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¿Qué hará Euskadi sin el paraguas del estado de alarma a partir del 9 de mayo?

Iñigo Urkullu solicitó en octubre la activación de esta herramienta para limitar movilidad y reuniones después del varapalo del TSJPV a sus pretensiones

Alexis Algaba

San Sebastián

Martes, 6 de abril 2021, 14:18

El anuncio por parte del presidente del Gobierno español Pedro Sánchez de que la intención del Ejecutivo central es dar por finalizado el estado ... de alarma el próximo 9 de mayo rescata uno de los temores del Gobierno Vasco en torno a la aplicación de restricciones para hacer frente al Covid-19. Si se confirma la afirmación de Sánchez, en apenas un mes el lehendakari Iñigo Urkullu se encontrará sin el paraguas del estado de alarma para aplicar restricciones a la movilidad y a las reuniones de personas, dos medidas que Euskadi ha exprimido más que otras comunidades en la lucha contra el virus.

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Y es que Urkullu fue uno de los presidentes autonómicos en pedir a Sánchez la activación de este mecanismo el pasado mes de octubre, justo después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) echara por tierra el plan del Gobierno Vasco de prohibir todas las reuniones de más de seis personas a través de una orden. Urkullu telefoneó al presidente del Gobierno y posteriormente le remitió una carta explicando su petición ya que se sentía en inferioridad de condiciones con comunidades como Navarra o La Rioja, con confinamientos perimetrales avalados por sus Tribunales Superiores. Cataluña, Asturias, Extremadura, La Rioja, Navarra, Cantabria, Castilla- La Mancha y Melilla se sumaron a su petición.

El Gobierno central aprobó el 25 de octubre el estado de alarma y activó el toque de queda entre las 23.00 horas y las 6.00, con posibilidad de que las comunidades pudieran adelantar a las 22.00 horas ese toque de queda. También se permitió la limitación de las reuniones a seis personas, cuestión que varias comunidades han reducido hasta a cuatro personas posteriormente.

¿Y ahora qué queda?

Así las cosas, ahora comienza a correr el reloj en contra del Gobierno Vasco. Si nada varía queda justo un mes para que caduque el estado de alarma, aunque lo impredecible de la cuarta ola puede hacer variar finalmente ese final. Sea como fuere, el Ejecutivo vasco deberá diseñar un plan ya que a partir de esa jornada podrían decaer dos de las medidas que considera esenciales para frenar la propagación del virus.

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En las primeras órdenes del Ejecutivo vasco se incluyó como recomendación la cuestión de las reuniones de grupos de personas y podría ser una solución llegado el caso. Otra sería diseñar una nueva orden con prohibiciones que volviera a pasar el filtro del TSJPV. Pero tras los varapalos de octubre y de febrero, con la reapertura de los bares, el Gobierno Vasco no cuenta con las garantías de que el Superior le vaya a dar la razón.

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