«Intentaban perfeccionar un sistema de reparto de plazas en la OPE»

El Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria que investiga las presuntas irregularidades en la OPE 2016-2017 de Osakidetza retomó ayer la causa con la declaración de cuatro de los nuevos testigos propuestos por el sindicato LAB. Jesús Oñate, delegado de esta central, fue el primero en testificar ante Ana Jesús Zulueta, jueza encargada del caso. Presentó ante la magistrada el informe estadístico que «extendió las evidencias de notas inverosímiles a 19 categorías que fueron llevadas ante la justicia». Aquella denuncia es la que abrió un proceso que en estos momentos se encuentra en fase de instrucción. LAB, que se presenta en esta causa como acusación particular junto a ESK, mostró en el juzgado «todos los indicios» que apuntan «no solo a que se dieron filtraciones en la OPE, sino que también Osakidetza con diferentes decisiones intentaba perfeccionar un sistema de reparto de plazas».

Oñate acusó asimismo a la antigua dirección del Servicio Vasco de Salud, de «dibujar» un escenario de «limpieza y transparencia de la OPE pero que en cuanto profundizábamos y analizábamos las medidas que tomaban lo único que descubrimos era el objetivo de mantener el fondo inamovible», señala.

Además del delegado de LAB, ayer también declararon otras tres personas. Un doctor de la categoría de Aparato Digestivo que ejerce como denunciante y dos opositores que realizaron el examen en la categoría de Anestesia. Desde LAB señalan que solicitaron la declaración de estos últimos por varias razones. «Además de sacar unas notas en el primer examen fuera de la curva de Gauss, tenían relación con el realizador del examen que era César Valero, de la OSI Araba. Estas dos personas son también trabajadoras de esa organización sanitaria de Osakidetza en Gasteiz y había unas similitudes en sus exámenes que llamaban la atención, incluso similitud en los errores», explican. Hay otro opositor de esta misma categoría que también está llamado a declarar ante la jueza «por los mismos hechos». Entre hoy y mañana pasarán por el juzgado gasteiztarra otras 8 personas y el día 7 de septiembre lo harán otras 4, «todos ellos denunciantes, opositores y miembros de tribunales». Sigue sin haber fecha para que declaren otras 8 personas solicitadas por el sindicato abertzale y la presidenta del tribunal de Neurocirugía, esta como imputada en el caso.

LAB solicitó el 1 de junio, por una parte, la comparecencia de estas 24 personas ante la jueza que dirige el caso y además también reclamó que Osakidetza presentará en la sala 7 actas y documentos «que consideramos interesantes» para dilucidar si hubo o no filtraciones. Entre esos documentos, Oñate destaca uno, «el de la reunión que mantuvo un denunciante miembro del tribunal de Cardiología que venía advirtiendo antes de la realización del examen que se iban a producir filtraciones con el que era director de Recursos Humanos de Osakidetza, Juan Carlos Soto». Explica el delegado de LAB que tras las advertencias del denunciante de las posibles filtraciones, «se celebró el examen y salieron 22 notas excelentes, 22 'cienes' para 22 plazas».

Tras los exámenes, el denunciante y otro compañero del tribunal, «se reunieron con Soto y mantuvieron un encuentro que derivó en la dimisión de ambos miembros del tribunal, de los que denunciaban que se iba a producir una filtración». Explica Oñate que tras esa cita, los denunciantes dimiten «porque la dirección de Recursos Humanos parece ser que no encuentra indicios de irregularidad y no va a iniciar ningún procedimiento». Sin embargo, «el 30 de mayo de 2018, cuando salta el escándalo y se hacen públicas las notas de Cardiología demostrando toda la anomalía de esa categoría, Osakidetza se ve obligada a abrir un expediente informativo. Con la apertura de ese informe los dos miembros del tribunal revocan su dimisión».

LAB quiere saber con ese acta «de qué se habló en esa reunión y ver las conclusiones a las que llegó Soto».