El Gobierno Vasco no se plantea el copago sanitario «en ningún escenario»
El Ejecutivo de Rajoy, por su parte, aparca su decisión hasta después de las elecciones andaluzas y asturianas
ANTONIO MONTILLA
Sábado, 17 de marzo 2012, 03:03
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«El asunto del copago no se ha abordado ni está en la mesa del Consejo de Ministros, así de simple y claro». Con esta contundencia intentó frenar ayer la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, la controversia surgida ante la posibilidad de que otras comunidades autónomas adopten la misma resolución que Cataluña y aprueben tasas que graven la sanidad pública. En lo que respecta a Euskadi, también fue tajante el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco, Carlos Aguirre: «Afirmo taxativamente que en ningún escenario nos planteamos el copago».
En realidad, el Ejecutivo presidido por Rajoy sí quiere que se produzca este debate, aunque no antes de las elecciones andaluzas y asturianas, que se celebrarán el domingo 25 de marzo. El problema es que el apoyo del PP a CiU para que sacara adelante el pago de un euro por receta en Cataluña desconcertó a varios barones populares que creyeron que Mariano Rajoy había levantado la veda. Tras las llamadas al orden desde la Moncloa, la discusión se ha pospuesto hasta después de que se conozcan los resultados en Andalucía y Asturias. No habrá que aguardar mucho. Será el lunes 26 cuando se reúna el Consejo Interterritorial de Salud, máximo órgano de coordinación entre los consejeros de Sanidad de los gobiernos regionales y el Ministerio de Sanidad, que preside Ana Mato.
Saénz de Santamaría, que negó que la falta de definición obedezca a intereses electorales, explicó que el Gobierno sólo se pronunciará cuando conozca todas las propuestas de los representantes autonómicos. La vicepresidenta, que respondió a casi una decena de preguntas sobre esta cuestión en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, adelantó las líneas rojas que el Ejecutivo no está dispuesto a tolerar, afirmando que los nuevos recargos en las recetas no se aplicarán a los enfermos crónicos ni aquellas personas con rentas más bajas.
Dos condiciones que ya impuso el PP catalán a CiU para permitir, al abstenerse en la votación que se celebró en el Parlament el pasado miércoles, la implantación de un euro por receta. Sáenz de Santamaría eludió pronunciarse sobre si la decisión del Gobierno catalán amenaza la cohesión territorial, ya que a partir de ahora habrá españoles que paguen esa tasa (los catalanes) y otros no.
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La lugarteniente de Rajoy se limitó a enfatizar que en próximas fechas se aprobará un catálogo de prestaciones sanitarias básicas que será de obligado cumplimiento en todo el territorio. También recordó que cada comunidad «toma sus propias decisiones» y que el Gobierno central no puede «invadir» esta prerrogativa en política sanitaria «que por ley tienen reconocida las comunidades autónomas».
Gasto farmacéutico
Al esconder el Gobierno sus cartas, los focos apuntan directamente a los presidentes autonómicos del PP, que llevan 48 horas intentando zafarse de esta presión. Su principal argumento es negar con vehemencia la posibilidad de imponer tasas por consultas médicas, urgencias o operaciones quirúrgicas. Menos rotundos se muestran a la hora de referirse al copago farmacéutico. La fórmula menos arriesgada es la que emplean, entre otros, los responsables de la Comunidad Valenciana, que al más puro estilo Sáenz de Santamaría indican que esta medida «no está sobre la mesa».
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Una iniciativa que sí defiende Alberto Núñez Feijóo. El presidente gallego, de momento, se conforma con que esta discusión se ponga sobre la mesa, aunque siempre bajo la coordinación del ministerio de Sanidad. La cuestión , a su juicio, es admitir que es «muy difícil» mantener el sistema público de salud cuando hay una «deuda generalizada» de todas las administraciones que asciende a 15.000 millones.
Y es que el copago se ha colado en la primera línea del debate político y no hay responsable público que no se pronuncie. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, mantuvo la disciplina de partido al evitar valorar la tasa impuesta por Cataluña, aunque dejó clara su postura al declarar: «Estoy pagando la Seguridad Social y no debo pagar más».
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