Urkullu sitúa la «respuesta vasca» al Covid al nivel «de los países más avanzados»

Urkullu defendió que el «modelo de gobernanza colaborativa» puesto en práctica entre las instituciones vascas y con el Gobierno central para hacer frente a un virus que sigue dando algunos coletazos ha permitido «una gestión diferenciada», aunque «complementaria». Euskadi ha querido marcar perfil propio desde el inicio, desmarcándose de algunos de los acuerdos que cada semana se han ido adoptando en la Comisión Interterritorial de Sanidad donde participan todas las comunidades, o poniendo su impronta en medidas comunes que aquí fueron ligeramente adaptadas, bien al prolongarlas más en el tiempo -como ocurrió la semana pasada con el aforo en los campos de fútbol-, o al levantarlas.

En general, el Gobierno Vasco ha sido contenido a la hora de abrir la mano. Aunque, en su repaso de ayer, Urkullu aseveró que Euskadi ha aplicado «menos medidas limitativas que en nuestro entorno». Destacó que el sector cultural reabrió el 1 de junio, que el comercio lleva abierto desde que se levantó el confinamiento; que en Educación, el 99% de las aulas tuvieron clases presenciales, incluso dijo que la hostelería solo ha «cerrado 34 días». Esa fotografía obvia, no obstante, las restricciones de aforos, horarios o formas de consumo que han limitado a este sector. Pero, para compensar esas y otras afecciones, destacó también Urkullu, «las instituciones vascas han invertido 5.147 millones de euros». Unas ayudas «por encima de la media de nuestro entorno en turismo, comercio y hostelería, además de en protección social», aseveró en un balance en el que situó a Euskadi por delante en la realización de pruebas diagnósticas y en el proceso de vacunación -los parámetros positivos-. Y, entre los negativos, aseveró que «ha habido menos personas hospitalizadas e ingresadas en UCI», y que «el incremento de fallecidos en el periodo Covid ha sido inferior al de nuestro entorno», en alusión a la media de toda España.

Aunque se centró en los «logros colectivos» y no en los errores, el lehendakari aseveró que «no rehuiremos la autocrítica ni las lecciones aprendidas», como las que les han dado los jueces a la hora de marcar al Ejecutivo el terreno de derechos y servicios a limitar.

Tras celebrar la última reunión del LABI, el gesto con el que quiso marcar el punto de inflexión de esta crisis sanitaria «que estamos superando», agradeció la respuesta de la mayoría de la ciudadanía que «ha actuado con responsabilidad y compromiso» ante la pandemia. Defendió «la transparencia» con la que ha actuado su equipo de Gobierno, con comparecencias «continuadas y periódicas» en el Parlamento Vasco. Agradeció «el grano de arena» aportado por los expertos y representantes institucionales que han gestionado la crisis.

Y trasladó el «reconocimiento» a los profesionales sanitarios, de residencias, servicios esenciales o «sectores que han sufrido las consecuencias negativas» de las restricciones implantadas. Llegar hasta aquí «es un logro colectivo», aseveró. «Estamos en disposición de iniciar un nuevo tiempo. Con prudencia, responsabilidad y espíritu positivo».