Los test de antígenos se agotan en las farmacias y dificultan el control de la pandemia

Hacerse con un test antígeno se está convirtiendo en poco menos que imposible en Gipuzkoa. Una realidad que dificulta notablemente la prevención y la detección temprana de los casos y, por consiguiente, el control de la pandemia. Y todo, en un contexto nada esperanzador, con una transmisión del virus desbocada y con récords diarios en el número de positivos por Covid-19.

Cuando el viernes Amaia fue a abrir la farmacia-óptica Bronte de la calle Korreo de Tolosa se encontró con una cola de ciudadanos aguardando a que levantara la persiana para conseguir el producto más demandado de los últimos días: los test de antígenos. «Enseguida hemos despachado los que han llegado», explicaba la farmacéutica. «El pasado sábado teníamos más de un centenar, pero se agotaron para el lunes». Y desde entonces, reciben remesas con unidades a cuentagotas que vuelan nada más llegar a farmacia. «Me estoy volviendo loca para conseguirlos».

«Que va, ahora no tenemos nada. Se agotan en cuanto llegan», explicaba Juncal, de la Farmacia Ocio-Larrañaga de Irun. Y así en todas las consultadas por este periódico, que hablaban de remesas de una docena, veintena o medio centenar de unidades, insuficientes para responder a la gran demanda.

La «tremenda» cantidad de peticiones de estas pruebas diagnósticas para detectar el coronavirus, que ya de por sí estaba siendo muy elevada, se intensificó en las últimas horas de cara a la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, y trajo de cabeza al colectivo farmacéutico, que se vio incapaz de responder a todas las peticiones de sus clientes, quienes a su vez peregrinaban de botica en botica infructuosamente, excepto cuando tenía la suerte de coincidir con la llegada de nuevas unidades.

«Y cuando me llegan no me da tiempo ni de quitar el cartel de 'No hay test', porque se agotan enseguida. Recibes 20 pruebas y en diez minutos no te queda ni uno», confirmaba Miguel Ángel Gastelurrutia, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa. Gastelurrutia prefería no hablar de «desabastecimiento», porque no es que no haya pruebas, sino que las que hay no son suficientes para una demanda que se ha disparado en un momento puntual en el que se ha desatado la tormenta perfecta: la explosión de contagios en Euskadi, con 4.744 positivos en un día, el consabido incremento de personas que han sido 'contacto estrecho' y quieren descartar la infección cuanto antes, y las reuniones familiares de Nochebuena y Navidad.

Muchos ciudadanos han querido reunirse, aunque fuera en pequeños grupos, con la tranquilidad de haber dado negativo en un test, máxime en una situación en la que quien más quien menos tiene alguna persona cercana contagiada, cuando no confinada. Una recomendación, la de realizarse una prueba casera, que están realizando las autoridades. «La gente viene preguntando, nos llaman por teléfono e incluso nos preguntan si tenemos lista de espera», explicó el presiente de los farmacéuticos.

Luego había casos de quienes hacían acopio. «Me recuerda a lo que sucedió con el papel higiénico al inicio de la pandemia. Conozca a gente que tiene hasta 30 test en casa», asegura Gastelurrutia, quien realiza otro paralelismo con fases iniciales de la crisis sanitaria: «también me recuerda a lo que pasó con las mascarillas».

Al igual que entonces, de momento no es un producto regulado, y visto lo que está sucediendo, Gastelurrutia considera que «debería tener una regulación especial, un precio base, sin IVA, como los medicamentos». Ante los problemas de stock impera la ley de la oferta y la demanda, y las propias farmacias tienen que pelear y pagar más por los test.

El presidente de los farmacéuticos asegura que, al contrario de lo que puedan pensar los algunos ciudadanos, muchas farmacias no se están beneficiando económicamente de este 'boom' de demanda. «Hemos recomendado mantener el precio, no ganando o ganando muy poco. No a pérdidas, pero sin casi margen», asegura el presidente del Colegio. En su farmacia, sigue cobrando cerca de 4,7 euros por test. «A ver cuánto tengo que pagar yo por los siguientes que recibo», se pregunta.

En la farmacia Bronte también estaban haciendo todo lo posible para contener el precio y vender las pruebas por debajo de los 5 euros, aunque hay boticas en las que en las últimas horas han venido pruebas a 8 euros.

Tal era la demanda, que algunas farmacias anunciaban a sus clientes de la llegada de tests. «Trabajamos muy duro para poder abastecer a nuestros pacientes en esta época de escasez», decía el SMS que recibieron las personas registradas en una farmacia de Donostia.

Ante estos problemas de suministro de los test de autodiagnóstico en las farmacias, el Ministerio de Sanidad va autorizar la venta temporal de las pruebas profesionales para que la población tenga acceso más sencillo a las mismas. Son los test covid que utilizan los sanitarios en centros de salud y en hospitales de Osakidetza, así como en laboratorios privados.

Temas

• Covid-19
• Coronavirus
• Test de antígenos