Encerrados en el patio escolar con Sarriegui
Sin la Infantil ·
Los colegios evitaron los desfiles, improvisaron alternativas al tambor y reunieron a sus alumnos en los recreos para tocar en 'compañías burbuja'La pandemia ya marcó el curso escolar pasado y el también el presente. Y la tamborrada no iba a ser menos. Este año los ensayos en los centros educativos se han limitado a desempolvar los barriles en la última semana y tocar ayer la Marcha en patios y aulas. No todos, ya que por ejemplo Arantzazuko Ama de Martutuene no organizó ningún acto de este tipo al quedar reducida este año la fiesta a la mínima expresión.
El colegio Jesuitas dio un giro a la celebración ante la extraña coyuntura actual. Los alumnos de Primaria sustituyeron barriles y tambores por una coreografía que bailaron en el interior del colegio con palmas y zapateados marcando el sonido que debían hacer los palillos. «Hemos ensayado en clase de Música, se trataba de hacer algo diferente y especial en este año tan complejo», indicó la profesora Arantza Etxabe. El baile lo hicieron por cursos. Los de Secundaría realizaron una tamborrada telemática con aitonas y amonas de Villa Sacramento y con la Fundación Uliazpi, y los alumnos de Bachillerato hicieron lo propio con la residencia de ancianos San José de la Montaña.
Los tamborreros de Amara Berri Morlans salieron al patio a tocar el repertorio clásico de la tamborrada, con las compañías separadas entre sí y con los tambores mayores subidos a pupitres. A diferencia de otros años, en esta ocasión no hubo desfile por el patio y en vez de los 450 alumnos habituales tocaron la Martxa de San Sebastián unos 300 chavales de 1º, 2º, 5º y 6º de Primaria. Habitualmente cientos de padres y madres se mantienen expectantes junto al vallado perimetral del colegio, una imagen que esta vez no se produjo.
El colegio Aldapeta María Ikastetxea (antiguo Marianistas) hizo toda la demostración tamborreril al sacar a los 750 alumnos de Primaria a los campos exteriores del nuevo colegio. Laas dimensiones de sus instalaciones propicieron una imagen como pocas se podrán ver en esta fiesta de San Sebastián. Las compañías accedieron a sus puestos escalonadamente y mantuvieron distancias entre unas y otras. La pandemia impidió celebrar la tradicional izada a cargo de los alumnos de Bachiller seguida de los homenajes al personal que se jubila.
Más sobre la Tamborrada
- Escaparates de Tamborrada (y 2)
- La marcha conquista los balcones
- La noche de San Sebastián más silenciosa
- «Nos gana la ilusión de la fiesta»
- Vivir el gran día con el freno de mano echado
- La 'consti' vive su inicio de fiesta de San Sebastián más solitario
- Donostia vive su Tamborrada más sentida y menos ruidosa
- La 'marcha' del Orfeón Donostiarra
- Nueve formas de cantar a San Sebastián
-
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión