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Aunque no hace falta sacar la cartera cuando se recibe atención en un centro médico, cada servicio tiene un coste que asumimos a través de ... los impuestos; porque si hubiera que pasar por caja en los centros de salud, muchos no podrían permitírselo. De media, una estancia diaria en un hospital vasco cuesta 1.339 euros y, si el ingreso es en unidades especiales o cuidados críticos, la factura se eleva a 2.025 euros. Cada intervención, además, tiene su coste. A dos noches de hospitalización, por ejemplo, habría que sumarles el precio del procedimiento. Una apendicectomía simple ronda los 5.000 euros y traer a un bebé al mundo por cesárea casi 4.000 euros.
Así, las tarifas para facturación de servicios sanitarios y docentes de Osakidetza para 2025 se han incrementado un 4,7% respecto al año anterior. El listado pone sobre la mesa el coste real de los servicios que recibe cualquier ciudadano. Todo cuesta, hasta las consultas telefónicas –34 euros–, y las presenciales, también, con un coste de 68 euros. Y de precisar una ambulancia para ser atendido, el traslado en el vehículo medicalizado cuesta 1.025 euros, ida y vuelta. De haber sufrido un accidente en un lugar menos accesible y necesitar ser transportado en helicóptero hasta el centro médico, la cuenta se eleva a 8.602 euros.
Pasar la noche hospitalizado cuesta 1.339 euros -2.025 euros cuesta la estancia en unidades especializadas- y, de estas posibles opciones, la estancia más barata es la del servicio de larga estancia de psiquiatría, que cuesta 239 euros al día.
Hay procesos médicos que no requieren de hospitalización, como puede ser una endoscopia, que se sitúa entre los 206 y los 641 euros, o la extracción de algún cuerpo extraño, con un coste de 284 euros. Estos son algunos de los pocos servicios que no vacían los bolsillos, como recibir una cura, que cuesta 29 euros. Y, sin duda, las intervenciones médicas especializadas son las más caras. Hay cirugías que superan los 100.000 euros.
Por ejemplo, la oxigenación membrana extracorpórea para neonatos de máxima gravedad cuesta 183.878 euros. Además, una sustitución de articulación de cadera, comúnmente referido como una prótesis, puede costar desde 10.567 euros y hasta 27.288 euros, en el peor de los casos. El precio a pagar por la colocación de un bypass, por ejemplo, se sitúa alrededor de 23.247 euros y los 54.662 euros. Cirugías bastante comunes que, de no estar financiadas a través de impuestos, serían imposible de costear para la mayoría.
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