Investigar y aclarar

El foco ·

La consejera Sagardui cuenta con el apoyo del lehendakari Urkullu, pero deberá ser la primera interesada en enderezar cuanto antes el panorama de confusión y descontrol

Javier Roldán Moré

San Sebastián

Viernes, 29 de enero 2021, 06:22

El sonrojante caso del suministro irregular de vacunas en los hospitales vizcaínos de Basurto y Santa Marina ha puesto en el escaparate el desbarajuste con ... el que se ha llevado a cabo la administración de estas dosis en los casos denunciados. Los datos y las evidencias que la propia consejera de Salud, Gotzone Sagardui, detalló en sede parlamentaria son de tal gravedad que deben ser esclarecidos sin dilación con el objeto de trasladar con transparencia a la ciudadanía qué errores y negligencias se cometieron para que, por sorprendente que parezca, en un centro sanitario se 'colaran' a poner el brazo -al margen de sus directivos- sindicalistas, religiosos y hasta empleados externos de una mensajería. Un relato inadmisible que la consejera Gotzone Sagardui, a la que la oposición pide ya a coro su dimisión, debería contrarrestar con la activación de una exhaustiva investigación interna que depure -si las hubiere- las presuntas responsabilidades de este desaguisado.

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¿Por qué no existía un protocolo nítido ni una inspección controlada en el suministro de esas vacunas? ¿Cómo llegaron 100 viales a un hospital que no estaba adscrito a ninguna OSI y quién dio el visto bueno para esa asignación? ¿Cómo se administraron las vacunas a personas externas sin que nada ni nadie lo impidiese? Estas cuestiones y otras más que planean sobre el caso deben ser despejadas. La consejera Sagardui, que se encuentra en una situación más que comprometida, cuenta con el apoyo del lehendakari Urkullu, pero deberá ser la primera interesada en enderezar cuanto antes el panorama de confusión y descontrol que ha envuelto a este proceso de vacunación. También será clave que este caso no se cierre en falso ni lastre la gestión sanitaria en un momento tan delicado como el que sufre Euskadi con un inquietante estrés hospitalario.

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