«La alergia no debe ser un diagnóstico que afecte a la calidad de vida»

La primavera se asocia a la época de alergias, por lo que vamos a conocer un poco más sobre este mal de la mano de la alergóloga de Policlínica Gipuzkoa Estefanía Quílez, quien explica que la alergia «es una respuesta inmunitaria de hipersensibilidad ante un alérgeno» que puede ser de origen ambiental (ácaros polen, etc.) o alimentario, entre otros.

«En vez de tolerarlo de forma natural, hay pacientes cuyos cuerpos lo rechazan, desarrollando una respuesta de hipersensibilidad que es cuando se dan las manifestaciones típicas» de la alergia, como el asma, el estornudo, las ronchas, «o incluso síntomas más graves», expone la profesional, al mismo tiempo que indica que las alergias pueden aparecer «en cualquier momento de la vida», desde el nacimiento hasta la edad anciana, por lo que «se pueden desarrollar alergias a algo que anteriormente se toleraba con normalidad».

Pero lo fundamental es el diagnóstico y el control de dicha asma para lo que el alergólogo juega un papel muy importante, pues «la idea es que la alergia no debe ser un diagnóstico que afecte a la calidad de vida del paciente». Es la contundente afirmación que realiza antes de desgranar cómo ha de gestionar una persona deportista las alergias tanto respiratorias como alimentarias, partiendo de que esta condición no tiene por qué afectarle en el desarrollo del ejercicio físico «si esa alergia está bien diagnosticada y controlada».

Aunque es «muy poco frecuente» y afecta a «un paciente muy concreto», puede ocurrir que «la alergia alimentaria sea incompatible con la práctica deportiva» por una determinada razón que explica la experta: «Existe un tipo de alergia alimentaria cuyos síntomas se desarrollan únicamente si después de la ingesta del alimento se desarrolla ejercicio físico».

Esa reacción posejercitarse «suele ser de gravedad», por lo que es en ese caso cuando el alimento alérgeno y la práctica deportiva son incompatibles. Sin embargo, «si el deporte es muy importante en la vida de esa persona con alergia alimentaria, se le recomienda una dieta de exclusión del alérgeno» y así poder realizar actividad física con tranquilidad.

«No son incompatibles, en principio, la alergia respiratoria -esa que se manifiesta con conjuntivitis y asma- y deporte», afirma la Dra. Quílez, incidiendo en que no todas las alergias conllevan asma, pues «cuando se habla de tipos de asma se hace referencia a los fenotipos, habiendo diferentes tipos: alérgicos y no alérgicos».

En el caso de las asmas alérgicas, se recomienda «antes de hacer deporte, ya sea en exterior o interior, tenerla en una fase de control» porque «el esfuerzo físico y la hiperventilación propia del deporte ya es un desencadenante del asma, más aún si el asma alérgica viene previamente mal controlada», explica la experta, con un llamamiento a «tener más control del asma en época polínica».

A esos pacientes deportistas y alérgicos al polen con sintomatología se les realiza la recomendación de «que vengan a consulta al principio, en medio y al final de la temporada polínica, para poder hacer un control del asma con pruebas de función respiratorio y así, en función de cómo se prevea la primavera, poder ajustar o mantener el tratamiento inhalador de mantenimiento», aquel que va a permitir que «siga haciendo vida normal».

Porque lo ideal es emplear ese inhalador de mantenimiento -«cada 12 o 24 horas»- para controlar el asma y que «no exacerbe cuando se exponga al ejercicio físico en época polínica», apunta dejando claro que «la idea no es aliviar síntomas, sino prevenir» y que en caso de que surgiese alguna sintomatología «se podría emplear un medicamento inhalador de rescate».

En cualquier caso, ha de reinar el sentido común con recomendaciones como, durante la semanas o meses que dura la época polínica, «priorizar ejercicios de interior frente a exterior» o que, si es un apasionado de correr, lo haga «en momentos del día con ambiente más limpio, es decir, si ha llovido y no cuando haga viento».

Por otro lado, y si bien «el deporte no cura las alergias», la Dra. Quílez expone que «está demostrado que un ejercicio regular de intensidad mediana es beneficioso para la capacidad pulmonar de pacientes asmáticos», a quienes «se les recomienda hacer ejercicio regularmente en un nivel medio», es decir, dejando a un lado las actividades muy intensas «tipo profesional» y, en el otro extremo, otras más «suaves o flojas» como pilates o yoga.