Tolosa conmemora los 400 años de la canonización de San Ignacio de Loyola

Han pasado 400 años de aquel hecho histórico que vuelve a la luz pública tras el reciente hallazgo de una serie de actas de las Juntas Generales guipuzcoanas de abril de 1622 en el Archivo Municipal de Tolosa, relativas a una de sus habituales sesiones para dirigir los asuntos políticos y económicos a nivel provincial.

Loyola fue un santo «de proyección europea y mundial», fundador de la Compañía de Jesús, «sin la que difícilmente puede comprenderse la Historia europea (y de buena parte del Mundo) hasta hoy», afirma el historiador Carlos Rilova.

Tal y como cuenta el historiador en un reciente artículo escrito sobre este tema, el acta en cuestión, y otros documentos del archivo municipal decían «algo verdaderamente llamativo»: los caballeros junteros y demás autoridades –como el corregidor de la provincia enviado por el rey– habían recibido en medio de esas sesiones de abril la noticia de que un guipuzcoano –Iñigo de Loyola– había sido finalmente reconocido como santo oficial de la Iglesia católica bajo el nombre de San Ignacio de Loyola.

La noticia llevó a que las fuerzas políticas de la época en la villa y del territorio celebrasen por todo lo alto que Iñigo de Loyola fuera el santo patrón de la provincia antes de que el Papa Gregorio XV lo canonizase. Los actos costaron 4.850 ducados, los cuales 355 se pagaron a medias entre la provincia y Tolosa.

Rilova destaca que se organizaron unas fiestas barrocas «realmente memorables y dignas de entrar en los libros de Historia», que estuvieron «a la altura de las puestos en escena en plazas tan importantes de la Europa del Barroco como la Roma de 1600».

Asimismo, da a conocer los nombres de las personas encargadas de poner en marcha estas fiestas, «tal y como lo constató el escribano fiel de Juntas de la provincia, Antonio de Olavarria, el corregidor designado por la Corona, el doctor Joan Méndez Ochoa y los junteros delegados»: el licenciado Aztina, alcalde de Tolosa según el Libro de Actas de la villa, folio 67 vuelto, don Diego de Gurpide, Antonio de Aguirre y Chiriboaga, don Joan Bauptista de Yracaval, Francisco de Ayzpuru, Martín de Aguirre, Domingo de Yriarte, don Lope Fernández de Bolíbar, Francisco de Arandia, Francisco de Oria, Miguel López de Gorostorcu, Martín de Larrea y Joan López de Corrobiaga.

Ellos decidieron que esas celebraciones se hicieran de acuerdo a un programa de actos simbólicos y festivos que, recalca Rilova, estuvo «muy a la altura de lo que se considera el prototipo de la Europa del siglo XVII». Por un lado, cada pueblo guipuzcoano erigió un altar dedicado al nuevo santo, en las salas de los ayuntamientos se colocaron pinturas del santo, se realizaron misas cantadas con orquesta en tres días, hubo sermones panegíricos del Santo, procesiones generales por las calles con altares de reposo como el día del Corpus Christi...

Asimismo, los textos de la época detallan que en lo profano hubo «músicas, iluminaciones generales, fuegos artificiales, tiros de arcabucería, danzas «salvajes», de de espada y algunas otras invenciones con carros triunfales. Tampoco faltaron corridas de toros por las calles y en coso cerrado, ni encaminadas por las noches.

Tolosa conmemorará este hecho histórico mañana sábado con un programa especial de actos que ha sido organizado por el Ayuntamiento de Tolosa y la parroquia de Santa María.

Mañana sábado a las 20.00 horas en la iglesia Santa María, el historiador Carlos Rilova ofrecerá una conferencia sobre los pasajes de la vida de San Ignacio en un acto que contará con la presencia de la alcaldesa Olatz Peón y el párroco Jesús María Arrieta.

Posteriormente, a partir de las 20.15 horas la Orquesta Camerata Oiasso de Irun ofrecerá un concierto especial de música barroca bajo la dirección de Tomás Ruti. Ambas actividades serán gratuitas y estarán abiertas al público. La organización aconseja acudir con mascarilla, aunque su uso será opcional.