Conexión a internet: evita problemas y exprime tu WiFi
¿Cansado de largas esperas a la hora de descargar archivos? ¿Sufres continuas interrupciones cada vez que ves una película en 'streaming'? Configura correctamente tu router y sácale partido a tu conexión.
Llegó la hora. Por fin toca sentarse en el sofá y comenzar a disfrutar de esa conexión ultrarrápida que te acaban de instalar: nada menos ... que 300 Mbps. totalmente simétricos que garantizan un acceso a internet de alta velocidad para descargar y subir archivos, inmejorable estabilidad con vídeos en streaming en calidad 4K y latencias mínimas garantizadas en juegos online de alta exigencia gráfica. Sí, todo ello augura una gran experiencia en el día a día, al menos en teoría. Porque, nos guste o no, en la práctica la conexión a internet en el hogar no siempre cumple con nuestras expectativas y suele ser motivo habitual de conflictos, especialmente cuando son varios los miembros de una misma familia los que quieren hacer un uso intenso de internet a la vez...
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Antes de nada: test de velocidad WiFi
Antes de nada resulta imprescindible comprobar la velocidad real de tu conexión mediante un test de velocidad. ¿Cómo? Conecta tu ordenador por cable directamente al router o a una toma de red en la pared y accede a alguna de las numerosas páginas web que realizan una medición de la velocidad de trasnferencia de tu conexión, caso de www.testdevelocidad.es o www.speedtest.net/es. En unos segundos obtendrás los datos de velocidad, tanto de subida como de bajada, así como la latencia que ofrece tu conexión. Esta es, sin duda, la forma más fiable de conocer si tu conexión se ajusta a lo contratado. Seguidamente, pon a prueba tu Wifi desde cualquier dispositivo compatible (portátil, móvil, tablet, etc.). Los datos no deberían diferir demasiado… a no ser que estés muy alejado de tu router. ¿Problemas? Sigue leyendo...
Ubicación del router
Un factor tan esencial como ignorado por una gran mayoría de usuarios. Situar el router en una ubicación central del hogar resulta clave si quieres que la señal llegue con intensidad a todas las habitaciones de la casa: si lo ubicas en un extremo, la señal será mucho más débil (o inexistente) en los cuartos más alejados. Es importante tener presente que el alcance y la calidad de la señal dependerá, entre otros factores, de la distancia que haya entre el router y tu dispositivo, o de la cantidad de elementos que deba atravesar la señal (puertas, paredes, etc.).
¿Que no es posible cambiar de ubicación o no quieres cablear marcos y zócalos? El mercado está repleto de alternativas. Es el caso de los populares repetidores de señal (reciben la conexión inalámbrica desde el router y amplían su cobertura), los PLC (se acoplan a los enchufes y llevan la conexión por la red eléctrica de tu hogar) o los sistemas WiFi Mesh (que se valen de varios dispositivos -uno que actúa como estación central y otros como satélites- en habitaciones diferentes para crear una 'malla' y así ampliar la cobertura de forma estable y autogestionada en toda la casa).
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Seguridad: cambia tu contraseña del WiFi
¿Cambio de contraseña? ¿También las del router? Sí, por muy tedioso que resulte… y, además, por partida doble. Los routers de las operadoras llegan por defecto con dos tipos de usuario y contraseña (generalmente en una pegatina bajo el propio aparato): uno se corresponde con el acceso al administrador del router (para configurar todo tipo de funcionalidades: dispositivos, puertos, etc.) y otro con el nombre (y password) de tu red WiFi. El problema es que los nombres de usuario son muy genéricos ('admin', '1234', etc.) y las contraseñas, generadas automáticamente por medio de una serie de algoritmos, son 'fácilmente' descifrables por medio de ingeniería inversa. Todo ello abre la puerta a que los amigos de lo ajeno, vecinos incluidos, puedan tener acceso a nuestro router, a nada que tengan ciertos conocimientos técnicos (hay multitud de aplicaciones y programas dedicados a ello). Este 'acceso no autorizado' puede provocar que la velocidad de nuestro WiFi se vea mermada seriamente y que, por consiguiente, arruine nuestra experiencia de usuario con internet.
Hay más. Y es que además de cambiar y configurar una contraseña sólida (con números, letras y caracteres especiales), también es importante verificar la seguridad de nuestra red inalámbrica, asegurándonos de que cuenta con un cifrado WPA/WPA-2 o WPA-3 (descartando a todas luces el WEP), limitar si hiciera falta las MAC (o direcciones físicas únicas de cada dispositivo del hogar) y, por qué no, ocultar el nombre de nuestro identificador de red local (o SSID). Aplicaciones como 'WiFi Monitor' o 'Fing' pueden ayudarte a la hora de comprobar el estado de tu red..
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Cambiar de frecuencia… y canal
Los routers de hoy en día permiten un doble acceso inalámbrico, bien por medio de la banda de frecuencias de 2.4 Ghz., bien por la de 5 Ghz. La primera es la solución más generalizada y tiene un mayor alcance… pero también un importante problema: el de la saturación, especialmente en zonas con gran densidad de población. Y es que por defecto la gran mayoría de usuarios sigue accediendo a su WiFi por medio de esta frecuencia, lo que provoca continuas interferencias. Si a eso le añadimos que en esta banda también operan otro tipo de dispositivos como los teléfonos inalámbricos, aparatos Bluetooth, microondas, etc… los problemas y las dificultades se multiplican. Dos de las mejores 'apps' para visualizar esto son 'WiFi Analyzer (Android) o 'Network Analyzer' (iOS).
La gran alternativa es usar la frecuencia de 5 Ghz. (no confundir con el 5G), siempre que nuestro router y nuestros dispositivos tengan soporte para ella. Esta banda opera en frecuencias más altas, sus canales no se solapan entre sí y permite una navegación mucho más fluida y rápida… aunque, como contrapunto, ofrece un menor alcance. ¿Cómo me conecto a la banda de 5 Ghz.? Ve al apartado de redes WiFi (en los ajustes de tu móvil o portátil): entre otras muchas redes, verás el nombre de la tuya 'por duplicado', con la única salvedad de que su nombre acabará en '5G'. Si es así, selecciónala, accede y prueba. En cambio, si tu dispositivo solo es capaz de operar en la banda de 2.4 Ghz. tienes una alternativa más: cambiar el canal en el router. De esta forma, evitarás parte de las interferencias que causan las redes de tus vecinos en tu conexión WiFi. Para cambiarlo tendrás que acceder sí o sí a los ajustes de tu router.
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Otras opciones
Cambiar el router de tu operadora por uno mejor, limitar la velocidad de bajada y subida de algunos programas o aplicaciones (caso de los programas p2p), evitar tener conectados una gran cantidad de dispositivos a la vez, adquirir un adaptador WiFi externo para tu portátil o actualizar el software de tu router son algunas de las soluciones extra que puedes llevar a cabo para mejorar tu conexión a internet vía WiFi. Con todo, si sigues sin exprimir al máximo tu conexión a internet, quizá sea hora de dar un toque de atención a tu operadora o desistir de esa maravillosa conexión que te acaba de instalar…
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