Profesora asesinada en San Juan de Luz
«Los profesores salían llorando»Pánico. ·
Los alumnos fueron confinados en las aulas y les hicieron creer que «era un simulacro de alerta terrorista». No les dejaron asomarse a las ventanas para evitar ver las duras escenas que se vivieronEn las horas posteriores al asesinato de la profesora Ágnes Lassalle a manos de un alumno, en las puertas del liceo Saint-Thomas-D'aquin ... de San Juan de Luz se agolpaban decenas de alumnos, padres, vecinos y periodistas. Mientras algunos escolares se mostraban serenos, otros no podían contener las lágrimas por la tensión vivida. Sus compañeros, los de la clase implicada, seguían dentro del liceo recibiendo asistencia psicológica y fuera solo se sabía lo que había trascendido a través de los teléfonos móviles. Los jóvenes hablaban de un ataque con «un cuchillo de carnicero», recordaban que «no nos dejaban acercarnos a las ventanas» o relataban que «nos han hecho creer que era el simulacro de un ataque terrorista». Cuando acabó todo, la mayoría de los testigos directos, acompañados por sus padres, evitaron pronunciarse.
Durante el ataque, los alumnos que estaban en otras aulas escucharon gritos y el ruido de las mesas, pero no llegaron a intuir la gravedad de lo ocurrido. «Nuestra aula está un piso por debajo y hemos escuchado gritos y gente corriendo por el pasillo, pero no hemos sospechado que podía haber pasado algo así», explicaba Noah Altimira, vecino de Hondarribia. Eso sí, recordaba que «los gritos eran de miedo y pánico». Por su parte, Berta Tolosa, otra alumna residente en Hondarribia, afirmaba que se les hizo rara la orden de un profesor. «Nos tocaba salir al patio y nos ha mandado quedarnos dentro. Nos hemos ido enterando por los móviles».
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Cuando los profesores se enteraron de lo sucedido, pusieron en marcha el protocolo de seguridad. «Estábamos en el aula y dos señoras nos han dicho que teníamos que hacer un simulacro de alerta terrorista. No nos dejaban mirar por la ventana, porque se veía a profesores llorando», recordaba Fatou, alumna de segundo curso que esperaba bajo la lluvia a que saliesen sus compañeros. Con cierto nerviosismo y sin asumir del todo lo que le había ocurrido a su profesora de español, esperaba junto a decenas de compañeros con la duda de si irse a casa o no.
«Tres 'profes' lo han retenido»
Muchos alumnos del liceo preferían no hablar sobre lo que acababa de suceder, pero unos pocos informaban de lo que estaban recibiendo a través del teléfono. Fue el caso de los hendaiarras Jon y Hugo. «Nos han confinado en las clases y nos hemos ido enterando de lo sucedido por el móvil», comentaban. Un amigo, que estaba en la clase donde sucedió el ataque, les había escrito que el agresor había sacado el arma de la mochila y que, tras atacar a la profesora y salir corriendo, «tres profesores lo han retenido». También comentaban las palabras del agresor tras cometer el acto. «Ha dicho que no se sentía él mismo al hacer esto. Tenía problemas mentales», señalaban.
Más de cuatro horas después del apuñalamiento, los primeros alumnos empezaban a salir junto a sus padres. Varios estudiantes lloraban desconsolados, y para muchos todavía era complicado exteriorizar lo que habían vivido. En ese momento se produjeron varias muestras de solidaridad. Un alumno del instituto se acercó con su madre para colocar una flor blanca en recuerdo de Lassalle. Y no fue el único. Una maestra de París que está pasando unos días de vacaciones en San Juan de Luz también se acercó a dejar un ramo. Dijo que lo hacía «por solidaridad» con ella.
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