Euskadi suprime todas sus restricciones y retoma una vida casi igual a la anterior al Covid

Todo lo demás volverá a ser como era el 13 de marzo de 2020. Sin restricciones de acceso a comercios, cines o restaurantes; sin límites de reunión o comensales; con los horarios ordinarios que regían antes de la irrupción del coronavirus...

Fue el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, el encargado de anunciar ayer la decisión del LABI de poner fin a la situación de emergencia sanitaria y a las medidas especiales derivadas de la pandemia. Lo hizo a través de una declaración institucional sin admitir preguntas en la sede de Lehendakaritza. En un acto con aroma a despedida y homenaje estuvieron presentes los técnicos que han asesorado a las instituciones vascas sobre las medidas a adoptar frente a la pandemia, así como los miembros del Consejo Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), el órgano institucional encargado de tomar las decisiones finales. Una foto oficial con todos ellos puso fin al acto. Una imagen que Urkullu confía que quede para el recuerdo, toda vez que con el levantamiento de la emergencia sanitaria también se despide el propio órgano, que ayer celebró su última reunión, la número 34.

El lehendakari se felicitó de que con los contagios en mínimos y el 90% de los mayores de 12 años vacunados «iniciamos una nueva etapa de esperanza» tras haber «superado una dura prueba», lo que constituye «un gran logro colectivo». Una fase, recalcó, «de vigilancia» que no implica «dar por finalizada esta crisis sanitaria». En este sentido, el presidente vasco hizo un llamamiento a la población a «no bajar la guardia» y «mantener una actitud de prevención, porque puede ser necesario volver a adoptar medidas preventivas».

De hecho, desaparece el llamado LABI político pero se mantiene el técnico, que seguirá evaluando y analizando la situación «día a día». Urkullu adelantó que durante las próximas semanas las referencias para determinar si se mantiene el nuevo estado con restricciones mínimas o se recuperan algunas medidas serán que se mantenga en los hospitales una ocupación de UCIs por debajo de 40 camas, que la incidencia acumulada mantenga su tendencia a la baja o al menos se estabilice en torno a los 60 casos por 100.000 habitantes, que prosiga el avance de la vacunación, que Osakidetza siga siendo capaz de detectar y rastrear los nuevos casos y sus contactos y, por supuesto, que no aparezcan nuevas variantes inmunes a las vacunas.

Para evitar retrocesos, entre las actitudes personales que Urkullu animó a mantener están el uso de la mascarilla, la distancia social y la buena ventilación de espacios.

El fin de las restricciones viene avalado por un dictamen de la comisión científico-técnica que admite que «el impacto de la Covid en Euskadi en este momento deja de tener una afección crítica para el funcionamiento del sistema sanitario y para el desarrollo suficiente de la actividad preCovid». Los expertos subrayan en este sentido que «la situación (...) puede abordarse como endémica».

Así, la actualidad epidemiológica «se corresponde con los parámetros establecidos para poder levantar las medidas limitativas de horarios, aforos y estructuración de las diferentes actividades». Esto es, ocupación de UCI inferior a 40 camas, tasa incidencia en torno a 60 y a la baja, y 90% de vacunación con pauta completa. «Hemos cumplido los objetivos establecidos», sentenció Urkullu.

La recomendación técnica dio pie a un decreto del lehendakari que será publicado para su entrada en vigor mañana. El texto deja claro que «quedan sin efecto todas las medidas derivadas de la situación de emergencia sanitaria» que se han tomado en Euskadi. Con el de hoy habrán sido 482 días en esta situación excepcional en dos fases: del 14 de marzo al 18 de mayo del año pasado, y del 17 de agosto de 2020 hasta hoy, acompañados por dos estados de alarma en el conjunto de España.

Euskadi se suma así a otras comunidades que también han dejado atrás sus restricciones particulares, como Madrid, Navarra, Extremadura o las dos Castillas.