Gipuzkoa es el territorio vasco donde más crecen los seguros privados de salud desde la pandemia

Fueron más de 8.400 los guipuzcoanos que vieron en la red privada una solución al déficit de atención que encontraban en Osakidetza. En concreto, 8.488, lo que hizo aumentar el número de clientes de las aseguradoras de salud un 9,6% respecto a 2019. Es, con diferencia, el mayor incremento de los últimos años en Gipuzkoa, por delante de Araba (+9%), que ha pasado de 54.255 pólizas a 59.133, y de Bizkaia, donde el incremento se ha quedado en el 5,1% (330.821 seguros en 2019 por los 347.755 a finales de 2021).

De este modo, el total de guipuzcoanos con cobertura sanitaria privada se acerca ya a los 100.000, tras alcanzarse en 2021 los 97.874 clientes, un 13,6% del conjunto de la población del territorio. Así las cosas, se establece una nueva cifra récord para esta actividad en Gipuzkoa teniendo en cuenta la evolución de toda la serie histórica, según los datos publicados ayer por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, que evidencian cómo la pandemia ha acelerado la contratación de este tipo de seguros. No en vano, durante los dos últimos años completos con el Covid-19 se han contratado más pólizas que durante los primeros cinco años de la década pasada, cuando el número de seguros privados de salud se incrementó en 8.370. Durante los últimos diez años ese crecimiento ha sido de hasta un 30% más, dibujando una continua curva ascendente desde principios del presente milenio.

A pesar de ello, lo que no ha cambiado la pandemia, al menos hasta la fecha, es el perfil de las personas que contratan este tipo de servicios. A finales del pasado ejercicio, las mujeres continuaban situándose ligeramente por delante de los hombres en cuanto a la contratación de pólizas, un 50,8% frente al 49,2 de los varones. Asimismo, los grupos de edad de 45 a 64 años y de 25 a 44 seguían siendo las franjas de población asegurada más abundantes, concentrando más de 61% de toda la población guipuzcoana con un seguro en su haber. En ese sentido, y salvo en la edad pediátrica, las mujeres predominaron en todas las etapas vitales, con una presencia destacable coincidiendo con la etapa de la maternidad. Asimismo, 12.670 menores guipuzcoanos tenían contratado este servicio en 2021.

Estos casi 100.000 residentes en Gipuzkoa con una póliza contratada se tradujo en un total de 263.087 consultas a cargo de las entidades de seguro privado, lo que supuso una media de 2,6 visitas al médico por cada paciente durante los 12 meses del año. La inmensa mayoría de esas consultas fueron de atención especializada, un 83,3% del total (219.244 visitas), debido en gran parte a que las listas de espera en Osakidetza durante los años de pandemia también se han visto incrementados en un 20% en Gipuzkoa. El resto, por su parte, fueron dirigidas a la Atención Primaria (43.843 consultas).

En ese sentido, las especialidades más demandadas en el territorio fueron, por este orden, cirugía Ortopédica y Traumatología (37.705 consultas), Obstetricia y Ginecología (30.858), Oftalmología (23.351) y Dermatología (21.365). Dos de esas consultas, precisamente, son las que más retraso acumulan en el Servicio Vasco de Salud en toda Euskadi.

Es el caso de Traumatología y Oftalmología, donde según los últimos datos facilitados por Osakidetza con fecha del pasado 15 de julio, las dos especialidades tenían 6.595 y 6.189 pacientes respectivamente aguardando una intervención en la red pública. En la primera de esas consultas, además, había más de medio millar de vascos con un retraso que superaba ya los seis meses de espera, sobrepasando el tiempo estipulado por la normativa autonómica para ser atendido en la sanidad pública y vulnerando el decreto de marzo de 2006 que establece una espera máxima de 180 días para los procedimientos quirúrgicos programados y no urgentes.

Con todo, las compañías que ofertaron servicios de asistencia sanitaria privada recaudaron 66,3 millones de euros en concepto de primas, lo que supuso un incremento del 8,3% respecto a 2019. Esta cifra, además, representó el 0,26% del PIB del territorio durante el pasado ejercicio. Teniendo en cuenta la modalidad de las pólizas contratadas, más de la mitad, el 53,1%, correspondió a seguros colectivos, seguido de los seguros individuales o familiares, que coparon un 39% del total. El resto correspondieron a mutualidades públicas (7,9%) de personal funcionario -teniendo en cuenta a las entidades de seguro libre que tienen al menos un establecimiento en el País Vasco-.

En el conjunto de Euskadi, la recaudación por este tipo de servicios ascendió en 2021 hasta los 366,2 millones de euros, un 6,5% más que antes de la pandemia. El abono de estas primas se concentró principalmente en Bizkaia, con un 71,2%, seguido de Gipuzkoa (18,2%) y Araba (10,6%).

A pesar de que la pandemia ha condicionado la suscripción de estas asistencias sanitarias privadas, el territorio, a diferencia, por ejemplo, de Bizkaia, está a la cola del Estado en la presencia de seguros médicos privados. Apenas el 13,6% de la población dispone de una póliza de este tipo. Tan solo Navarra (10,8%), Lugo (11,9%), Orense (12,6%), Jaén y Cantabria (12,8% ambos) presentan porcentajes inferiores de asegurados sobre el total de la población.

Ese porcentaje guipuzcoano (uno de cada ocho ciudadanos) dista del 23% vasco -una cifra que ha aumentado en un punto respecto al ejercicio de 2019- y el 24,4% en España. Las provincias con más clientes son Madrid (38,1%), Barcelona (35,1%) y Baleares (30,1%), además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (36,1% y 33,1%), debido en ambos casos a la importante presencia de agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que, como el resto de funcionarios de la Administración central, tienen contratada su cobertura sanitaria con el ámbito privado.