La Ertzaintza cree que los restos hallados en la playa de Getxo fueron arrojados a la ría

Por el momento se ha encontrado parte de una pierna, entre la rodilla y el tobillo, y dos fragmentos de extremidades superiores, entre ellos un hombro, por lo que no se descarta que puedan aparecer nuevos restos. «Si fueron depositados en el mismo punto y en el mismo momento, es lógico pensar que las corrientes hayan tenido el mismo comportamiento y que los demás fragmentos vayan apareciendo en el mismo lugar o en un radio de acción próximo», apunta el forense bilbaíno especializado en psiquiatría Guillermo Portero, ya retirado.

Las tres piezas han sido examinadas en la sala de autopsias del Instituto vasco de Medicina Legal y los forenses han llegado a la conclusión de que corresponden a un hombre joven, de entre 25 y 35 años, de 1,60 a 1,75 de estatura. Si llegara a completarse el cadáver con zonas vitales como el tórax o la cabeza, podría llegar a averiguarse incluso el mecanismo de la muerte, especialmente si se trata de una agresión por arma blanca o de fuego, aunque por el momento los restos solo van a permitir identificar a la persona, señala Portero.

Los agentes del Servicio de Investigación Criminal Territorial de Bizkaia (SICTB), encargados del caso bajo la instrucción de un juzgado de Getxo, trabajan con la hipótesis de que el hombre fue asesinado. Posteriormente, el o los autores del crimen lo descuartizaron con la ayuda de una sierra mecánica y arrojaron los restos humanos a la ría. Por su estado de descomposición, calculan que pudo suceder hace entre quince días y un mes, esto es, el pasado mes de diciembre.

A la espera de que la Policía Científica obtenga el ADN de los miembros humanos en el laboratorio, lo que puede tardar aún varios días, los ertzainas cuentan ya con un posible candidato. Se trata de un joven en ese tramo de edad que desapareció en Barakaldo en las fechas en las que supuestamente debió de cometerse el crimen. En estos casos, se pide a los familiares una muestra de su perfil genético o un peine o cepillo de dientes del desaparecido para cotejarlo con el ADN. Del cerca del millar de denuncias por pérdidas de personas que recibe la Ertzaintza al año, casi cinco al día, un reducido porcentaje son consideradas de alto riesgo y un número aún menor presenta indicios de criminalidad. Pues bien, la desaparición de este chico fue considerada como de alto riesgo.

Los policías se comunicaron ayer con la familia y recorrieron los puntos que solía frecuentar, aunque por el momento no se ha confirmado que se trate de la víctima. Otra vía de investigación se centra en las líneas de telefonía que podía tener el desaparecido.