La sexta ola prosigue con su «lento» repliegue, mientras la presión hospitalaria cae un 25% en tres semanas
El retroceso de Ómicron entra en una fase de meseta después de sumar 34.120 contagios en siete días, cifra calcada al periodo anterior
El ámbito asistencial continúa estando «tensionado» por la sexta ola de la pandemia, pero cada vez menos. El virus mengua, aunque no lo suficiente ni a la velocidad a la que lo desearían las autoridades sanitarias. A cuentagotas, pero los hospitales vascos siguen vaciándose de pacientes contagiados, después de que la presión de estos haya descendido casi un 25% respecto a la situación en la que se encontraban hace tres semanas. Según los últimos datos oficiales ofrecidos por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, los hospitales atienden actualmente a 716 personas con Covid-19, 624 en planta y 92 de ellas en las Unidades de Cuidados Intensivos. Hace tres lunes, el pasado día 10 de enero, ese guarismo se situaba en 938 enfermos, 796 leves y 142 críticos. Una descongestión de más de 200 personas.
Destaca, sin embargo, el número de menores ingresados en los hospitales vascos, que ha vuelto a marcar ayer un nuevo pico. Actualmente se atiende en Euskadi a 38 jóvenes menores de 18 años, el 6,2% de los pacientes totales. Son 12 más que hace tan solo una semana.
«Se está viendo un descenso lento de las personas afectadas por la covid», aseguró ayer por la mañana la consejera Gotzone Sagardui en comisión parlamentaria, después de que la variante Ómicron tocara techo en Euskadi el 11 de enero con 840 pacientes con coronavirus en planta y 142 en las UCI. Desde entonces, la situación ha ido mejorando, si bien recordó que «continuamos en el tercero de los cinco escenarios del Plan de contingencia de Osakidetza». Esta caída en la presión hospitalaria está teniendo su reflejo en ámbitos como la Atención Primaria o la actividad quirúrgica, que se está recuperando «entre un 80 y un 100%» a partir de hoy. «En la medida que va cediendo la tensión generada por la pandemia, vamos mejorando», afirmó ayer Sagardui.
Atienden a 716 enfermos, 624 en planta y 92 en UCI, 222 contagiados menos que hace tres semanas
La última semana se registraron 75 fallecidos, si bien la letalidad baja de 1 por primera vez
Pero el escenario pandémico sigue preocupando a las autoridades sanitarias, que el pasado viernes decidieron prolongar dos semanas más las medidas restrictivas respecto a aforos y horarios en Euskadi, hasta el 13 de febrero. «La conclusión fue que era aconsejable mantener la prudencia y, en consecuencia, continuar con las medidas preventivas que estaban en vigor», recordó, para subrayar que tienen como objetivo «garantizar la salud pública de la población», ya que están «encaminadas a minimizar la movilidad y las interacciones sociales».
Osakidetza contabilizó el domingo un total de 2.752 positivos en los 7.117 test realizados, es decir, el 38% de las pruebas realizadas. Eso sí, en el balance semanal las cifras de contagios apenas han descendido en comparación con el periodo precedente. Así, entre el 24 y el 30 de enero el Servicio Vasco de Salud contabilizó 34.120 positivos, por los 34.824 de los siete días precedentes.
«La moderación que se evidencia en la evolución de la pandemia ha sido una constante durante la semana pasada y hasta conocer cuál va a ser el comportamiento a lo largo de los próximos días es necesario mantener la prudencia y la máxima prevención contra el coronavirus», exponía la titular de Salud en comisión parlamentaria, tras destacar que tanto la tasa de incidencia a 14 días, con 3.134,23 casos por cada 100.000 habitantes, como la incidencia a siete días, con 1.551,11 casos, reflejan que «el descenso continúa ralentizándose».
En ambos casos, Gipuzkoa se sitúa como el territorio vasco donde más sigue azotando la última variante del patógeno, con una tasa de 3372,99 casos por cada 100.000 habitantes a dos semanas y 1865,90 a una semana. Dibujando, eso sí, una curva descendente aunque todavía menos acusada que Bizkaia o Araba.
El número reproductivo básico (R0), sin embargo, cada vez se acerca más al 1 –0,98 para ser exactos–, la barrera que no conviene sobrepasar porque indica que el virus se acelera en vez de remitir. Hace siete días, este guarismo era de 0,84 en Euskadi.
Diez muertes al día
El Covid-19 sigue dejando una profunda huella en forma de muertes en Euskadi. La sexta ola continúa provocando unas cifras muy crudas, tanto que la última semana se registraron 75 fallecimientos con el coronavirus como causa directa. Así lo atestigua el informe de datos semanal de Osakidetza, que eleva hasta 137 las muertes de pacientes que estaban contagiados por el virus. Es decir, el 54,7% de los infectados por coronavirus fallecidos la pasada semana en la Comunidad Autónoma del País Vasco murieron a causa directa del SARS-CoV-2.
Así las cosas, fueron más de diez los fallecimientos diarios que se registraron en la comunidad a causa directa de esta enfermedad la pasada semana, una cifra inferior a los 94 que se registraron en el periodo precedente. Se trata de unos guarismos solo comparables con los de la primera ola de la pandemia, cuanto Euskadi todavía no había comenzado con la campaña de vacunación para hacer frente a esta crisis sanitaria. Además, durante estos últimos siete días otras 62 personas perecieron después de haber dado positivo en un test, aunque desde el Servicio Vasco de Salud consideran que el patógeno no fue el principal motivo de su deceso. Entre ellos hay que lamentar la pérdida de un joven treintañero, si bien Osakidetza no ha detallado si ha fallecido a causa directa del coronavirus o si sufría enfermedades previas.
Además, por primera vez en la pandemia, la letalidad del virus ha bajado del 1%. Solo el 0,9% de los contagiados desde marzo de 2020 han fallecido a causa del Covid-19.
