¿Cuáles son los tipos de energía que hay?

Son el futuro de cara a combatir el cambio climático, abundan y se pueden encontrar muy fácilmente

Jueves, 5 de octubre 2023, 11:08

Las energías renovables abundan y en la actualidad se pueden encontrar casi en cualquier rincón del planeta. Por si fuera poco, hoy en día estas ya son capaces de generar mucha más energía de la que necesitamos los humanos sin dañar el ecosistema tanto como lo hacen los combustibles fósiles. Porque estos últimos siempre hay que quemarlos para poder obtener energía, lo que provoca que se generen altas cantidades de dióxido de carbono.

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En ese contexto, queda claro que es necesario un cambio de costumbres y hábitos con el objetivo de orientar nuestra obtención de energía de las renovables. Cada día que pasa surgen nuevos avances en esta materia, lo que convierten estas técnicas en menos costosas. Además, el de las energías renovables es un gremio que genera más trabajo que el de los combustibles fósiles. A continuación, se hace un repaso de las principales alternativas a los combustibles fósiles.

Energía solar

La solar es la energía que más abunda en la Tierra y se puede obtener hasta cuando el cielo está nublado. Y es que la energía que intercepta el planeta desde el Sol es 10.000 veces mayor a la que consumimos los humanos. Así, la energía que proviene del Sol puede ser transformada para obtener calor, refrigeración, luz natural, electricidad e incluso combustibles, todo ello a partir de tecnologías en constante renovación y evolución, que transforman la energía solar en energía eléctrica.

Energía eólica

La energía eólica consiste en aprovechar la energía cinética del aire mediante turbinas eólicas para convertirla en electricidad. Se trata de una técnica que se utiliza desde hace mucho tiempo y con el paso de los años los avances tecnológicos han permitido ganar muchísima efectividad. En ese contexto, el mundo tiene un potencial enorme para desarrollar estas técnicas porque se estima que se podría producir tanta o más energía eólica de la que necesitamos los humanos. Las zonas más prometedoras para colocar las turbinas son los lugares más remotos y zonas acuáticas muy lejanas a la costa, lugares que abundan en la Tierra.

Cada día surgen nuevos avances en esta materia y estas técnicas se convierten en menos costosas

Energía geotérmica

La energía geotérmica consiste en aprovechar la energía térmica del interior de la tierra, la cual se extrae valiéndose de dispositivos geotérmicos colocados en pozos u otros lugares. En ese contexto, es importante diferenciar dos tipos de extracción. Por un lado, tenemos los depósitos hidrotermales, que son esos depósitos con temperaturas elevadas y permeables que permiten sacar el calor de forma natural. Por otro lado, están los sistemas geotérmicos mejorados, es decir, los que requieren de una estimulación hidráulica, que son principalmente sistemas geotérmicos mejorados. Una vez habiendo extraído el calor, se utilizan diferentes fluidos para transformar el mismo en electricidad.

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No es la técnica más avanzada, pero se lleva utilizando desde hace más de 100 años y ya ha alcanzado una notable fiabilidad como fuente de energía. La investigación en este campo es incesante.

Energía hidroeléctrica

La energía hidroeléctrica utiliza el movimiento y la fuerza del agua para generar electricidad. Eso sí, requiere de un movimiento pronunciado del agua ya sea en forma ascendente o descendente. Así las cosas, esta técnica se nutre de los movimientos que se generan en los embalses y los ríos y, actualmente, es la mayor fuente de energía renovable dentro de las eléctricas. No obstante, la energía hidroeléctrica se basa en patrones estables de pluviosidad, por lo que las sequías provocadas por el cambio climático no benefician en absoluto. Por si fuera poco, las infraestructuras que hay que montar para poder llevar a cabo esta técnica, son también dañinas para la naturaleza y los ecosistemas, algo que también puede alterar la propia cantidad del agua en los lugares en los que se construyen. Es una forma muy efectiva de aportar energía a lugares muy remotos.

Energía oceánica

La energía oceánica se basa en tecnologías que se valen de energías producidas por las aguas térmicas marinas, las olas y las corrientes para conseguir electricidad o calor. Esta opción es muy poco estudiada e investigada por el momento, pero se cree que tiene un potencial enorme de cara al futuro.

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Bioenergía

La bioenergía consigue energía a partir de materiales orgánicos o biomasa como la madera, el carbón, el estiércol y otros abonos, que después son transformados en calor, electricidad y biocombustibles. La única pega es que es necesario quemar todos los materiales mencionados, un proceso que puede generar toxinas que derivan en empeorar el efecto invernadero. Eso sí, sus niveles no son comparables con los que manejan los combustibles fósiles. En ese sentido, la bioenergía es solo útil y beneficiosa en ciertos contextos. Hay que tener en cuenta que puede provocar impactos muy negativos, especialmente deforestación y cambio en las características de determinadas tierras y sus usos, por lo que hasta ahora solo se ha puesto en práctica en zonas rurales y muy remotas.

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