Darpón reconoce que Osakidetza debe cambiar «forzosamente» el modelo de OPE

El escándalo por las irregularidades en la OPE destapado en junio, y que el pasado mes provocó la dimisión de la directora de Osakidetza, María Jesús Múgica, obliga a aplicar un nuevo modelo en la selección del personal. Así lo reconoció ayer el consejero de Salud, Jon Darpón, quien admitió que «forzosamente el sistema va a cambiar para continuar eligiendo a las mejores personas», y para hacerlo «en igualdad de oportunidades».

Darpón se sinceró al afirmar que éste ha sido «un año complicado». «Teníamos puesta una gran ilusión por una OPE de 3.335 plazas y desgraciadamente no en todas las categorías ha salido como desearíamos», lamentó. Se refería así a las especialidades médicas hospitalarias, donde se han concentrado las sospechas de fraude por la filtración de exámenes. El consejero recordó que el próximo trimestre se presentará el nuevo modelo, que se aplicará en las categorías específicas de la oferta de empleo que faltan por realizar, y con el que ya realizarán una nueva convocatoria para el año 2020.

La renuncia de Múgica se produjo el 15 de noviembre, 5 meses después de que se desatara el escándalo de la OPE más multitudinaria celebrada en Osakidetza. Se inscribieron 93.000 personas. La denuncia de irregularidades que apuntan a filtraciones y amaños en algunas pruebas obligó al Servicio Vasco de Salud a realizar una investigación interna.

Osakidetza ha puesto a disposición de la Fiscalía y del Ararteko los expedientes de ocho oposiciones: Angiología y Cirugía Vascular, Anestesia, Cardiología, Pediatría Hospitalaria, Traumatología, Digestivo, Medicina Intensiva y Urología. De ellos se van a repetir las dos pruebas de Angiología y el práctico de Cardiología, después de que un juez de Vitoria decidiera la pasada semana paralizar la repetición de la dos pruebas de Anestesia. Además, en Pediatría Hospitalaria se le ha abierto un expediente disciplinario a un jefe de servicio. La misma medida se ha tomado con seis jurados de Traumatología, además de paralizar la OPE de esta especialidad médica.

Otra polémica, aunque con mucha menos repercusión, fue la reciente dimisión del director del servicio de Emergencias de Osakidetza, Txema Unanue, que abandonó su cargo tras darse a conocer el proyecto para unificar en Txurdinaga los tres centros coordinadores que existen en Euskadi. Ayer, el Gobierno Vasco anunció que el nuevo responsable es Jon Sánchez Ibarluzea. Diplomado en Relaciones Laborales y Magisterio, tiene una «dilatada experiencia en la Administración pública, especialmente en materia de gestión y recursos humanos», según explicaron desde el Ejecutivo. Sánchez Ibarluzea, juntero del PNV en la Junta Generales de Bizkaia desde 2015, se incorporó ayer a su nuevo cargo.

Con el objetivo de «mantener y mejorar» el servicio, el nuevo director de Emergencia «se responsabilizará del estudio de la configuración de los centros coordinadores de emergencias de Euskadi». Por el momento, deberá estar atento a lo que dictamine el Parlamento. A finales de noviembre la Cámara vasca solicitó al Gobierno de Lakua, a petición de EH Bildu, paralizar su intención de centralizar los centros coordinadores en Txurdinaga y realizar un riguroso estudio sobre la situación de Emergencias teniendo en cuenta las aportaciones de la plantilla.