Rescatan del mar el cuerpo sin vida de un lasartearra de 67 años que fue a pescar a Jaizkibel

Al ver que las horas pasaban y que el hombre no había regresado a casa, la propia familia del fallecido fue la que dio la voz de alarma a los servicios de rescate llamando a las 12.15 horas a SOS-Deiak e informando que un familiar había salido a pescar a la zona de las rocas de Jaizkibel y no había regresado de vuelta.

A partir de ese momento, se estableció un dispositivo de búsqueda en el que participaron miembros de la Unidad de Vigilancia y Rescate (UVR) y un helicóptero de la Ertzaintza, voluntarios de la Cruz Roja, recursos de Salvamento Marítimo y dos dotaciones de bomberos de la Diputación Foral de Gipuzkoa pertenecientes al parque de Bidasoa, todos ellos coordinados por un técnico de Atención de Emergencias del Gobierno Vasco.

Minutos después de las dos y media de la tarde de ayer, un recurso de la UVR encontró la mochila perteneciente al varón desaparecido cerca de la costa, en las inmediaciones de las rocas de Jaizkibel, lo que permitió acotar aún más la zona de rastreo. Desafortunadamente, tras ese primer hallazgo, la tripulación de Cruz Roja de Pasaia, a bordo de una embarcación, recuperaba del mar el cuerpo sin vida del lasarteoriatarra de 67 años, que había sido avistado previamente por otro arrantzale que se encontraba en esos instante pescando en la zona de acantilados en la que había desaparecido la víctima, cerca del campo de tiro.

Custodiada por la UVR de la Ertzaintza, la zódiac de la Cruz Roja trasladó el cuerpo del hombre hasta la zona portuaria de Pasai San Pedro, donde se certificó su muerte y se realizaron las correspondientes diligencias judiciales. Entre tanto, la Policía vasca mantiene abierta la investigación para esclarecer el fallecimiento de este pescador que, habitualmente, solía acercarse a este lugar para faenar.

Los acantilados de Jaizkibel, tanto del lado pasaitarra como hondarribiarra, además de ser una zona muy frecuentada por los aficionados a la pesca desde tierra firme que no se echan a faenar a la mar, también suele ser escenario cada cierto tiempo de este tipo de accidentes dada la orografía y peligrosidad del terreno. Sin ir más lejos, a principios de febrero del pasado año, otro arrantzale, de 49 años, desapareció en ese mismo lugar con un desenlace que a día de hoy continúa siendo un misterio.

Tras nueve días de rastreo, y un dispositivo que estuvo formado por la sección de buceo de la UVR de la Ertzaintza, 112 SOS-Deiak y Cruz Roja, los servicios de rescate dieron por concluida la búsqueda del desaparecido, sin lograr hallar al pescador, aunque sí un gorro y una caña de pescar flotando en el agua.