«No necesitamos hospitales más modernos, sino más acogedores»

– ¿La creatividad es una buena medicina?

– Sí lo es. Está comprobado que disminuye los niveles de estrés y ansiedad. Además, hay muchos estudios científicos que avalan que puede dar seguridad y que te puede regular la tensión arterial. La creatividad proporciona mucho bienestar físico y emocional, y la OMS ya lo reconoció en 2019. Ese año hizo un estudio a gran escala y llamó a los gobiernos de todo el mundo a que todo lo que tuviera que ver con la creatividad, el arte y la cultura, interactuara más con los centros hospitalarios.

– ¿Esta medicina tiene efectos secundarios?

– Ninguno, solo buenos.

– ¿Los médicos deberían recetarla?

– Sí, porque solo tiene beneficios para nuestra salud. Si se pudieran unir estos mundos tan antagónicos como es el arte y la medicina, la sanidad se humanizaría y haría de las estancias hospitalarias un recuerdo más bonito. El arte, la creatividad, puede servir para hacer los hospitales más acogedores. Ya se han empezado a hacer proyectos de llevar música y exposiciones a salas de espera y vestíbulos de centros sanitarios.

– ¿Entonces, la creatividad es más que un cirujano con un gorro de colores?

– Es mucho más que eso. De hecho, los estudios científicos avalan que la creatividad tiene los mismos beneficios para el que la practica como para el sujeto pasivo. Si tú estás ingresado en un hospital y de repente tienes la fortuna de que haya un grupo tocándote música en directo, ese bienestar que te va a generar produce serotonina, que es la hormona de la felicidad, con lo que estás más predispuesto a que tu cuerpo asimile mejor todos los medicamentos que le pongan.

– ¿Y esto cómo se logra?

– Fomentando centros hospitalarios más humanos, y en eso el arte nos puede ayudar un montón porque no hay límites. Ya se han empezado a llevar cuadros de Goya y Sorolla a bastantes centros sanitarios, eso también es una manera de acercar el arte a todo el mundo, no solo a las personas que van a museos.

– Usted ha superado una leucemia. ¿Cómo fue el momento en el que le dijeron que tenía la enfermedad?

– Si hablamos de humanizar la sanidad tenemos que hablar de la importancia de las dotes comunicativas. Esto es una asignatura que se debería dar en Medicina a todos los profesionales sanitarios, porque el trato y la comunicación no pueden infringir más dolor a las personas que tenemos una enfermedad. Si los médicos tienen que dar malas noticias, tienen que saber cómo darlas, y la amabilidad en estas situaciones de vulnerabilidad es muy importante. La amabilidad no te va a curar, pero cambia todo, y no cuesta nada ser amable y empático en una situación en la que tu vida va a cambiar de la noche a la mañana.

– ¿Cuál fue su experiencia en ese momento en el que todo cambió para usted?

– A mí me diagnosticaron en Madrid. Cuando fui a Urgencias primero tuve que suplicar y después enfadarme para que por favor me hicieran una analítica, porque yo no me encontraba bien y ellos me querían mandar a casa sin nada. Recibes un trato vejatorio porque cuando tú vas a un centro sanitario no lo haces por capricho. Lo mínimo es que el de enfrente te escuche, te mire, que entienda lo que le estás planteando. Eso es humanizar la sanidad, que nos traten con un poco de respeto, empatía y comprensión.

– ¿Eso es lo que piden los pacientes?

– Cuando hablamos de mejorar la sanidad, si preguntas a las personas que tienen o que han pasado por una enfermedad, seguramente te dirán que quieren una mayor calidad en esos aspectos humanos y también te hablarán de problemas estructurales, es decir, de demoras, de trámites, de las listas de espera, de la burocracia, de la accesibilidad. No te van a decir que necesitamos más hospitales. Más que centros modernos y de última generación, necesitamos hospitales más acogedores.

– ¿Un médico que recibe durante horas a un paciente tras otro tiene tiempo para ser creativo?

– Seguramente no, pero es que otra de las mejoras para humanizar la sanidad es poner más profesionales. Los médicos tienen cinco minutos para atendernos y a lo mejor en ese tiempo tú no le puedes decir todo lo que te está pasando. Necesitamos un modelo sanitario que permita al profesional dedicar más tiempo a sus pacientes.