La comunidad escolar de Gernika condena la presunta agresión sexual a una menor por parte del exentrenador del Lointek

Cerca de trescientos alumnos, profesores y padres y madres de las AMPA de los diferentes centros educativos de Gernika han protagonizado, a primera hora de esta tarde, una concentración para condenar con rotundidad la presunta agresión sexual a la que sometió el exentrenador del Lointek Gernika, Mario López, a una jugadora del equipo durante su adolescencia.

«Es asqueroso lo que ha ocurrido y no podemos consentir más este tipo de hechos», ha denunciado una estudiante de bachiller del instituto de Gernika, que prefiere mantener su nombre en el anonimato.

Los integrantes de la comunidad escolar de la villa foral no han dudado en acercarse a la concentración, que ha tenido lugar a las cuatro de esta tarde, en las escaleras del colegio público Allende Salazar, en el que López ejerció también como preparador físico de baloncesto en el marco de un campus. En este sentido, desde la dirección del centro han pedido perdón «a quienes hayan podido sufrir abusos durante su pertenencia al colegio y en especial a la víctima», expresaron. «Proteger a los alumnos es un deber de la escuela, así que pedimos disculpas si no lo detectamos en su momento y brindar el apoyo que necesitaba».

Los colegios expresaron también su solidaridad con la joven agredida por López durante un periodo de tres años, desde los 13 a 16. «Ante estas denuncias no podemos mirar a otro lado», han manifestado también desde la ikastola Seber Altube. «Un abrazo a las jugadoras del Lointek, a las de antes y a las de ahora», reiteraron sus muestras de apoyo desde la comunidad escolar de Gernika.

Los centros de la villa foral han llamado también han llamado también a participar en la movilización convocada por la Red Feminista de Gernika, a las 19.00 horas, en el Pasealeku, «porque tenemos claro que no podemos permitir que se repitan más casos como este», denunciaron, asimismo. Han recordado también que, para evitar que se repitan abusos «tan salvajes» como el que soportó la víctima por parte de su entrenador, tienen en marcha protocolos porque «la protección y el bienestar de los chavales debería ser la base y modelo ejemplar».