Un ganadero da de comer a las vacas en la explotación deValentín Gabilondo. IÑIGO ROYO

Un nuevo virus que afecta a las vacas acelera su expansión en Gipuzkoa

Los animales infectados por la enfermedad hemorrágica epizoótica, que no afecta a los humanos, ya superan el centenar en el territorio y aún podrían ir a más

Javier Guillenea

San Sebastián

Martes, 26 de septiembre 2023, 02:00

La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), una afección vírica no contagiosa que afecta principalmente al ganado vacuno y a los ciervos, no deja de extenderse ... por Gipuzkoa y lo está haciendo a una velocidad mayor de lo esperado. Si la pasada semana se habían contabilizado en el territorio catorce focos con 22 animales bovinos enfermos, a fecha de este lunes la cifra superaba el centenar, según datos facilitados por la Diputación de Gipuzkoa. Sin embargo, los responsables forales de Medio Rural tienen la convicción de que «existen bastantes más».

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Las reticencias de algunos ganaderos a dejar que entre gente ajena a inspeccionar sus establos explicaría el desfase entre los casos declarados y los reales. Por eso, la Diputación insiste en la importancia de que los propietarios de reses comuniquen a su veterinario la presencia de síntomas compatibles con la enfermedad en cuanto aparezcan para iniciar el tratamiento inmediato de los animales para una pronta recuperación y evitar posibles complicaciones.

«Es una enfermedad de la que los animales se recuperan con rapidez, siempre que el ganadero esté atento a la aparición de los primeros síntomas y llame de inmediato al veterinario. La detección temprana es fundamental», señaló este lunes en declaraciones a este periódico Mikel Azpiri, jefe de servicio foral de Promoción y Salud Agroganadera.

Representantes de la Diputación y del sector ganadero guipuzcoanos mantuvieron este lunes una reunión de urgencia para valorar una situación que mantiene en vilo a los propietarios de explotaciones y concretar medidas para hacer frente a una crisis sanitaria que desde la institución foral califican de «preocupante» por el impacto económico que puede traer consigo la extensión de la enfermedad. En el encuentro, el diputado de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, comunicó que la Diputación acaba de disponer de una partida especial, que se mantendrá hasta finales de 2023, para sufragar al 100% el tratamiento de urgencia que se aplica a los animales para combatir la enfermedad.

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La reunión sirvió también para crear una mesa de seguimiento con los agentes de bovino de Gipuzkoa y el equipo de veterinarios «con el fin de conocer la realidad de las explotaciones del territorio, de manera que se puedan proponer medidas preventivas y en aquellas zonas donde la enfermedad se ha extendido aplicar medidas paliativas», revelaron fuentes de la Diputación.

Otra de las medidas puestas en marcha por Medio Rural ha sido la de ofrecer a todas las explotaciones de vacuno de Gipuzkoa información sobre las principales características de la enfermedad y la forma de prevenirla. En esta comunicación se incide en la importancia de informar inmediatamente al veterinario de la aparición de síntomas en un animal.

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En su punto álgido

La enfermedad está extendida por la mayor parte de Gipuzkoa, aunque afecta en menor medida al este del territorio, entre San Sebastián e Irun. También hay focos declarados en Bizkaia y Álava, mientras que en Navarra no había registrado ninguno en la última actualización publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Fuentes de la Diputación consideran que la EHE se encuentra en nuestro territorio en su punto álgido y su propagación se verá favorecida por las altas temperaturas previstas para esta semana.

Han bastado diez meses para que el virus se haya extendido por toda la península. El Laboratorio Central de Veterinaria de Algete confirmó el 18 de noviembre de 2022 la detección de la enfermedad en dos explotaciones de bovino en las provincias de Cádiz y Sevilla. Fue la primera vez que esta afección, que históricamente ha circulado en América del Norte, Australia, Asia y África, entraba en España.

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La primera sospecha se originó tras la aparición y comunicación de signos clínicos y lesiones compatibles con la enfermedad a los servicios veterinarios oficiales de la Junta de Andalucía. A partir de ese momento, la EHE comenzó a ascender de manera imparable desde el sur hasta el norte transportada por mosquitos del género culicoides, que se desarrollan en sustratos con gran cantidad de materia orgánica y humedad. Según el último balance del Gobierno central, hace seis días se habían confirmado en todo el país 144 focos.

100%

La Diputación de Gipuzkoa ha dispuesto una partida especial para sufragar la totalidad del tratamiento de urgencia que se aplica a animales para combatir la enfermedad hemorrágica epizoótica. Esta ayuda se mantendrá en vigor hasta finales de 2023.

La transmisión se ve favorecida por el calor, que multiplica la población de mosquitos portadores del virus, y también por el hecho de que, al ser una enfermedad nueva, las vacas no tienen defensas. «Es un virus nuevo al que con anterioridad los animales no se han visto expuestos y para el que no hay vacunas», explica Mikel Azpiri. «Por tanto, el nivel de inmunidad de la cabaña guipuzcoana es muy bajo, por lo que es previsible que mientras el sector siga vivo y los animales no adquieran inmunidad frente a la enfermedad se sigan detectando nuevos casos». Cuando llegue el frío y los animales estén inmunizados, la enfermedad comenzará a perder velocidad de propagación.

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Los síntomas aparecen en los animales en un plazo de dos a quince días tras la picadura. El virus provoca en los animales dificultad en el andar, con cojeras y desequilibrios, les deja desorientados y deprimidos, y se les inflama y enrojece el morro y la lengua, con salivación y mucosidad, lo que trae consigo dificultad para comer y beber. Según explica Azpiri, «una vez recuperados, los animales adquieren una buena inmunidad que evita que vuelvan a enfermar». El responsable de Salud Agroganadera recalca, además, que el virus «en ningún caso es contagioso para los seres humanos y la carne de estos animales se puede consumir con absoluta tranquilidad».

Sin riesgo para la salud pública

La EHE no es una zoonosis, lo que quiere decir que no afecta al ser humano, por lo que no representa un gran riesgo para la salud pública. Las medidas de control sanitario para evitar la infección se centran en el control de los mosquitos que la transmiten mediante el uso de insecticidas y larvicidas, así como el empleo de repelentes y el refuerzo de la limpieza y desinsectación.

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