El debate sobre la mascarilla en interiores vuelve a Euskadi tras la recomendación de la OMS

Tan solo un día después de que la OMS considerara que el brote de contagios en el país asiático no tendría un impacto «significativo» en el viejo continente, su director general para Europa elevaba ayer la preocupación frente a la pandemia asegurando que «no es irrazonable» que los países tomen medidas de precaución para proteger a sus poblaciones, recomendando volver a utilizar el cubrebocas en interiores. «Después de tres largos años de pandemia, con muchos países lidiando con sistemas de salud sobrecargados, escasez de medicamentos esenciales y una fuerza laboral de salud agotada, no podemos permitirnos más presiones sobre nuestros sistemas de salud», enfatizó el dirigente europeo de la OMS.

En Euskadi, todos los ojos se encuentran puestos tanto en China como en EE UU, donde kraken, la última subvariante de ómicron, copó el 44,1% de los infectados por Covid-19 la última semana. Fuentes del Departamento vasco de Salud aseguran que, a expensas de la evolución que pueda tener la crisis sanitaria en las próximas semanas, el protocolo de actuación será el mismo que se ha venido desarrollando durante toda la pandemia. «Todas las medidas relacionadas con la prevención han tenido y tienen un ámbito de valoración y toma de decisiones. En este caso será igual», apuntan desde la consejería que encabeza Gotzone Sagardui (PNV).

Aunque en una escala diferente, tanto China como EE UU han entrado en otra etapa de la pandemia. La situación del gigante asiático, donde la relajación de la severa política de 'Covid cero' ha provocado un enorme repunte de contagios, ha generado una gran inquietud; mientras EE UU (igual que Europa) aguanta la respiración ante la posibilidad de una nueva ola posnavideña. Pero en Pekín y Washington la vigilancia se centra, sobre todo, en la aparición de nuevas variantes que pueden convertirse en predominantes repitiendo el patrón de las anteriores: son más contagiosas, aunque menos graves.

Kraken, respecto a su predecesora, XBB.1.5, añade una nueva mutación, la S486P, a la proteína espiga, que es la que permite que el virus se una con las células del organismo. El sublinaje se ha detectado en 25 países de todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y también se han hallado casos en trece países europeos, entre ellos España. No obstante, Klugen destacó ayer que se necesita información «detallada y periódica», especialmente sobre la epidemiología y las variantes locales, con el fin de determinar mejor la evolución de la situación.

En Euskadi, las primeras señales de alarma comenzaron a llegar a finales de la semana pasada, cuando Osakidetza detectó los primeros «casos esporádicos» del nuevo linaje americano. El martes, en rueda de prensa, el portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, confirmó que son dos las personas infectadas por esta mutación, mucho más transmisible que las aparecidas hasta la fecha, pero no tan patógena. Su incidencia en los tres territorios es, de momento, excepcional, pero el Departamento vasco de Salud no descarta que haya «una nueva onda de contagios en las próximas semanas» dada su facilidad de expansión. Junto a Euskadi, Cataluña es la única comunidad autónoma del Estado que ha confirmado algún contagio.

Donde coinciden todos los expertos es que la única forma de combatir estas nuevas subvariantes del coronavirus es a través de la vacunación. Ayer, Hans Henri P. Kluge aconsejó aumentar la aceptación de los antídotos en la población general; administrar dosis adicionales a grupos prioritarios; ventilar espacios públicos y concurridos como escuelas, bares y restaurantes, oficinas al aire libre y transporte público; y proporcionar terapias tempranas y apropiadas a pacientes con riesgo de enfermedad grave.

La situación epidemiológica comienza a calar también en Euskadi tras el último brote de coronavirus en China y la subvariante kraken en EE UU. Eso se refleja en que Osakidetza ha logrado llenar el 74% de las citas para vacunar que ofertaba en enero. De los cerca de 10.000 huecos que ofrecía esta semana para recibir los sueros, quedan libres menos de 800. Para las dos próximas semanas sí hay más vacantes, aunque tampoco muchas.

Ya están ocupadas tres cuartas partes de las 33.400 citas ofertadas para lo que resta de enero. 24.773 vascos tienen cerrada hora para ponerse antes de que acabe este mes la profilaxis, según los datos facilitados por Salud. Y podrían ser incluso más. El Servicio Vasco de Salud no descarta ampliar la oferta de vacunación en caso de que la demanda siga aumentando. No obstante, en la última semana, Osakidetza tan solo ha inoculado algo más de 5.000 pinchazos de la cuarta dosis. La anterior fueron algo más de 7.000.