombramiento no debe haber ninguna vinculación entre el nuevo director general y su empresa».

Las explicaciones del diputado de Medio Ambiente no convencieron a la oposición, cuyas dudas siguieron girando alrededor de las cuatro fechas y alguna más. «Usted dice que a partir del 11 de abril no hay más contratos, pero el 24 de ese mes a Altair se le adjudicó uno para analizar los residuos urbanos de Gipuzkoa», respondió el juntero del PP Txema Murguiondo.

«Vínculo e interés»

Tras escuchar los argumentos de Alduntzin, Xabier Ezeizabarrena (PNV) recalcó que, «es evidente que existe un vínculo y un interés en la adjudicación de varios contratos a Altair». «El interés existe -añadió- porque no es lo mismo vender una empresa sin contratos que con adjudicaciones de obras y servicios con un determinado valor».

El portavoz del PSE-EE, Mikel Durán, calificó de «coincidencia curiosa» la ampliación que hizo Altair de su objeto social, de forma que una semana antes del nombramiento de Lete pasó a prestar, entre otros, servicios de asesoramiento como los que suele reclamar el consorcio. Para Durán, «es preocupante que consultoras con poca experiencia en gestión de residuos» reciban este tipo de encargos.

Rebeka Ubera, de Aralar, dio por buenas las explicaciones de Alduntzin y recordó que «en pasadas legislaturas también han existido indicios de incumplimiento de la ley de contrataciones». Por su parte, Inko Iriarte (Bildu) hizo una encendida defensa del diputado foral. «Aquí no hay caso Bidegi ni caso Bravo», recalcó. «Lo que hay -acusó- son unos políticos profesionales que buscan fantasmas para justificar su trabajo».