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Carnaval de Tolosa
Asteartita, la última y hasta el año que vieneTolosa despide el carnaval tras tres jornadas disfrazándose bajo el sol y un ambiente primaveral que ha dejado lucir su humor
Es hora de despedirse de la música de carnaval y el humor por un tiempo. Tolosa vivirá un Miércoles de Ceniza tras quemar este martes sus últimos cartuchos de Asteartita.
A diferencia de lo que detallaba el programa de fiestas para el martes, el Alarde de Txarangas se dio cita a las doce en la plaza Euskal Herria con cuatro agrupaciones: Txapel Haundi, Sukalde, Arco Iris y San Esteban. El tradicional Alarde, que pone de manifiesto la importancia que adquiere la música en nuestro carnaval, congregó a una gran representación de músicos y público aficionado en un concierto al aire libre que dio espacio tanto al repertorio clásico como a otras obras populares. 'Galtzaundi' comenzó a sonar bajo la batuta de Mikel Mocoroa, de la txaranga Txapel Haundi de la sociedad Casino, continuó con 'Iriyarena' bajo la dirección de Koldo Tarragona del Sukalde, Iban Aznar, del Arco Iris, se lanzó a dirigir a los músicos con 'Molinatxo' y por último, Ramón Zubeldia, de San Esteban, cogió la batuta con 'Troika' con las txapelas amarillas de sus miembros en el suelo, y es que tras la actuación de las cuatro agrupaciones, los directores se reunieron para homenajear a Arturo Vicente, miembro de San Esteban fallecido recientemente, e hicieron entrega de un ramo de flores a sus familiares.
El ambiente se encendió al mediodía, una vez finalizada la 'quedada' musical. Cada vez más carnavaleros apuestan por sacar propuestas móviles e ir cambiando de emplazamiento para mostrar sus parodias. De esta manera, a pie de asfalto ocurrieron verdaderas maravillas de iñaute. San Francisco volvió a llenarse de banderas inglesas mientras varios cuervos sobrevolaban el paseo. El Árbol de Gernika se convirtió en el puesto del vino Osaba Joxe que ofrecía un vino de aguja made in Tolosa «orratz ardo latza», y un grupo de vendedores de barquillos y patatas de La Concha decidió cambiar las vistas de la bahía por la antigua capital.
Varias carrozas y comparsas del domingo, en su mayoría, volvieron a desfilar. La corona inglesa fue protagonista una vez más por los miembros del Arpegi, 'el príncipe Guillermo' fue descubierto con su 'mujer Kate Middleton' y su 'nueva amante', también con su mujer y su cuñada en una segunda versión, y una carroza de jóvenes simuló el meme viral de unos africanos bailando con un ataúd demostrando que la reina Ixabel II «no estaba muerta», sino «de parranda», bailando e incluso repartiendo flores desde su majestuoso féretro.
Entre los temas locales, un tolosarra se metió en el papel de 'Josune' en una de sus publicaciones del bar Asteasuarra en Instagram, mientras que una nueva 'Chozna Alternatiba' mostraba a dos miembros de la nueva Asamblea de Mayores de Tolosa sentados en el sofá de su casa en plena plaza Euskal Herria. Por su parte, el Zumardi Txiki volvió a protagonizar varias manifestaciones humorísticas y una segunda carroza proponía convertir este espacio en una estación espacial SpaceX, dirigida por Elon Musk, quien había mostrado su interés por el municipio aludiendo que «Marte es la única alternativa» del futuro, y prometiendo a los firmantes que tendrían acceso gratuito a la misma durante un año.
El Alarde de Txarangas homenajeó a Arturo Vicente, miembro de San Esteban recientemente fallecido
Hubo quien se «ofreció a rescatar a los maridos perdidos», quien se hizo pasar por un «mendigo de ideas» que regalaba «objetos» a cambio de una idea carnavalera, y un alcoholímetro visitaba el interior de los bares de Tolosa animando a la gente a «hacerse la prueba de la verdad» en su particular «circuito del carnaval».
'Pela' y su histórica cuadrilla carnavalera de Berazubi sorprendieron al público con un particular juego '¿Quién es quién?' en el Tribunal Supremo, donde un voluntario tenía que adivinar quiénes de los magistrados que componían la mesa, incluido su presidente, eran progresistas o conservadores, a partes iguales. Como pista, desde el micrófono los miembros señalaban que era habitual que «de vez en cuando cambiaran de chaqueta», por lo que la caja de vino a sortear seguía intacta desde el pasado domingo. «Sorteamos una caja del mejor vino, el que bebemos nosotros. No solo los albañiles almuerzan, también lo hacemos nosotros. A cascarla», recalcaban.
Por la tarde, con el sol todavía presente, se llevó a cabo el último espectáculo taurino y la tan deseada bajada de las txarangas que comenzó a despedir la edición de este año. Los bailables y la kalejira de los Incansables pusieron el broche de oro a unos carnavales que han recuperado su programa, la participación y parte de su esencia.