«Fue un susto tremendo. Imagínate, mi hija evacuada en bañador y mojada»

Ángel Cuerda se ha presentado en Majori para preguntar a sus responsables si podía dar, como tenía previsto, sus clases en la cancha, donde para este martes tenía programado baloncesto. «Me han dicho que puedo hacerlo sin problemas, pero como hace buen tiempo, prefiero cambiar el plan y me llevo a los chicos (de 3º y 4º de ESO, 15 y 16 años) a la pista de atletismo al aire libre», señalaba a la salida del recinto.

Pocas horas más tarde, en torno al mediodía y una vez que a las 11.00 horas se permitió a los afectados pasar a recoger las cosas que se habían quedado dentro de las instalaciones, Miren Martín acudía junto a su hija June Fresnillo a recoger sus pertenenecias. «Fue un susto tremendo. Imagina. Estaba en casa y me llaman para decirme que mi hija había sido evacuada de la piscina y que estaba fuera, en bañador y mojada. Fui a buscarla a los vestuarios del rugby, adonde las habían llevado. Gracias a Dios estaba protegida con un edredón que le habían dejado y menos mal que al final todo ha quedado en susto para todos».

El polideportivo Majori recuperará este miércoles la normalidad, cuando a las siete de la mañana abran la zona húmeda compuesta por la piscina, la sauna y el vestuario de la piscina, todavía permanecen cerradas tras el escape de cloro registrado ayer por la tarde y que provocó la hospitalización de siete personas, que ya han sido dados de alta. El resto de las instalaciones del polideportivo han reabierto esta mañana, y a las 11.00 horas se ha permitido el acceso a todos los socios que dejaron dentro todas sus pertenencias tras la salida precipitada de ayer.

A las 12.30 horas del mediodía técnicos de Salud del Gobierno Vasco han realizado mediciones en el agua y bomberos en el aire, «y los resultados son óptimos, no hay trazas de cloro», ha explicado el alcalde de Ordizia, Adur Ezenarro. Sin embargo, «por precaución, para tener garantías de que se reabra con plena seguridad, han recomendado que es mejorar esperar a mañana», ha dicho.

Los siete intoxicados por el escape de cloro ya han sido dados de alta. Seis de ellos regresaron a sus casas en la noche de ayer y un operario de mantenimiento que ha pasado la noche en el Hospital de Zumarraga finalemente ha sido dado de alta esta mañana. Decenas de personas fueron atendidas en el parking de la instalación y siete de ellas, dos trabajadores y cinco usuarios (niños y adolescentes) de la piscina, fueron trasladados al Hospital de Zumarraga con sintomas leves de intoxicación. El alcalde de la localidad, Adur Ezenarro, ha confirmado que todos han sido dados de alta ya. «He hablado con los padres de los menores, ya que la mayoría eran cursillistas, finalmente ha quedado en un susto y una anécdota».

El escape de cloro en las piscinas del polideportivo Majori de Ordizia hacia las 18.20 horas de la tarde provocó el desalojo de unos 300 usuarios de la instalación. Siete personas, fueron trasladadas al Hospital de Zumarraga y varias decenas están siendo atendidas en los alrededores tras abandonar las piscinas con lo puesto.

Fue alrededor de las 18.20 horas cuando un monitor alertó a un socorrista, que procedió a medir los niveles de cloro. Tras realizar las comprobaciones, los responsables del polideportivo tomaron la decisión de desalojar con rapidez la piscina y, acto seguido, el resto del complejo deportivo en el que en ese momento había varios centenares de personas haciendo uso de la instalación, ya que a esa hora de la tarde la afluencia era numerosa debido a que se estaban desarrollando diferentes cursillos deportivos, así como los entrenamientos de algunos equipos infantiles de baloncesto o natación.

El escape, como no podía ser de otra manera, causó alarma entre los usuarios que se encontraban utilizando las diferentes zonas de Majori, ya que comenzaron a sentir escozor en los ojos y a toser, síntomas habituales cuando se producen este tipo de casos. Aun así, pudieron abandonar el polideportivo sin mayores problemas.

Hasta el lugar de los hechos se desplazó la corporación municipal encabezada por su alcalde, Adur Ezenarro, así como efectivos de la Ertzaintza y la Policía Local, varias dotaciones de bomberos y siete ambulancias que inmediatamente procedieron a controlar la fuga, acordonar la zona y atender a los afectados, que presentaban diferentes síntomas como irritaciones en los ojos, problemas respiratorios y, en alguno de los casos, hasta vómitos. Los que presentaban síntomas más agudos, que al final fueron siete personas, tuvieron que ser trasladados al Hospital de Zumarraga, donde permanecieron en observación, aunque sus casos no revestían gravedad, informaron fuentes del Ayuntamiento de Ordizia.

Mientras tanto varios vecinos del barrio de Altamira, donde está situado el complejo deportivo, se personaron para apoyar a los servicios de la Cruz Roja que habían acudido con el equipo de logística de Goierri para arropar on mantas y abrigos a algunos usuarios -varios de ellos eran menores que en ese momento estaban entrenando con sus equipos o realizando cursillos en la piscina- que no habían tenido tiempo a coger sus pertenencias y que se encontraban prácticamente con lo puesto. Asimismo, los servicios de emergencia recomendaron a los residentes de la zona que cerraran las ventanas de sus viviendas para prevenir posibles intoxicaciones debido a la fuga de cloro.

El escape, que según informaron fuentes municipales podría estar provocado por la rotura de una o dos tuberías, se dejó sentir tanto en los alrededores como a las afueras de la villa, tal y como relataron algunos testigos a este periódico. «Estaba a unos 300 metros del polideportivo y mis ojos han comenzado a irritarse cuando he empezado a notar un olor extraño», señalaba uno de ellos pocos minutos después de la fuga, aún con el susto en el cuerpo. «Enseguida han llegado ambulancias, bomberos y la Ertzaintza, que ha acordonado la zona», añadió.

Una vez controlada la fuga por parte de los bomberos se procedió a airear la instalación, que seguirá cerrada al menos durante la mañana de hoy. Según señalaron desde el Ayuntamiento, la idea es realizar mediciones de los niveles del aire y, si estos no fueran tóxicos, abrir incluso por la tarde, aunque desde el consistorio ordiziarra se ha ofrecido a los usuarios la posibilidad de utilizar el polideportivo Joxemiel Barandiaran de la localidad vecina de Lazkao mientras la instalación ordiziarra permanezca cerrada.

Se da la circunstancia de que esta es la segunda fuga de cloro que se produce en Gipuzkoa en los últimos dos meses. La última tuvo lugar el 10 de noviembre del año pasado en Hernani cuando una combinación de productos químicos generó una nube tóxica que causó irritaciones leves a usuarios y trabajadores del centro debido a un error humano durante el trasvase de dichos productos. Una veintena de personas que se encontraban en el interior tuvieron que ser atendidas por irritaciones y seis fueron trasladadas a centros sanitarios, una al Hospital Donostia y cinco al ambulatorio de la localidad.