Colectivos cívicos quieren plasmar en palabras el cambio en Euskadi
«El cambio no puede quedarse en una simple percepción, debe haber una narrativa que lo sustente», defienden. Aldaketa y fundaciones de víctimas presentan la iniciativa en Donostia
JORGE SAINZ
Viernes, 12 de febrero 2010, 03:56
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Catorce asociaciones cívicas y organizaciones de víctimas presentaron ayer en San Sebastián una iniciativa para hacer pedagogía sobre el cambio político en Euskadi y promover que sea «real y duradero». El presidente de la plataforma Aldaketa y ex dirigente jeltzale, Joseba Arregi, y el escritor Felipe Juaristi, presentaron en el centro cultural Koldo Mitxelena la iniciativa 'El discurso del cambio en Euskadi', que busca impulsar un debate sobre lo que supone el cambio político con la llegada de PSE-EE al poder en Euskadi en sustitución del PNV.
Detrás de la iniciativa están colectivos como Aldaketa y Ciudadanía y Libertad, además de asociaciones como el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite), o las fundaciones Fernando Buesa, Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordóñez, Mario Onaindia, Ramón Rubial o José Luis López de Lacalle.
Los promotores explicaron que
las últimas elecciones autonómicas permitieron la elección del primer lehendakari vasco no nacionalista. El objetivo de su campaña es que este cambio de ciclo, tras treinta años de nacionalismo vasco en el Gobierno de Vitoria, no se quede en la simple percepción. «Es preciso dar forma a lo que se siente. Es preciso articular en palabras el sentimiento de cambio. Es preciso, para que el cambio sea real y duradero, dar con las palabras adecuadas para que el significado sentido de lo que ha sucedido se ponga plenamente de manifiesto y de lugar a una narrativa que sustente el proceso de cambio y le dé aliento a largo plazo», expusieron.
Los colectivos cívicos insistieron en que es preciso situar lo sucedido. «Hay que entender el cambio que ha sucedido como un eslabón en la historia de la libertad de los vascos». Denunciaron que «desde el nacionalismo se ha intentado hurtar de legitimidad a lo acontecido, a los resultados electorales», y lamentaron que su estrategia se haya basado en «la no participación de quienes no condenan la violencia, de quienes se han movido siempre al amparo de los violentos, de quienes no han tenido nunca reparos en dejarse utilizar por los terroristas de ETA».
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«Elecciones libres»
Frente a estos argumentos, Aldaketa y las fundaciones de víctimas destacaron que las del pasado 1 de marzo fueron «por fin» unas elecciones vascas «libres porque no participaron los enemigos de la libertad», en alusión a la ilegalizada Batasuna.
Los ponentes también reflexionaron sobre lo que significa para ellos la democracia en Euskadi: «que no es democrático soñar con una vuelta a una supuesta homogeneidad del conjunto de la sociedad vasca; y que no es posible una definición jurídico-política de la sociedad vasca unívoca, unilateral, respondiendo a sólo uno de los sentimientos de pertenencia que se dan en la sociedad vasca».
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Otra de las tesis de la iniciativa destaca que la nueva mayoría en el Parlamento Vasco y el Gobierno presidido por Patxi López son «un momento importante en la historia de la libertad» para la sociedad vasca «porque puede realmente aportar nuevos espacios de libertad», aunque «también pueden quedar en poca cosa. Mucho dependerá no sólo de la actuación de los partidos, sino de la capacidad de la sociedad de mantener el espíritu crítico capaz de conquistar pequeños espacios de libertad», concluyeron.
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