Usuarios y familiares califican como notable los cuidados en las residencias de Gipuzkoa durante la pandemia
La Diputación ha presentado los resultados de la evaluación realizada entre residentes, familiares y trabajadores sobre la gestión en las residencias durante la crisis sanitaria
El 74,5% de los residentes y familiares de las residencias de Gipuzkoa valoran positivamente la calidad de los cuidados recibidos en estos centros durante ... la pandemia provocada por el coronavirus SARS-coV-2. Esta es la principal conclusión del proceso evaluador encargado por la Diputación Foral de Gipuzkoa para conocer de primera mano cuál ha sido el nivel de atención en las residencias de mayores durante la crisis sanitaria. Este estudio, en el que participaron 2.026 personas entre residentes, familiares y trabajadores durante los meses de junio y julio, perseguía tres objetivos. Medir la calidad de los cuidados, conocer el impacto del Covid-19 y evaluar la capacidad de innovación en los centros. 247 residentes completaron el estudio y 77,2% de ellos se pronunciaron favorablemente sobre la calidad de la atención y de los cuidados. De los 660 familiares que participaron un 73,5% coincidieron con esa valoración que bajó al 62,7% entre los 1.119 trabajadores.
Este miércoles la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, ha presentado los resultados de este proceso evaluador y ha valorado muy positivamente el nivel de participación, así como las conclusiones extraídas: «Más de 2.000 personas de la red han respondido a la encuesta, y 112 han participado en los 14 talleres de contraste organizados para profundizar en sus respuestas, propuestas y opiniones». Se trata de un estudio que combina técnicas cuantitativas y cualitativas, «lo cual nos permite obtener una perspectiva de 360º», ha señalado.
Sobre la gestión del Covid-19, el 78,1% de las personas residentes, el 66,1% de las familias y el 59,2% de las profesionales hacen una valoración positiva de la respuesta que se le ha dado a la crisis del coronavirus. Entre los aspectos consultados, los sistemas de vigilancia, las medidas de prevención, la comunicación con las familias y el régimen de visitas y salidas, han sido las cuestiones mejor valoradas; frente a la claridad de protocolos y la disponibilidad de personal, que han sido los aspectos peor valorados. La valoración promedia ha sido mayoritariamente positiva, el 63,7% de las personas consultadas así lo ha considerado.
Sobre la calidad de los cuidados, el 69,3% de las personas que han participado en el estudio hacen una valoración positiva sobre la calidad de la atención prestada y recibida. El 77,2% de las personas residentes lo valora positivamente, el 73,5 de las familias también, así como el 62,7% de las personas profesionales.
El estudio centra su último apartado en las capacidades de innovación para la mejora de la atención y de los cuidados. Los resultados obtenidos en los cuestionarios, indican que aproximadamente la mitad de los centros residenciales (49%) realizan algún tipo de innovación, entre las que destaca la inclusión de tecnologías para la comunicación con las familias. En cambio, la percepción sobre la innovación difiere entre las personas profesionales (61,3%) y las familias (33,7%), es decir, las familias perciben menos las innovaciones y cambios impulsados por los centros residenciales.
Residencias de futuro
Desde el ente foral creen que es «imprescindible» conocer la actual situación y realidad de los centros de mayores para «avanzar y mejorar» en su gestión y asistencia. Con el objetivo de transitar los cuidados de larga duración hacia una atención cada vez más personalizada y en el marco de la Agenda 2030, Peña ha anunciado que «hemos creado una red de participación y evaluación, una herramienta muy eficaz para seguir diseñando las políticas sociales de futuro».
Se trata de un estudio de evaluación que se repetirá cada año, «de tal manera que sistematizamos la participación de las personas usuarias, familiares y profesionales, damos un salto cualitativo muy importante, y afianzamos una red de evaluación muy valiosa que funcionará como un prescriptor de recomendaciones para diseñar las residencias del futuro».
El estudio realizado también ha planteado varias recomendaciones para avanzar en los ejes de transición hacia los modelos de residencia de futuro. Así, el trabajo recomienda que estos centros deberán tener un enfoque estratégico y participativo, y organizar los servicios y los espacios sobre la base de un nuevo modelo de cuidados. Además, después del contraste y la recogida de opiniones de las personas que han participado en este proceso, se concluye que las residencias del futuro se deben organizar en torno a las siguientes características: espacios adaptables según las necesidades, mayoritariamente en habitaciones individuales, sobre unos cuidados personalizados, en centros con enfoques inclusivos y comunitarios, que sean sostenibles y eficientes medioambientalmente, y como espacios que aúnen todo el ecosistema de servicios necesarios.
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