«Nos gana la ilusión de la fiesta»
Por barrios ·
Los redobles sonaron a medianoche en todos los rincones de la ciudad en izadas organizadas por vecinos que no quieren perder su cita con la TamborradaEduardo Pagola, El Antiguo
«Hemos convocado a todos los vecinos para la izada»
Es el tambor mayor de la tamborrada del Cantábrico. Su balcón da a la vaguada de la zona de Pío Baroja en el Antiguo y desde su particular atalaya marcó a medianoche el tempo para los vecinos que sacaron sus tambores y platillos para arrancar este 20 de enero desde sus balcones. La cita estaba en las agendas, se habían encargado entre varios vecinos de buzonear para que nadie echase en falta los sones de Sarriegui. Eduardo Pagola lo tenía todo organizado: altavoz más potente que en otras ocasiones, luces para dar ambiente y el traje de tambor mayor preparado.
El Covid le ha dejado sin salir en su tamborrada pero no le ha impedido compartir unos momentos con sus compañeros de filas festivas. Antes de la cena con su mujer e hijo tenía un encuentro con ellos por videconferencia para saludarse y para confirmar que en 2022 tienen un cita por el centro.
Ana Etxeberria, Egia
«Echaré de menos la arriada de mi barrio»
Lleva 18 años como tambor de María Reina Danborrada. Ana Etxeberria recorre las calles de Egia todos los 20 de enero por la tarde rodeada de amigos. La pandemia ha dejado esos planes de lado. Ayer cenó en casa con su marido con un menú especial y hoy salen a comer fuera de casa para tener la sensación de que es un día festivo. Su momento favorito es la arriada en la Plaza Iruresoro, espera el año que viene cumplir sus deseos de hacer una fiesta «más grande».
Gorka Lana, Parte Vieja
«Voy a pasar el día viendo fotos de otros años»
Las 24 horas de un día de San Sebastián dan para mucho si se exprimen. Gorka Landa es un experto en sacarles partido, este año su balcón y su casa son su único escenario. «Toca ser responsable y no me voy a juntar con nadie, cena con mi mujer y como mucho un paseo por la ciudad de día», dice. Decora todos los años su balcón de la Parte Vieja, y este año con más motivo. A medianoche con todas las ganas y algo de nostalgia salió a tocar la marcha de Sarriegui, y repetirá para la arriada. Su tamborrada, La Espiga, sale en las primeras horas del día, tras dormir poco es el encargado de tener todo a punto para el Escuadrón de Lanceros de la Hípica San Sebastián en la tamborrada infantil. «Me da mucha pena, especialmente la tamborrada infantil, vivo la fiesta con intensidad e intento sacar partido a todas las horas del día», asegura.
Lidi Montesino, Altza
«Era el año de la tamborrada de mi hija mayor»
Esta familia de Altza vivió la izada con gran emoción desde su balcón. Llevaban días pendientes de que no faltara nada en su fachada: globos, banderas, kit de tamborrada para cada uno y la bandera de la Real «que no puede faltar», afirma Lidia Montesino. El aita, Joseba Álvaro, es miembro de tres tamborradas y ha transmitido ese amor por el 20 de enero a sus dos hijas pequeñas, Irati y Nahia. Este 2021 iba a ser muy especial para la mayor de ellas, era el año que le tocaba sí o sí participar en la tamborrada infantil de su colegio. «En su centro escolar tienen prioridad los de 5º ESO y Nahia tenía muchas ganas de salir, el resto de cursos salen si hay plazas libres y por sorteo», cuenta Lidia. Ahí es donde tienen su mayor rabia, en las ilusiones no cumplidas de su pequeña de diez años que entiende que no se puede celebrar pero ve cómo se escapa su oportunidad de desfilar por las calles de la ciudad.
Nerea Anabitarte, Gros
«San Sebastián es amistad, fiesta, calle y ruido»
Para esta vecina del barrio de Gros la fiesta de San Sebastián es la fecha más importante de su calendario anual. «En mi cuadrilla siempre hemos intentado trasmitir nuestro amor a la festividad invitando a amigos que viven lejos y todos han repetido», cuenta Nerea Anabitarte. Ayer tuvo varias videoconferencias con esas amistades que este año no han podido acercarse a Donostia. Y como no puede cenar entre amigos, recupera la cita con sus padres en la víspera de la fiesta. «Tenemos preparada una cena especial. Le he llevado un ramo de flores azules y blancas a mi madre, y en nuestra casa hoy todo es de ese color», dice.
A las doce izó la bandera que se quedará ondeando desde su balcón hasta la medianoche de hoy. Lo que más le gusta del día de San Sebastián es la arriada, esa no la perdona. Tampoco falta a su tamborrada de APYMA Jesuitas con sus excompañeras de colegio por la tarde del día 20. Hoy tira de recuerdos y de citas inolvidables, Nerea es miembro del Orfeón Donostiarra y guarda con especial cariño la izada de 2008 cuando Gaztelubide invitó a la agrupación a cantar en el tablado de la Plaza de la Constitución. «La sensación fue increíble, nunca había vivido algo parecido, el momento en el que Mendi levantó los brazos y la plaza vibraba», recuerda emocionada.
Maite Urola, Amara
«Adelantamos la izada por el toque de queda»
En la familia Urola la tamborrada se vive con gran intensidad. Empiezan la víspera, es el cumpleaños de la ama y no paran hasta que se arría la bandera. Maite Urola ha salido en la tamborrada desde que tiene siete años, desde 2003 lo hace con Katalina de Erauso donde es aguadora mayor. Ayer quedó con su familia para izar la bandera a las nueve de la noche. Son todos de Amara, emocionados se fueron cada uno a su casa a cenar antes del toque de queda. «En mi familia este día se celebra por todo lo alto, se nos pone la piel de gallina, y celebrarlo así nos da mucha tristeza», cuenta. Hoy comerán todos juntos.
Además Maite es profesora y ayer también celebró con los pequeños una víspera muy diferente a lo que están acostumbrados. «En su burbuja de clase, separados con distancia en el patio, con mascarillas y sin que los padres puedan verlos», relata.
Xabier Heredero, Loiola
«Vamos a pasar un día extraordinario, lleno de emoción»
Xabier Heredero salió a su balcón a dirigir la Marcha a sus vecinos y amigos del barrio de Loiola con la mente puesta en el recuerdo a los que no están. Se enfada por no poder salir con Zuhaitz Danborrada, el Covid ha robado los festejos, pero está convencido de que en 2022 «estaremos todos en la calle con los tambores y la música», afirma.
Su víspera de San Sebastián comenzó cenando con su mujer Marilén y a las doce cita en los balcones. Ese encuentro con sus compañeros de fachada se repetirá este mediodía porque «los niños tienen que sentir que su tamborrada también está presente». Seguirá con el bastón de mando para la arriada. «Serán 24 horas diferentes y llenas de emociones».
Juan Cortés, Intxaurrondo
«Saldremos a comer con la familia»
En la Plaza Bernardo Etxepare de Intxaurrondo desde el confinamiento de marzo-abril se conocen todos. Jokin Cortés, en su balcón vestido para la ocasión, salió con su mujer, Miren Amilibia, para dar inicio a este particular año de San Sebastián. Antes cenaron juntos y recordaron sus anteriores tamborradas. Ella desfila con Kanoietan y él en Haizalde. «Echaré de menos nuestra izada en el barrio de las seis de la tarde, ese es mi momento especial de la jornada», apunta.
Hoy el matrimonio tiene una cita para comer con su hija y una amiga, por la noche se volverán a sentar a la mesa con su hijo y su nieta. «Hemos decidido hacer pequeños encuentros para estar con la familia y controlaremos distancias», comenta.
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