«La industria del tabaco va a seguir intentando captar a futuros difuntos»

– ¿Por qué es necesario un plan antitabaco?

– El Covid mató en tres años a 120.000 personas en España y el tabaco ha matado a 150.000 y me quedo corto. Es una pandemia mayor que la del Covid, pero oculta, a la que nadie quiere hincarle el diente porque influyen intereses que no tienen nada que ver con la salud.

– ¿Qué va a cambiar tras la aprobación del plan?

– Es un paso. Dentro de lo que es una planificación hay medidas que se pueden desarrollar a través de acuerdos con comunidades autónomas y otras que se pueden desarrollar a través de decretos legislativos, como el empaquetado genérico. Luego viene la parte importante, la reforma de la Ley del Tabaco, que va a exigir un acuerdo parlamentario amplio. Hace catorce años que no se toca esta ley y hay que reformarla para que sea una herramienta de salud pública, porque hace tiempo que está caducada.

– Esa ley se encontró con la oposición del sector del tabaco.

– Todo esto que estamos viviendo lo vivimos en 2010. Cuando conseguimos que no se fumara en los bares, tanto la industria del tabaco como sus brazos mediáticos salieron a la vez para decir que eso no se podía hacer porque era una auténtica catástrofe económica. Incluso hablaban de que iban a cerrar el 70% de bares. Cosas de esas forman parte del libro de estilo de la industria del tabaco, que va a seguir intentando captar menores de edad, clientes, enfermos y futuros difuntos. La mitad de las personas que entran en un estanco o que van a una máquina expendedora van a morir por el tabaco, no puede comercializarse como un producto normal. Al revés, hay que establecer unas regulaciones muy estrictas.

– ¿Debería prohibirse fumar en las terrazas?

– Es absolutamente necesario. Las terrazas son un espacio de convivencia al aire libre donde con la legislación actual más del 75% están ilegalmente rotuladas.

– ¿Por qué?

– En la mayor parte de las terrazas limitadas por paredes o mamparas no se puede fumar. Tendrían que estar reguladas como espacios libres de humo porque tienen una serie de cierres que impiden que sea considerado un espacio al aire libre. No estamos hablando de molestias, el humo, ya sea activo como pasivo, nos está dañando a todos los que respiramos, es un cancerígeno.

– ¿Habría que prohibir fumar en los coches? Es un espacio privado.

– La idea que manejamos es la de una prohibición total. Puede que un coche sea un espacio privado, pero es un espacio privado que circula por una vía pública. Cuando un conductor fuma un cigarro está echando la ceniza y las colillas por la ventana, y está emitiendo una cortina de humo que le va a pasar por delante de los ojos, lo que aumenta la inseguridad de la conducción. Y ya no digo nada de la protección de los menores que van dentro. Hay evidencia científica de que el humo de tabaco influye en los que lo fuman y en los que están alrededor, pero también está el denominado humo de tercera mano.

– ¿En qué consiste?

– Son partículas de humo, de cancerígenos, que van cayendo por gravedad y se van depositando sobre todas las superficies del coche, entre las que se encuentran el salpicadero, la palanca de cambios, la tapicería, los mandos, el cinturón de seguridad y, lo más grave de todo, los elementos de retención de los bebés y los menores de edad. Esto genera un impacto en su salud.

– En algunos países se están planteando prohibir comprar tabaco a los nacidos a partir de algún año concreto.

– Las prohibiciones en drogas nunca han funcionado. Las estrategias de punto final al tabaquismo, a las que muchos países se han sumado, basan sus planificaciones en esto, en que a partir de una edad no se tenga acceso al tabaco. Yo soy más partidario de a partir de una época, en este caso se está hablando de 2030, exista una desnormalización en la venta de tabaco, que no se pueda vender a las nuevas generaciones como un producto normalizado.

– ¿Eso cómo se hace?

– En muchos países están reduciendo el número de estancos. También se puede hacer que la compra de tabaco sea un acto absolutamente individualizado, que tengas que hacerlo a nombre de una persona, con el fin de que el acceso no sea a través de una compra directa y normalizada. Si no conseguimos que los menores de edad dejen de entrar en el tabaco no va a bajar el consumo.