La pandemia marca una tendencia negativa en Euskadi tras una jornada con 246 nuevos positivos

La pandemia empieza a dibujar curvas ascendentes en Euskadi. La «ralentización» del retroceso de los contagios se están convirtiendo en un empeoramiento, aunque de momento leve. Pero lo cierto es que algunos indicadores epidemiológicos marcan una tendencia negativa. La incidencia acumulada a 14 días, por ejemplo, crece. El viernes era de 200 casos por cada 100.000 habitantes en Euskadi y ayer se situó en 201. En el caso de Gipuzkoa, aumenta de 174 a 181.

El número de reproducción básica (Ro), indicador que mide la intensidad de una enfermedad infecciosa, se sitúa en 1,01 en Euskadi y en 1,05 en Gipuzkoa. Si este número es mayor de 1 indica que la epidemia va a seguir en fase ascendente, ya que una persona infectada, de promedio, contagiará a más de otra persona. Y, desde el viernes, no baja del 1 en Euskadi.

A lo largo del día de ayer se hicieron 5.348 test diagnósticos en Euskadi, de los que 246 fueron positivos, lo que se traduce en una tasa de positividad del 4,6%. En Gipuzkoa se detectaron 66 nuevos casos, 41 en Araba y 136 en Bizkaia. Especialmente preocupante es la situación de Lazkao, donde el fin de semana se han notificado 12 positivos y la incidencia sigue dispara en 1.207 casos. Beasain y Aretxabaleta también superan una inidencia de 500 casos.

La presión asistencial en las unidades de criticos de los hospitales vascos se mantiene con 97 pacientes ingresados, los mismos que la jornada anterior y 2 más que el viernes. Son todavía muchos pero los últimos cuatro días esta cifra se mantien por debajo de los 100 pacientes. Marzo arrancó con 121 ingresados en la UCI.

Por otra parte, ayer ingresaron por covid en planta 14 personas, donde hay 236 enfermos con coronavirus, 6 más que el pasado jueves.

Mientras tanto, la campaña de vacunación en Euskadi pisa el acelerador y ha logrado aumentar un 50% las dosis administradas en una semana. El cambio de estrategia con AstraZeneca ha contribuido a este acelerón. El Departamento vasco de Salud ha defendido desde el principio su estrategia de guardar la mitad de las vacunas para garantizar la segunda dosis. Pese a que siguen almacenando viales de Pfizer y Moderna, la semana pasada cambió de plan con AstraZeneca y han dejado de guardar un 'stock'al permitirles este antídoto suministrar las dosis sin preocupación porque el segundo pinchazo se pone entre las diez y doce semanas siguientes, un margen que consideran suficiente para el abastecimiento. En Euskadi, se mantiene la vacunación con este fármaco, como avala la Agencia Europea del Medicamento al no haberse confirmado ningún efecto adverso grave.