Operación de aumento de pecho, en qué consiste y cómo es el antes y el después de la cirugía
El Dr. Óscar Orozco, cirujano plástico de Policlínica Gipuzkoa con gran experiencia profesional, despeja toda duda relacionada con la operación de aumento de pecho, explicando en qué consiste el antes y el después de la cirugía, así como el desarrollo de la misma.
Miércoles, 23 de noviembre 2022, 16:59
La cirugía de aumento mamario está muy demandada en los servicios de cirugía estética. También en Policlínica Gipuzkoa, donde el cirujano plástico Óscar Orozco reconoce que «últimamente estamos viendo muchas chicas jóvenes deseosas de aumentar el volumen de sus senos, siendo la cirugía de aumento mamario lo que más hacemos».
No es, sin embargo, una operación que pueda hacerse a la ligera y el Dr. Orozco se asegura de que las pacientes cumplan ciertos requisitos como haber cumplido la mayoría de edad: «El aumento mamario se puede contemplar a partir de los 18 años. Se podría plantear antes en niñas menores con alguna malformación congénita en el pecho, pero normalmente no, sobre todo por su madurez psicológica».
«No hay una prótesis de mama ideal, cada una tiene sus indicaciones»
Dr. Óscar Orozco
Cirujano plástico de Policlínica Gipuzkoa
También es importante valorar la madurez de la decisión, siendo «importante que sea una decisión meditada con tiempo suficiente» y no un arrebato infundado por las redes sociales o por experiencias cercanas: «Algunas quieren operarse porque su amiga se lo ha hecho o por fotos que han visto en Instagram de gente operada, pero a menudo son imágenes con sujetador o push-up que no tienen que ver con una fotografía médica».
Por ello, el Dr. Orozco pregunta en consulta por el tiempo que la paciente lleva planteándose el aumento y también intenta valorar «qué tipo de información tienen acerca de la cirugía y si han mirado por su cuenta en Internet o han tenido otras consultas médicas previas y vienen a contrastar información».
«Algunas chicas quieren operarse porque su amiga se lo ha hecho o por fotos que han visto en Instagram, pero es importante que sea una decisión meditada con tiempo»
Dr. Óscar Orozco
Cirujano plástico de Policlínica Gipuzkoa
Definir tamaño y tipo de prótesis
Antes de iniciar el proceso hay que «hacer una historia clínica de la paciente y ver que no haya ninguna contraindicación para la cirugía», afirma el cirujano plástico de Policlínica Gipuzkoa. Superada esa fase, el especialista y la paciente se enfrentan a la elección de la talla y el tipo de prótesis, para lo que se necesita un estudio exhaustivo.
«Es frecuente -afirma Óscar Orozco- que acudan pensando que les corresponde una talla porque es la que han visto en una amiga o persona de características físicas similares, sin embargo, la elección nada tiene que ver con la altura o anchura de las personas sino más bien con las dimensiones de su propia mama, siempre en aras de que el implante tenga buena cobertura y que no se palpe ni se vea la presencia de la prótesis».
En ese sentido, «lo que orienta y determina el volumen que podemos colocar -explica el cirujano plástico Óscar Orozco- son las medidas que tomamos en consulta: altura y anchura de la mama, elasticidad de los tejidos, la cantidad de volumen mamario de la paciente, la distancia entre areola y pezón…, aspectos algo técnicos pero fundamentales para una correcta elección de la talla y hacer lo que le corresponde a cada caso».
«Las prótesis son implantes de gel de silicona y pueden ser de dos tipos -explica el cirujano plástico-: redondas o anatómicas, siendo las dos opciones válidas y basando la elección en las características de los tejidos de la paciente y en sus expectativas en cuanto a naturalidad y plenitud del polo superior». «También se diferencian dos tipos de prótesis en cuanto a su cobertura -añade-, ya que pueden ser lisas o texturizadas, teniendo cada una sus propias indicaciones. Las prótesis anatómicas suelen ser texturizadas para favorecer la adherencia a los tejidos y que el riesgo de rotación se reduzca, mientras que la tendencia actual es que las prótesis redondas sean lisas».
«Lo que orienta y determina el volumen de prótesis a colocar son las medidas de la propia mama, aspectos técnicos que se miden en la consulta»
Con todo ello, el Dr. Orozco tiene claro que «no hay una prótesis ideal ya que cada una tiene sus propias indicaciones, así como sus ventajas e inconvenientes».
Operación y cicatriz
Otra de las cuestiones relacionadas con la cirugía de aumento mamario que causa preocupación en las pacientes es la cicatriz, cuya ubicación variará en función del lugar de abordaje elegido. «La más óptima -en opinión del cirujano plástico de Policlínica Gipuzkoa- es el surco submamario, en la parte inferior del pecho, porque es la vía de acceso más directa para colocar el implante, se tiene mejor control del 'bolsillo', es más limpio para la prótesis y más noble para los tejidos, ya que no hay que atravesar tanta parte blanda».
«La vía submamaria, además, permite realizar una incisión pequeña, de unos 4 centímetros, lo que deriva en una cicatriz que, aunque inevitable, no suele dar problemas y queda camuflada, en una zona de pliegue y surco natural, de forma que su aspecto será una rayita plana y blanca», añade Óscar Orozco, que tiene una gran experiencia en este tipo de cirugía.
Entre los beneficios de elegir esta zona también cabe mencionar que «permite la lactancia» y que «se reduce la posibilidad de perder sensibilidad a nivel de la areola», añade el cirujano plástico.
Otras opciones de abordaje son, precisamente, la areola y la axila. Respecto a la primera, el Dr. Orozco apunta que «la vía periareolar implica cortar la piel, así como algunos nervios sensitivos y conductos galactóforos» por lo que «cabe la posibilidad de que la capacidad de lactancia se vea limitada». Respecto a la vía axilar, destaca que «es más compleja» pues «hay mayor distancia hasta la zona de colocación del implante y no se tiene el mismo control», además de que «hay nervios y arterias importantes a nivel axilar que potencialmente podrían lesionarse».
«La vía de abordaje más óptima es el surco submamario ya que permite la lactancia, reduce las posibilidades de perder sensibilidad en la areola y la cicatriz queda camuflada y no suele dar problemas»
En cualquier caso, la operación, que «en algunos lugares se plantea como ambulatoria y marchar el mismo día a casa, en Policlínica Gipuzkoa se realiza «recomendando una noche de hospitalización para, sobre todo, el control del dolor y también para controlar la salida de los restos líquidos que pueden acumularse en la zona durante la cirugía». Respecto al postoperatorio, el Dr. Orozco indica que «poco a poco, en el transcurso de los primeros meses se va bajando la inflamación, consiguiendo un resultado más asentado, estable y definitivo a partir de los tres meses aproximadamente».
¿Para toda la vida?
En Policlínica Gipuzkoa trabajan con implantes mamarios de la marca Mentor, «la mejor marca actualmente en el mercado en mi opinión» indica el cirujano plástico Óscar Orozco y «están garantizados de rotura de por vida», aunque ello «no significa que no se puedan romper o que duren para siempre, sino que no hace falta cambiarlos obligatoriamente a los 10 años como se hacía anteriormente».
Y lanza un mensaje de cara a la esperanza de vida de las prótesis pues «si no dan ningún problema, teóricamente se pueden llevar las mismas toda la vida», aunque no deja de ser «un dispositivo ajeno al cuerpo» que «no está exento de complicaciones y deterioro». Por ello, cada paciente que las lleve o esté pensando en implantarlas «tiene que contemplar la posibilidad de requerir algún recambio en el futuro por cualquier cosa como rotura, deterioro de la forma, contractura capsular…».
Ello se realiza en la llamada cirugía de revisión de aumento mamario, intervención que se realiza «sobre la misma cicatriz del surco submamario» y que puede estar motivada por un deterioro de la prótesis o por alteraciones del propio cuerpo de la mujer que afectan al resultado: «Las propias partes blandas -piel, tejidos, glándulas…- de la paciente se van alterando y envejeciendo, por lo que el aumento mamario está sujeto a un cambio evolutivo de la persona». Lo que implica que «con el paso de los años a veces haya que asociar un proceso de mastopexia de elevación mamaria para su recolocación».
«Si no dan ningún problema, se pueden llevar las mismas prótesis toda la vida, aunque como dispositivo ajeno al cuerpo, se recomienda la revisión anual»
Para detectar cualquier cambio o problema, el Dr. Orozco recomienda que «todas las pacientes tienen que hacer una revisión con su médico idealmente cada año o de forma bianual, de por vida». Se trata de una consulta muy sencilla que consiste en una exploración clínica «para comprobar que los implantes sigan teniendo su forma, que no haya signos de deflación o pérdida de volumen, etc. y que se complementa con ecografías».
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