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La doctora Ángela Estenaga, dermatóloga de Policlínica Gipuzkoa
Policínica Gipuzkoa

«En verano hay que evitar la exposición al sol en las horas centrales del día y usar siempre fotoprotección»

La dermatóloga de Policlínica Gipuzkoa Ángela Estenaga ofrece pautas y recomendaciones para el cuidado de la piel de cara al verano, incidiendo en la importancia de aplicar protección solar «de un factor mínimo 30» y reaplicando «cada dos horas o tras sudar, bañarnos o secarnos con la toalla»

Miércoles, 21 de junio 2023, 17:21

Llegar a verano significa disfrutar de días más largos y de noches más cortas, al menos en cuanto a horas de sol se refiere, lo que, junto con la buena climatología, nos lleva a una mayor exposición a la luz y radiación solares. De cara a un correcto cuidado de la piel en esta temporada estival, la Dra. Ángela Estenaga, dermatóloga de Policlínica Gipuzkoa, ofrece unos valiosos consejos dirigidos a protegernos de los efectos nocivos del sol, entre los que se encuentra el cáncer de piel, una enfermedad «cada vez más frecuente en nuestra población, debido en parte al envejecimiento poblacional» y de la que existen varios tipos como el melanoma -«muy agresivo y con pronóstico pobre en estadios avanzados»- y el no-melanoma -el «más frecuente» y en el que la radiación ultravioleta «juega un papel muy claro e importante»-.

La especialista apunta que «sabemos que un gran porcentaje» de los cánceres de piel «están relacionados con las modificaciones que la radiación ultravioleta causa en las células de la piel». Pero incide en que, además de estos efectos a corto plazo, también «está implicada en el fotoenvejecimiento cutáneo, es decir, en la aparición de manchas, arrugas y otras alteraciones» que son motivo «habitual» en las consultas de dermatología.

«En la práctica deportiva al aire libre se debe evitar la exposición en las horas centrales del día y utilizar dispositivos de protección física -sombreros, gafas de sol y camisetas- además de reforzar la protección habitual con fotoprotección mineral en las zonas de mayor exposición»

Dra. Ángela Estenaga

Dermatóloga

Para evitar y prevenir cualquiera de estos males «es importante» apostar por la fotoprotección y que esta sea «mínimo de un factor 30 y, a poder ser, de 50», sobre todo «en pacientes con fotosensibilidad, con historial de cáncer cutáneo o a la hora de realizar actividad física al aire libre». Más allá del nivel del protector solar, que explica no es más que «un factor teórico que indica cuánto tiempo puedo pasar al sol sin quemarme cuando llevo la crema, calculado en condiciones ideales de laboratorio, es decir, sin luz natural y con altas cantidades de crema», la Dra. Estenaga apunta ciertas pautas en su uso: «Se recomienda aplicar una cantidad suficiente a primera hora, media hora antes de salir de casa, y es imprescindible reaplicar cada dos horas o cada vez que sudemos, nos bañemos o sequemos con una toalla».

Fotoprotección mineral con color, oral y ¿autobronceador?

Asimismo, recuerda que hay que «evitar la exposición al sol en las horas centrales del día y utilizar dispositivos de protección física como sombreros, gafas de sol y camisetas». Esto está especialmente indicado a las personas que practiquen deporte al aire libre, a quienes la dermatóloga lanza una recomendación extra: «Reforzar la protección habitual en las zonas de mayor exposición -mejillas, nariz, pabellones auriculares y cuerpo cabelludo en pacientes con alopecia- con fotoprotección mineral, aquella que ofrece pantalla total, porque rebota la luz, pero que resulta cosméticamente menos aceptable porque suele dejar color blanco». Sin embargo, apunta que «existen otros formatos multicolor que pueden ser socialmente más aceptables».

Respecto a si es necesario utilizar una crema específica para el rostro, la Dra. Estenaga apunta que «se podría utilizar la misma del cuerpo, siempre y cuando sea cosméticamente adecuada» y específica, que esto quiere decir que en la cara «suelen preferirse formatos que para el cuerpo no son importantes, como oil-free -para la piel grasa o acneica-, con fotoliasa -en pieles más maduras o con daño clínico crónico- o con color». Respecto a los fotoprotectores con color, dirigidos a «gente con piel sensible o fototipos bajos», los cataloga como «siempre preferibles» debido a que «nos aseguran que tiene al menos un filtro físico, que son los óxido de hierro, además de ser fotoprotectores de alto espectro que protegen frente a radiación ultravioleta B y A, así como de la luz visible».

«Los autobronceadores no ofrecen protección solar; por tanto, usándolos no estamos cubiertos del daño que ejerce la radiación ultravioleta»

Dra. Ángela Estenaga

Dermatóloga

Por otra parte, la especialista destierra la falsa creencia de que los autobronceadores ofrecen protección solar argumentando que «pueden ofrecer una protección equivalente al factor 2 o 3, pero técnicamente solo en las horas siguientes a la aplicación», por lo que «solamente usando autobronceador no estamos cubiertos del daño de la radiación ultravioleta».

Además de los fotoprotectores tópicos, que se pueden encontrar de dos tipos -los de filtro químico y los de filtro físico-, existe también la fotoprotección oral, que detalla la Dra. Estenaga «son suplementos de vitaminas y antioxidantes que nos ayudan a mejorar nuestra tolerancia a la exposición solar». Sin embargo, «no son una estrategia de fotoprotección por sí mismos» sino que «se recomiendan siempre en conjunto con la protección tópica y con las medidas de evitación».

¿Qué hacer si me quemo?

Una quemadura solar «es una agresión a la piel» provocada por «una necrosis de queratinocitos», lo que se conoce que «a largo plazo puede tener un efecto de fotocarcinogénesis y de fotoenvejecimiento». Por tanto, no hay mejor prevención que evitar quemarse, pero ante sufrir una quemadura solar «es importante hidratar bien la piel», recomienda la especialista, advirtiendo que «si la quemadura es muy extensa, se pueden incluso tener síntomas sistémicos», ante lo que «sería adecuado consultar a un profesional». En caso de pequeñas quemaduras, la indicación es «tratarlas como otra quemadura cualquiera. Si aparecen ampollas, intentar evitar la sobreinfección manteniendo la zona limpia y seca o aplicando antisépticos; y si la inflamación es muy grande, se pueden aplicar antiinflamatorios tópicos».

Incluso si se ha tomado el sol sin quemaduras, «la hidratación es muy importante», apunta la doctora Estenaga, sobre todo «en las partes distales del cuerpo, que son las que más rápido se deshidratan» y muy especialmente en pacientes «atópicos o con piel seca».

«Ante pequeñas quemaduras de sol es importante la hidratación, evitando la sobreinfección en caso de ampollas manteniendo la zona limpia y seca»

Dra. Ángela Estenaga

Dermatóloga

La teledermatología, una experiencia «muy satisfactoria» y en auge

La teledermatología es un servicio de Policlínica Gipuzkoa puesto en marcha hace un año a través del cual «los pacientes acuden al centro, donde se les hace un 'screening' o una consulta rápida mediante la cual un dermatólogo va a hacer una pequeña anamnesis y a valorar las lesiones para tomar, en más o menos 48 horas, una decisión sobre la patología y el diagnóstico; valorando si requiere o no atención presencial y, en caso negativo, establecer el tratamiento».

Es la descripción que realiza la doctora Ángela Estenaga para anunciar que han implantado esta actividad también en el centro de Egia: «La acogida ha sido muy buena por parte de los pacientes y de los profesionales de la dermatología que participan en el sistema». Una valoración que le lleva a afirmar que «la experiencia está siendo muy satisfactoria», pero también fructífera pues «cada vez tenemos cifras más elevadas de pacientes», que pueden acudir «tanto a través de su seguro médico como a nivel particular».

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