Los trabajadores pobres, la huella persistente de la crisis
A. A.
SAN SEBASTIÁN.
Viernes, 28 de diciembre 2018, 06:22
El descenso de la demanda de la principal ayuda social contra la pobreza en Euskadi tiene una cara B: el aumento de trabajadores pobres ... que tienen que completar su salario bajo con la prestación. En Gipuzkoa, suponen dos de cada diez perceptores, un total de 2.840 personas, según los últimos datos publicados por Lanbide referidos al mes de noviembre. Son la huella duradera de la crisis, junto con los parados de larga duración que han tenido que recurrir al salario social una vez agotada su prestación por desempleo.
La última encuesta sobre pobreza en Gipuzkoa también ha advertido de la delicada situación de parte de la población trabajadora. Desde hace ya tiempo, expertos y colectivos sociales vienen avisando de que un empleo no es ya un seguro de vida contra la pobreza. Esa máxima saltó por los aires durante la crisis y la recuperación no ha arreglado los destrozos. Al contrario, el número de trabajadores pobres aumenta en el territorio.
El 10% de los asalariados se asoma al abismo de la pobreza con menos de 920 euros al mes de ingresos (riesgo de pobreza relativa). El anterior diagnóstico de 2014 cifró en un 6,2% el fenómeno de la pobreza laboral en Gipuzkoa; y en 2012, cuando se realizó el primer estudio de estas características en el territorio, el fenómeno afectaba al 7% de la población ocupada.
La persistencia de este problema ha obligado a replantear el sistema de protección social. En la propuesta de reforma de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), cuyo debate sigue paralizado en el Parlamento Vasco, se contempla que el complemento al salario no tenga una limitación temporal. Ahora mismo, la ley permite que un perceptor pueda estar cobrando esta ayuda durante tres años. La idea es que pueda continuar recibiéndola 'sine die' hasta que no logre mejorar su situación laboral.
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