«Tenemos que seguir todas las normas, pero económicamente nos vamos a la ruina»
Los establecimientos hosteleros son los más afectados por las restricciones que se pusieron en marcha ayer en Ordizia. A fin de cuentas, «en un ... pueblo como este no poder potear es una tristeza. Es lo que nos gusta aquí», reivindican Karmele Amundarain y Cristina Galateano, de la panadería-cafetería Garín, que ayer tenían menos ambiente de lo habitual. «Se ha juntado el miedo de la gente, con el confinamiento de los que se acaban de hacer el PCR y la no celebración del mercado», reflexionan.
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Desde el fin de semana se nota «menos movimiento». Pero no solo en Garín. Al bar Txindoki, situado al final de la calle Etxezarreta, apenas se acerca la gente. «Aunque nosotros nos hayamos mantenido abiertos, el foco está relativamente cerca. Hay quien evita pasar por esta zona», apunta su propietaria, Arantxa Múgica, que subraya que en su bar «todos» han dado negativo.
Se muestra «de acuerdo» con que hay que tomar «ciertas medidas» para frenar el virus. «Tenemos que seguir todas las normas, si hay que reducir aforo, se reduce, pero económicamente hablando esto va a ser la ruina», se lamenta, y recuerda que durante el estado de alarma han estado meses cerrados. «Reabrir ha sido muy difícil y con estas medidas va a costar seguir adelante».
Quien sí ha tenido que cerrar de nuevo ha sido el bar Haka, uno de los tres establecimientos que bajó la persiana por prevención el domingo. Su propietario, Said Reghif, se lamenta de que el brote de Covid «haya afectado a bares que no tenemos nada que ver con esta enfermedad». Tanto él como su familia y trabajadores del Haka han dado negativo en el PCR y esta semana se van a hacer la prueba serológica para «zanjar dudas».
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No van a reabrir «hasta nuevo aviso», pero ayer se encontraba desinfectando el local «con ganas de poder retomar nuestra actividad». Sea como fuere, Said hace hincapié en la «responsabilidad individual para prevenir contagios. Aquí desinfectamos todo y no dejamos a nadie entrar con vasos de otros bares. Todos tenemos que tomar medidas».
Xabier Martínez, del bar Martínez, no quería adelantar acontecimientos ayer por la mañana. «Quiero esperar a reunirme con las autoridades y ver cómo evoluciona todo».
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