«En la ciudad, como en la moda, sobra mucho, hay que quitar»

– ¿Qué siente por recibir la Medalla al Mérito Ciudadano?

– Me ha hecho mucha ilusión. Estoy ilusionada y contenta.

–¿Qué le dice la gente?

–He recibido mil felicitaciones. Hoy mismo me he encontrado con alguien que cuando nos hemos cruzado me ha dicho 'bueno ya nos veremos el día de San Sebastián' y no tengo ni idea de quién es. Si estoy en la tienda me felicitan como es normal. He percibido buena actitud. Te das cuenta de que la gente te quiere bien. Aunque ha habido algunas que también me han dicho: 'pero tú qué has hecho por la ciudad'.

– ¿Qué le queda por hacer en el mundo de la moda?

– Están cambiando muchas cosas, materiales, volúmenes... Yo lo que intento es que la moda sea confortable, fácil de llevar, amable con la persona. Eso es lo que me importa. Ahora se están haciendo cosas muy estrambóticas, junto a otras muy puras, sencillas y aparentemente muy simples.

– Esta segunda línea es la suya…

– Hay firmas importantes que son mucho más puretas que yo. Pero a mí me gusta el poco adorno. Una mujer guapa no necesita ponerse 50 collares o quincallería. Lo mismo que una ciudad como la que tenemos no necesita estar llena de cacharros que no hacen más que afearla.

– ¿Sobran cosas en la ciudad?

– Sobra mucho, hay que quitar. Ya lo decía Van der Rohe: 'Menos es más'. Y es que es verdad. Sobre todo en una ciudad de la belleza de San Sebastián. ¡Qué Navidades!, todo lleno de bombillas, pero qué es esto. Todo sobra.

– ¿Ya sabe lo que va a decir en la ceremonia?

– Sí, pero no te lo voy a contar. No voy a hablar mucho de mí, voy a hablar de la ciudad. Me gustaría que conservase su idiosincrasia y que quitaran los trastos (sic) que hay por la calle. Hay que purificar la ciudad.

– ¿Cuál es la fórmula para mantener un comercio como Minimil medio siglo abierto al público?

–Es un milagro. Están cerrando cantidad de locales que han sido icónicos en la ciudad, librerías, restaurantes y alguna tienda de artículos naturales. Que desaparezca Arenzana a mí me duele en el alma. El Ayuntamiento debería intervenir de alguna manera.

–¿Pero si la propiedad lo tiene decidido por falta de relevo generacional o por motivos económicos..?

– De acuerdo, pero en otras ciudades como París o Barcelona el Ayuntamiento se está haciendo dueño de los locales. Porque yo entiendo que si alguien ha trabajado 50 años y le ofrecen un millón o dos millones de euros lo quiera vender. Pero el Ayuntamiento debería hacerse con la propiedad de esos locales y ponerlos con gente que los siga manteniendo porque ¿qué es San Sebastián sin su comercio? Habrá una veintena de negocios emblemáticos que van a ir cerrando.

– ¿Su comercio está en riesgo?

– Ahí están mis hijas, no sé qué pensarán hacer. Sería una pena evidentemente.

–¿Se va a emocionar en la ceremonia de las medallas?

– Si tocan la tamborrada me puedo desvencijar.