Tecnología

Los grandes enemigos de nuestro móvil en verano

Una caída, una pequeña inmersión en el agua, el calor excesivo, la clásica infección por software (e imprudencia)... Dudas y soluciones -si las hay- para revivir tu smartphone

Iñigo Galparsoro

San Sebastián

Sábado, 25 de junio 2022

¿Quién no ha sido testigo alguna vez de cómo se precipitaba al vacío su nuevo smartphone? Por no hablar de esas inmersiones accidentales en el agua de la piscina o el mar... tan habituales (o casi) como dejarlo abandonado a su suerte en el interior de un coche a más de 50 grados. Sí, el verano es una época ideal para el relax, pero también para sufrir pequeños descuidos que, a la postre, pagaremos caro. Y eso que los terminales llegan de fábrica con un completo historial de exigentes test de resistencia a sus espaldas. Con todo, más vale prevenir.

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    La gravedad, omnipresente

El el enemigo número 1... y eso que los terminales de serie se encuentran especialmente preparados para combatirla. Un impacto muy fuerte puede estropear los componentes internos, sí, pero no es lo habitual «siempre que se enfrenten a caídas accidentales de la mano a una superficie rígida y plana, es decir, desde un metro de altura», explica Javier Lemos, ingeniero de producto de SPC. Desgraciadamente, si cambian esas condiciones (que por la 'ley de Murphy' suelen hacerlo), hay más probabilidades de daño. ¿Solución? Protege el terminal con una funda, un cristal templado... y un poco de suerte (para el bolsillo).

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    El agua, siempre al acecho

Un clásico. Nuestro móvil repentinamente ha tomado vida propia y se ha sumergido en el agua. S.O.S. ¿Hay esperanza? «Si está encendido, una inmersión de unos segundos puede provocar un cortocircuito en la placa electrónica o la batería que lo inutilice. Incluso aunque logremos que arranque, a la larga fallará. Y los componentes de audio son muy sensibles a la humedad».

Para más inri, el terminal se ha caído al mar, la peor de las situaciones posibles con diferencia (en comparación con el agua de una piscina o la bañera). ¿Por qué? El agua salada tiene un efecto corrosivo casi inmediato sobre los componentes eléctricos. Por ello, «es importantísimo recuperarlo cuanto antes y, si se puede extraer la batería, sumergirlo en agua dulce para eliminar el agua salada. Luego toca secarlo del todo antes de conectar la batería y encenderlo».

¿Y si recurrimos al arroz? «Hasta cierto punto es un mito, puede acelerar algo la absorción de la humedad pero según algunos estudios resulta igual de eficaz que dejar el móvil al sol», explica. Moraleja: si se trata de una inmersión rápida, saca la batería inmediatamente, apaga el móvil y ponlo a secar uno o varios días; sólo así tendrás alguna posibilidad de recuperarlo.

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    Arena y polvo

¿Y qué le puede pasar si se cae a la arena o le entra polvo en exceso? Si antes de que se incruste no se limpian los orificios, podría dejar inutilizados los conectores de batería y auriculares, entre otros. «Los móviles se diseñan con cierto grado de hermeticidad y es difícil que entre arena al interior, aunque sí polvo. Por ello, conviene limpiar estos restos, sobre todo para evitar rayaduras en pantalla y carcasa. También suele entrar bastante pelusilla, especialmente si se lleva en el bolso o los bolsillos, lo que afectará al audio o a las cámaras», explica Javier Lemos.

¿Y si tiramos del secador de pelo de turno? Malas noticias, no es recomendable utilizar aire para la limpieza si no lo hace alguien con conocimientos. ¿Por qué? Se pueden estropear otros componentes si no se realiza con cuidado. «Si cuenta con batería extraíble conviene desmontarlos de vez en cuando y pasar un paño seco por el interior. También eliminar suavemente el polvo y las pelusas de la parte externa de conectores, cámara...», aconseja el ingeniero de producto de SPC.

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    Infección por malware

No hay enemigo pequeño pero, llevándolo al extremo, ¿se pueden estropear las partes físicas (circuitos, cables, etc.) si nos entra un malware? Es muy difícil, pero no imposible. «El malware por definición actúa sobre el software (sistema operativo y programas) del smartphone, pero eso no significa que no pueda afectar al hardware, por ejemplo, por saturación de recursos hasta sobrecalentar los componentes. De todas formas, es muy poco probable que el hardware se estropee, ya que los móviles actuales soportan ese calor excesivo, y además disponen de mecanismos de protección contra ello, como el apagado automático».

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    Exposición al sol

No te engañes. Si te has dejado el iPhone a pleno sol en el salpicadero, tienes más motivos para preocuparte por la acción de los amigos de lo ajeno que por la exposición al sol. Eso sí, en situaciones extremas las pantallas podrían deteriorarse. «Si el panel se recalentara, su modo táctil podría dejar de funcionar e incluso sufrir daños permanentes». Sea como fuere, quitémonos de la cabeza un mito tan infundado como absurdo. ¿Podría explotar la batería ante el exceso de temperatura? «Es muy poco probable. Podría ocurrir si, por ejemplo, lanzáramos el móvil a una hoguera, pero lo máximo que sucederá al dejar el móvil al sol es que se degraden los componentes de la batería y deje de funcionar».

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